No confíes en nadie...

Capítulo 3.

Capítulo 3; No confíes en nadie.

— ¡Deyanira, por salir nos pusiste en riesgo a todos!, Que inconsciente eres — dijo la directora muy enojada y mostrando decepción en su rostro, mientras la miraba — y tú — soltó ahora mirando a Dylan y lo empezó a señalar con desaprobación — sabes a la perfección que tienes que protegerla, fue una imprudencia demasiado grande y no entienden la gravedad del asunto, ¡No lo entienden!— Layla mostraba descontento.

— Directora, por favor no tome represalias contra Dylan, yo... Yo lo obligue a qué me acompañará y él solo lo hizo por cuidarme. Toda la culpa es mía, él es inocente — soltó Deyanira con desesperación. Así como Dylan se encargaba de protegerla, ella también quería hacerlo con él.

Dylan sabía que no podía decir nada al respecto ya que si lo hacía, el regaño sería aún más grave para ambos.

Todos se encontraban en el despacho de la directora la cuál había llegado a tiempo antes de que algo muy malo pudiera suceder, siendo así que ahuyentó a aquel malhechor.

Él había logrado escapar, pero para la próxima no tendría mucha suerte.

— ¡No hay justificación!, Si no hubiéramos llegado a tiempo, los malvados Valu les hubieran hecho daño — soltó muy enojada.

— Tú eres...— un pequeño flashback llegó a Deyanira.

— ¡Deyanira, te estoy hablando!— Layla logró sacar de sus pensamientos a Deyanira, la cual se mostraba un poco perdida, ella no estaba prestando atención a lo que la directora estaba diciendo.

— Oh sí — reaccionó — Perdón, es que solo quería salir. No sabía que pudiera ser tan grave—

— ¡Demasiado grave!— Layla golpeó la mesa.

Deyanira y Dylan se encogieron de hombros, estaban siendo reprendidos por sus graves faltas.

La directora se veía demasiado molesta y decepcionada de ambos.

— Lo sentimos, no fue nuestra intención desobedecer sus reglas, las cuales están para cumplirse y no para romperse — soltó ahora Dylan un poco avergonzado intentando que se tranquilizara.

— Les diré a tus padres que no te pongan un castigo, ¡Pero si vuelven a hacer algo así, no tendré contemplación y tendrán un gran castigo!— 

Ambos jóvenes asintieron, para luego salir del despacho de la directora.

Deyanira suspiró — eso estuvo cerca — dijo con una amplia sonrisa.

Parecía que a aquella joven no le importo nada de lo que les había dicho Layla.

— ¿Cerca?, Deyanira fue algo grave lo que hicimos, rompimos las reglas, por lo menos unas dos. He escuchado que sus castigos son muy duros y a ella no le importará que tú estes a su cuidado, no te salvarás de ese castigo — se notaba la preocupación en Dylan.

Parecía que a aquel joven le importaba más la clase de castigo que le pudieran poner a Deyanira, que a él.

— Lo sé, pero solo quería salir y divertirme por un momento. Algo allá afuera me llamaba, no se por que sentí una gran conexión con el exterior. Todo es raro, hay algo más que no entiendo — dijo aquella joven mientras miraba a todos lados, ella no quería que alguien más escuchará lo que estaba a punto de decir ya que tampoco ella lo entendía.

— ¿Qué es lo que pasa?— pregunto Dylan con curiosidad.

— Vamos, no pueden escucharme decir algo en este lugar ya que no se que es lo que está pasando — dijo Deyanira entre susurros para luego tomar de la mano a Dylan y empezar a caminar.

Ambos chicos llegaron a la habitación de Deyanira, entraron y la cuál ella cerró muy rápidamente para poder evitar que personas no deseadas escucharán.

Estaban a solas y ahora podrían hablar sin que nadie los interrumpiera o pudieran descubrir lo que Deyanira estaba a punto de decir.

Deyanira y Dylan se sentaron a un lado de la cama de aquella joven.

— ¿Y bien?, ¿Qué pasa?— pregunto Dylan sin poder entender porque tanto misterio.

Deyanira soltó un gran suspiro, ella estaba decidida a hablar con la única persona a la cual le tenía mucha confianza... Dylan — es que allá afuera, el vampiro me dijo algo en lo cual no puedo dejar de pensar, “esa mirada, tú eres”— dijo recordando — pero no pudo terminar de decir lo que estaba diciendo, porque en ese preciso momento llegó Layla junto a unos guardias, los cuales lograron asustarlo — se alzó de hombros.

— Tal vez dijo eso porque todavía recuerda la mirada de la hija de los cazadores a los cuales mataron, tal vez y él está involucrado en todo eso — dijo Dylan mientras la observaba con detenimiento y sacaba conclusiones apresuradas.

— Es que no lo creo — soltó Deyanira mirando al frente — cuando nuestras miradas se cruzaron, sentí algo reconfortante dentro de mi. No se cómo explicar aquel sentimiento — soltó volteando a verlo de repente.

— ¿Sentirte bien con un vampiro?, ¡Imposible!, Un caza vampiros no puede sentirse bien con ellos, lo que realmente sentimos es repulsión y nos deshacemos de ellos, es una cadena que sigue su curso — soltó Dylan con determinación.

— Estoy segura de ello, pero no sé. Este sentimiento es muy raro — se acostó.

— Tal vez fue tu imaginación, pero ten por seguro que si te quieren hacer algo, yo te defenderé pase lo que pase — dijo Dylan con desición y una gran sonrisa. — te lo prometo —

Esto último hizo sobresaltar a Deyanira y que de inmediato ella se pusiera de pie, abrió la puerta y empezó a observar de que nadie los hubiera escuchado, al percatarse de que no había nadie allá afuera, suspiró y cerró la puerta de inmediato.

— Da gracias de que no te escucharon. No prometas nada por favor, sabes a la perfección que para nosotros una promesa es sagrada y si la rompes... No quiero imaginarme que te pueden hacer — lágrimas empezaron a rodar por sus muy poco coloridas mejillas.

Deyanira no quería que algo malo le pasará a Dylan, la persona a la que más quería y la ayudaba en todo.

Dylan se puso de pie y le dio una gran sonrisa.

— ¿Quién dijo que romperé esa promesa?, Se muy bien lo que significa para nosotros el prometer algo. Pero ten por seguro que yo jamás la romperé, jamás romperé esta promesa que acabo de hacer — se puso su mano sobre el pecho — ten por seguro que tú estarás a salvo conmigo— soltó para luego darle un pequeño beso en la mejilla izquierda.

— Dylan — susurró.

A Deyanira todo esto le conmovía de gran manera.

— Sabes que te quiero mucho pequeña, eres mi mejor amiga y como una hermana para mí — sonrió.

“Hermana” pensó Deyanira, aquella palabra empezó a resonar en su cabeza, así realmente la veía él, como a una hermana. Deyanira empezaba a sentir que algo dentro de ella le empezaba a doler.

— Yo también te quiero — soltó Deyanira con una media sonrisa, ella no quería demostrar lo que realmente sentía en ese momento.

— Bueno, deberíamos de ir a la cafetería del instituto para comer algo. No he desayunado — empezó a caminar y Deyanira lo siguió.

Ambos jóvenes se encontraban de camino a la cafetería. Pero de repente empezaron a pasar corriendo unas personas armadas, los guardias.

— ¿Qué crees que está pasando?— preguntó Deyanira sin poder entender.

— No lo sé, pero es mejor no involucrarnos en sea lo que sea que esté pasando— soltó Dylan para luego ver a su mejor amiga. Pero se pudo dar cuenta que está ya no estaba a un lado de él. — genial — soltó y empezó a correr en dirección a donde todas aquellas personas se habían ido, él sabía a la perfección que Deyanira podría estar por esos rumbos.

Dylan después de un momento, por fin había llegado a la entrada del instituto, donde sus sospechas eran ciertas, allí se encontraba Deyanira mirando con atención todo lo que estaba ocurriendo.

— Por, por fin te encontré — soltó agotado y mientras se ponía a un lado de ella.

Pero aquella joven no le hizo mucho caso, ya que estaba impactada con la escena que estaba viendo.

— ¡Déjenme!— se quejo aquella persona.

Dylan volteó a ver de inmediato para saber de quien provenia aquella voz.

— Él es— le dijo de repente a Deyanira, la cuál asintió muy lentamente.

Aquel hombre estaba esposado y era escoltado por dos guardias, uno de cada lado.

— No entiendo por qué lo capturaron — susurró aquella joven.

— ¡Solo quiero verla!— soltó el hombre misterioso entre súplicas.

De pronto, Deyanira sintió una gran impotencia dentro de ella, empuño sus manos y estaba dispuesta a interponerse para que no le siguieran haciendo daño, pero al ella dar un paso, su mejor amigo la detuvo y empezó a negar con la cabeza.

Ambos sabían que el interponerse no sería lo correcto.

Dylan solo quería protegerla, él no quería que ella se siguiera metiendo en más problemas.

Aquella joven se tranquilizó un poco y se empezó a morder el labio inferior, sentía impotencia pero sabía que eso era lo mejor para todos... No interponerse.

Los guardias que tenían esposado a aquel señor, pasaron con él por dónde se encontraban Dylan y Deyanira, el señor misterioso le dio una mirada llena de tristeza a aquella joven y luego se lo llevaron.

— Más les vale que no se involucren en esto— les advirtió la directora con seriedad mientras se acomodaba su traje para luego irse.

Como si Dylan pudiera leer la mente de Deyanira, se decidió a hablar.

— Ni lo pienses— soltó.

— Por favor, se que algo muy grande se avecina, lo puedo sentir. Sentí una gran conexión cuando él me miro, por favor Dylan — suplicó.

Dylan trago saliva — no puedo, yo, yo debo cuidarte. Soy tu protector — él no quiso mirarla, él sabía que si lo hacía, cedería.

— Yo me se cuidar sola— dijo Deyanira con decisión.

— Por favor, no vayas. Puede ser peligroso— suplicó.

De pronto, a Deyanira se le ocurrió una idea.

— Bueno, si no vas tendré que ir sola y exponerme a los diversos peligros que esto pueda traer — dijo mientras empezaba a jugar con sus manos.

Dylan se notaba un poco preocupado ante aquella situación.

— Está bien, está bien. No quiero que te pase nada, así que iré contigo, pero ¿Por lo menos sabes a dónde se lo llevaron?— preguntó con curiosidad, él sabía que ella no tendría alguna respuesta para esta pregunta.

Era obvio que Deyanira no había pensado en eso. Ella quería saber que estaba pasando con aquel hombre, pero lo que no sabía era a dónde se lo habían llevado.

— No lo sé — soltó con decepción.

— Mejor te acompaño a tú habitación y nos olvidamos del tema. Nosotros no estamos para ayudar a los vampiros, más bien los cazamos y eso lo sabes muy bien—

— No, no iré a mi habitación, vamos a separarnos. Tú por allá y yo por acá — empezó a dar indicaciones.

Antes de que Dylan pudiera decir palabra alguna, Deyanira empezó con su recorrido.

— Si nos descubren, estaremos en muchos problemas... Pero sobre todo espero que sí lo encuentras y solo por ir a verlo no te expongas y él te haga daño — Dylan se mostraba preocupado, pero aún así decidió seguir con él plan de Deyanira, era mejor eso a dejarla actuar sola.

Paso mucho tiempo, Deyanira empezaba a creer que sería imposible el poder encontrar en donde lo tenían encerrado y cuando ya estaba a punto de rendirse, escuchó el azotar de una puerta, así que fue a ver a ese lugar.

Aquella jovencita pudo observar que en aquella habitación, en la puerta decía “no pasar”. La cual era una habitación que se encontraba muy alejada de las demás y de la cual no sabía de su existencia ya que no se había aventurado a buscar más allá de los límites permitidos, ella pudo ver que de allí estaba saliendo la directora muy sigilosamente, procurando no ser vista. Deyanira se escondió de inmediato y en ese preciso momento, Layla la directora observo a todos lados y se fue, intentando mostrar una falsa sonrisa para no levantar sospechas.

La curiosidad podía más, así que sin pensarlo mucho, Deyanira corrió a aquella puerta rogando que está estuviera abierta, tomo el picaporte y lo abrió, para su suerte este no tenía seguro alguno.

Esta joven entro y cerró con mucho cuidado, procurando no hacer ningún ruido.

Y allí estaba él, sentado en un extremo de una enorme jaula.

— Disculpe — soltó Deyanira dando pequeños pasos en dirección a la jaula.

El hombre misterioso se puso de pie con rápidez, él miro a los ojos cafés de aquella joven. Sus miradas se cruzaron.

— No entiendo que es lo que pasa. Está conexión que siento con usted, todo esto es muy raro — soltó Deyanira intentando que aquel vampiro tuviera alguna respuesta para lo que le estaba pasando.

— Te diré unas cosas y presta mucha atención; No confíes en nadie, la guerra entre clanes está muy cerca, no somos malos como te han hecho creer y solo tú puedes salvarnos. Por qué tú eres...

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo