C A P I T U L O 2

CAPÍTULO DOS

Kadem

— ¿La fusión con Nabisco?

Pregunté sin dejar de revisar los papeles anteriormente puestos frente mio.

Varios de los jefes de cada sección que estaban presentes en la junta se encontraban discutiendo sobre las nuevas sucursales y sus ingresos como egresos fueron disminuyeron poco a poco el tono de su voz hasta solo ser un minusculo susurro, de inmediato supe que algo no estaba bien también el que era al parecer el ultimo en saber sobre dicho asunto, eso no me agradó.

Ni un poco.

—  ¿Qué ha sucedido?

No dejé de leer los papeles ahora en mis manos, pareciendo centrado en las cifras escritas cuando la verdad era que esperaba una m*****a respuesta inmediata.

El silencio solo se profundizó.

— No lo volveré a repetir.

Alguien aclaró su garganta, alguien obviamente nervioso...hice una mueca para asi impedirme soltar un bufido al saber exactamente lo que se venía, una respuesta mediocre.

— Lo he estado intentando señor Kedok, pe-pero hasta el momento no han devuelto mis llamadas, las asistentes del dueño actual puede que no haya echo su trabajo o...

— O puede que tú no hayas hecho lo imposible — seguí impasible no dejándome perturbar por este acto de estupides — Mi padre comenzó vendiendo sus propias delicias como cualquiera, empezando desde el hogar ¿quiénes mejor para degustar algo elaborado por sus propias manos que su familia? Decia que si podia impresionar a su familia tenía el mundo ganado...ya habiendo logrado motivarse continuó con otro rumbo, un nuevo nivel, llevando pequeñas muestras a tiendas de cualquier parte ¿qué estaba haciendo con ello?

— Llamar la atención...

— Correcto — murmuré dejando los papeles en la mesa para levantarme mientras arreglaba las mangas de mi saco, empece a caminar deambulando de un lado hacia el otro — Pero no exactamente en él, pues aquí las estrellas tenían nombre apellido y un exquisito sabor que se derretida en tu boca, lamentablemente mi padre hacia una propaganda mediocre y el sabía que los resultados podrían tardar días, semanas, meses incluso años, pero mi padre estaba dispuesto a hacer de todo para que sus delicias lleguen a lo que son hoy, como bien sabran las delicias eran reclamadas por un número insignificante, ah...pero ¿no es asi como todo empieza?

Deteniendome dejé caer mi mano en el respaldar de una silla donde un señor de piel morena y risos alocados me miraba sobre su hombro nervioso, me incline ligeramente hacia el.

— No esperes a que ellas o el te llamen, busca, consigue...o nunca cumpliras tú trabajo, esfuerzate porque la próxima vez que pregunte sobre esta fusión quiero una respuesta positiva, la reunión ha terminado.

Girando y yendo hacia mi oficina escuché el repiqueteo de pasos alejándose con un par siguiendome.

Al llegar a la puerta de mi despacho voltee para encontrar a mis secretarias a punto de chocar en contra mio, ambas sobresaltandose dieron varios pasos hacia atrás casi cayendo de sus tacones para acomodar con ligeros toques sus melenas.

Levanté una ceja.

— ¿Algo importante en mi agenda?

— ¿Eh? — murmuró la de la derecha, melena rubia, no logro recordar su nombre.

— No tiene nada más programado para hoy, señor Kedok — contestó la de la izquierda a quien dirige mi mirada, melena negra.

¿Cuánto tiempo han trabajado para mí?

— ¿Algún mensaje?

— No — contestó la rubia enviandole una mirada fulminante a su compañera.

Vaya m****a.

— Perfecto ¿por qué estan siguiendome al interior de mi oficina?

Ambas nerviosas se miraron la una a la otra tal como hacen la mayoria de mujeres, sólo ellas entendiendo sus extrañas señas, estaba empezando a cansarme de esta perturbación a mis horas del día.

— Solo queríamos saber si requería algo...

—  No quiero nada — la interrumpi para dar un paso hacia ellas — Se exactamente lo que ustedes me estan ofreciendo, pero como dije...no quiero nada y no empiecen a refutar porque no es algo que sea de mi agrado, por el momento...dejaré pasar este molesto inconveniente, no quiero recibir ni llamadas, ni mensajes, nadie entra a mí oficina sin importar quien sea.

— Pe...

Cerrando la puerta no escuché sus monólogos ya absurdos, me los sabía de memoria y aunque bien podría haber aceptado sus invitaciones para una noche de sexo no era algo que esperaba compartir entre mis empleados, menos con quienes los chismes de seguro se divulgarian.

Me quite el saco dispuesto a recostarme en mi sofa chester favorito de terciopelo negro, era perfecto para estos dias en que lo que me rodeaba no iba según lo planeado, torci mi cuello de lado a lado intendo quitar el estres que aun me cargaba.

Era demasiado joven para empezar con estas molestias, treinta y cuatro aun no eran suficientes para joder mi vida con dolores que la vida me traerá.

Fui a cerrar la puerta con seguro...entonces mi iPad personal emitió un sonido.

— Lo que me...oh.

Al parecer habia una nueva integrante entre las filas de Sexual.com, no era una página que usaba con mucha frecuencia pero cuando queria algo en especifico iba a dicha pagina consultando sus opciones para así tener un agradable sexo, yendo hacia mi pequeño bar ya que no soy mucho de alcohol servi apenas dos dedos de dulce vino Suavignon Blanc para regresar a mi sofa recostandome y asi poder mirar con mayor detalle los datos provistos que dejan ellas.

— Cotton — murmure su nombre, divertido ante la coincidencia, era un hombre rodeado diariamente de delicias más que exquisitas y ahora alguien con tal apodo venía a mi vida.

Ahora solo debía averiguar cuanto tiempo estaría en ella.

— Dulce, dulce apodo ¿por qué habras escogido ese apodo? Debes ser alguien muy travieza.

¿Lo sera?

Me gustaba que fueran directo al proposito con el que habian sido solicitadas, pero no puedo negar que adoro verlas suplicar y gemir y sollozar...tan delicadas criaturas dispuestas a complacer todos mis deseos.

— ¿Veinticuatro? Algo joven pero podré con ello, castaña, estatura promedio, estás algo baja de peso pero no es como si fuera a tenerte en mi día a día, sin pareja actual y...vaya.

¿Virgen?

¿Desde cuándo no me topo con alguna virgen?

Voy a la foto mas que interesado por saber quien es la hermosa mujer que ha capturado mi atención pero molesto como decepcionado noté que no hay nada, muchas no quieren ser reconocidas por algun conocido cercano o familiar, pero ¿justo ella tenía que no tener? Sabían en lo que se metían al entrar en esta página web, y dado que no dan ni un solo centavo por acostarse con desconocidos me temo que es por querer dejar de ser pura.

Las mujeres y sus cosas.

Doy un click a Solicitar para inmediatamente escribir la dirección de mi apartamento, la fecha, hora y...¿debería agregar alguna exigencia personal? No, seguramente no lo hará y dado que es virgen tendrá verguenza.

To: c.otton4567@hotmail.com

From: odem.leumare@hotmail.com

Meeting

432 Park Avenue between 56th and 57th streets, Residence 80A, Meeting 12/08/2018, 21:00pm.

                        Hi Cotton, my name is Odem.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo