El magnate
El magnate
Por: maracaballero
Capitulo 1

George

Mi padre repetía que sin presión, no se obtendría el éxito en la vida, así que vivió respirándonos la nuca a mi hermana, Marie y a mí, hasta que nos volvimos como él, solo que con nuestros negocios familiares, aun no teníamos a nuestros propios hijos para que nos odiaran como nosotros lo hicimos años atrás con él.

— ¿Sigues con el diseño? —Marie entró a mi taller privado que tenía en mi casa, su largo cabello rubio montado en lo alto de su cabeza, se movió de un lado a otro conforme daba un paso hacia a mí. Me enderecé y me retiré mis lentes para mirarla sentarse del otro lado de la mesa donde estaba trabajando.

— ¿Qué es lo que quieres, Marie? —ella presionó sus labios, pero no dijo nada por un momento, entrecerré mis ojos y la contemplé hasta que decidió finalmente hablar.

—Bryan está en camino. —arqueé una ceja, Bryan era el novio de Marie y era de familia importante, hombre de negocios pero de los rebeldes, de los que nadie podía reclamar sobre sus pensamientos, no se callaba absolutamente nada y siempre replicaba en temas que sabía que eran críticas injustas. Por eso Marie se había enamorado de él: Un rebelde reconocía a otro…rebelde.

— ¿Y? —bajé la mirada al diseño, levanté la mirada al ver que no respondió a mi pregunta.

—Solo quería que salieras con nosotros, te divirtieras, siempre estás metido en el taller y diseñando, o en el Group, ¿Qué opinas?

—Opino que tengo que entregar un diseño mañana a primera hora y no quiero distraerme. —ella presionó sus labios y ladeó su rostro.

—Eres un hombre que lo tiene todo, podrías vivir sin preocupaciones por el dinero junto con las siguientes generaciones, ¿Por qué no disfrutas un poco más de la vida? —me tensé,  tomé aire y lo solté entre dientes, me volví a poner los lentes y retomé el diseño, se hizo un silencio incomodo, luego escuché su suspiro. —Bien, solo quería que salieras con nosotros, nos vemos pronto. —asentí sin mirarla, intentando concentrarme en el dibujo frente a mis ojos, sus tacones contra la duela y luego el golpe de la puerta al cerrarse me hizo confirmar que finalmente estaba solo. Un par de horas después, tocaron, solté una maldición entre dientes.

— ¿Y ahora? —murmuré entre dientes—Marie, espero que la interrupción sea importante. —solté en voz alta, la puerta se abrió y apareció el medio cuerpo de Bryan, agitó su pañuelo blanco y sonrió.

—George, ¿Cómo estás? ¿Puedo pasar? —alcé una ceja.

— ¿Y tu novia? —hizo un mohín.

—Se ha quedado a una videollamada del Group y creo que eso tardará.

—Pasa—le invité, sabía que Marie estaba hablando con mi padre, y tardaría de verdad en prestar atención de nuevo en Bryan. Él entró cauteloso, con una sonrisa a medias, quizás marcada de preocupación o de imaginar que tema sacaría para hablar conmigo. —Toma asiento—le señalé uno de los sillones— ¿Quieres algo de beber?

—Gracias, estoy bien. —me senté cerca de mi escritorio que estaba cerca de la sala donde se estaba sentando. Al hacerlo, suspiró. — ¿Tienes mucho trabajo?

—Lo de siempre. —respondí educado.

—Entonces debes de estar muy ocupado y yo aquí distrayéndote.

—Está bien, necesitaba descansar un poco. —él asintió, luego su ceño se arrugó, quedándose pensativo.

—Marie me contó que hace poco se encontró con tu ex esposa en un mall. —me tensé al escuchar esas palabras. Me removí incomodo en mi lugar, comencé a caminar poco a poco por la habitación intentando distraerme pero fue imposible. Me detuve frente al gran librero, estaba dando la espalda a Bryan.

— ¿Ah, sí? ¿Y qué te contó? ¿Hablaron ellas? —una parte de mí quería saber, pero otra, me ordenaba hacer oídos sordos.

—Casi no hablaron, solo coincidieron por un par de segundos, se saludaron y cada quien siguió su camino. —mi corazón latió a toda prisa, casi a punto de salirse de mi pecho. Marie había visto a Vicky. —Sé por ella que su matrimonio fue muy intenso. —asentí sin girarme a él, sin duda sabía la historia de mi pasado por mi hermana.

—Me había enamorado como nunca en mi vida. Mi familia estaba decidida a no aceptarla nunca. Para ellos, los negocios eran lo primero y el estatus, el amor solo me distraería y me haría cometer errores, y así fue, -sonreí nostálgico- Éramos jóvenes, llenos de vida, teníamos muchos planes...

—Planes que tu propia familia destruyó. —me giré aun con mis manos dentro de mis bolsillos del pantalón, solté un largo suspiro.

—La familia es primero, Bryan. —él hizo un gesto de disgusto.

—A veces la familia se equivoca. —replicó a mis palabras.

—No la mía. —le lancé una mirada. —Si no me hubieran encaminado de nuevo, no sería lo que soy ahora, generaciones en nuestra familia se siguen manteniendo en el más alto de la montaña. —se hizo un silencio, Bryan hizo un gesto de decepción, pero lo supo ocultar, desvió su mirada hacia a mí, me había recargado en la orilla de mi escritorio. Me crucé de brazos y acomodé mi pie contra el otro.

— ¿Y no te ha dado curiosidad por saber qué es lo que hace? ¿Si después de su divorcio exprés, ella ha hecho su vida?—bajé la mirada a mis zapatos de marca por unos breves momentos, al levantarla, Bryan esperaba una respuesta de mi parte.

—Entre menos estemos enterados de nuestras vidas y de lo que hemos hecho, créeme, será mejor. —él arqueó una ceja.

— ¿Para quién? ¿Para ella o para ti? —sus palabras me dejaron callado y sin una respuesta pronta.

—Bueno, debe de ser para ambos. Ambos nos lastimamos al terminar. —Bryan arrugó su ceño.

—Por la versión de Marie, tú fuiste el único que la lastimó.

—Eran muchos factores. —repliqué.

—Pero…—se levantó de su lugar. — Si no lo amabas lo suficiente como para luchar por ella, ¿Por qué llegar a un matrimonio? —la ira salió de algún lugar que no reconocí.

— ¿Quién dijo que no la amaba lo suficiente? —Bryan se dio cuenta de mi reacción. —Nos amábamos.

—Pero es evidente que tú no. El pretexto de que eran jóvenes y que el estatus de la familia, es inmaduro y ridículo, si realmente la hubieras amado como dices, no hubieras permitido que tu propia familia cuestionara tus propias decisiones. ¿Pesaba más el estatus que el amor? Ahora después de diez años, ¿Valió la pena?

— ¿Cómo te atreves? —no podía creer lo que acababa de escuchar.

—Lo siento, George. —dijo en un tono neutral. —Yo y mi boca. No puedo evitarlo. Lo bueno, que cada quien siguió su vida, ella casada, tiene una hermosa familia y negocios prósperos, mientras que tu…sigues el mismo camino de hace diez años. —Hizo una pausa, ¿Cómo era que sabía de ella? ¿Qué a acaso se ha atrevido a investigarla? —Hasta te pones a pensar que quizás para ella, fue lo mejor que le pudo haber pasado, ya sabes, el pedir el divorcio. El avanzar…—una de mis manos, se volvió puño y mi mandíbula se tensó.

—Marie no tarda en desocuparse, ¿Por qué no la esperas en otro lugar de la casa? —él arqueó una ceja sorprendido a mis palabras, pero sé que entendió.

—Oh, Marie. Bueno…—Esto último lo murmuró al girarse a la salida. —Sería bueno que salgas de tu torre de marfil y veas el mundo actual. —Abrió la puerta y se giró de medio perfil—…te sorprenderías con lo que te podrías encontrar… —luego salió de mi taller con una sonrisa, pero en mi dejó una gran molestia, hace mucho no me provocaban de esta manera.

— ¿Con que "felizmente casada, con familia y negocios prósperos"? —murmuré mientras me dirigí de inmediato al escritorio y encendí mi laptop, al encender por completo, entré a mi correo y busqué la carpeta, al abrirla pude leer las letras del título: “Investigación completa Victoria Elizabeth Ward Bell” con mi dedo índice acaricié el nombre de ella sobre la pantalla, tomé aire bruscamente y lo solté entre los dientes. — ¿Por qué abrirlo hoy? ¿Por qué no lo hice hace años atrás? ¿Por qué Bryan tiene información privada de la mujer que amé? —el solo pensarlo, me hizo enfurecer más de lo que estaba con su conversación de momentos atrás. —Si no lo hiciste años atrás, no lo harás hoy, Western.  

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