Besé a un CEO y ¡Le Encantó!
Besé a un CEO y ¡Le Encantó!
Por: LiLhyz
Capítulo 1 La sobra
Al entrar en el Hotel el Segundo Diamante, Gabriela Taylor mantuvo su cabeza en alto. Sus largas y hermosas piernas recorrían el vestíbulo mientras llevaba un espectacular vestido de color zafiro, que le caía dos centímetros por encima de la rodilla.

A pesar de ser un vestido sencillo de medio cuerpo, su majestuosa figura y su pequeño rostro aumentaban su belleza.

Caminaba con seguridad en unos tacones negros, con toda la intención de colarse en la fiesta de compromiso de su exnovio y mejor amiga… ¡en ese momento, también ex mejor amiga!

Mientras caminaba, se cruzó con una niña que parecía haberse perdido. A pesar de que sus emociones estaban disparadas, se detuvo y se acercó a la niña.

"Hola, ¿qué pasa? ¿Estás bien?", preguntó Gabriela al ver que los ojos de la niña estaban llenos de lágrimas. "¿Estás perdida?".

A Gabriela le gustaban mucho los dulces y solía llevar caramelos en el bolso. Después de ver a la niña, tomó uno de su bolso y se lo dio. "Toma, no estés triste. Dime qué te pasa".

Algo en Gabriela debió de haber despertado el interés de la niña, pues esta sonrió enseguida. Tras aceptar el caramelo, la niña dijo: "Hermana mayor, ¿quieres conocer a mi tío?".

Una expresión burlona salió de los labios de Gabriela antes de sonreír. Intentó contener la risa y respondió: "No, cariño. Tengo que freír unas serpientes en este momento, pero déjame llevarte a la recepción para que me ayuden a encontrar a tus padres…"

"¡Ahí estás, Kim! ¿Por qué te fuiste de repente?". Un hombre con camisa blanca y abrigo negro se acercó a buscar a la niña.

El hombre vio a la niña con el caramelo en la mano y se lo quitó mientras le advertía: "¡Nunca aceptes caramelos de un extraño!".

Gabriela pensó que el hombre era guapo, pero por sus acciones, le pareció, por encima de todo, una persona arrogante. Sus labios se movieron en señal de desacuerdo antes de regañar al hombre: "¡Señor, tiene que cuidar de su hija! ¿Cómo la pudo perder de vista? ¡Qué padre tan irresponsable!".

Ella le echó una última mirada a la niña y, al ver cómo extendía su mano al hombre, pensó que, ciertamente, era el padre.

Antes que el hombre pudiera decir algo, Gabriela simplemente se despidió de la niña y le dio la espalda, lo cual dejó al hombre sorprendido.

Tras apartar de su mente a aquel padre irresponsable, Gabriela no tardó en encontrar la sala de dos quilates. Sus ojos se clavaron en el cartel, puesto sobre un poste de lona, que decía: "Fiesta de compromiso de Warren Foster y Camilla Clark".

Warren había sido su novio por dos años y Camilla Clark había sido su mejor amiga. Apenas había pasado una semana desde que Warren había terminado con ella sin razón alguna y había hecho que la despidieran de su trabajo de medio tiempo.

¡Temprano ese día, se enteró a través de un amigo en común que Warren y Camilla iban a tener su fiesta de compromiso esa misma noche!

¡Las dos personas en las que más confiaba la traicionaron, y ella no se había dado cuenta en absoluto!

Con esto en mente, Gabriela se acercó al personal del hotel que vigilaba la puerta.

"Señorita, ¿su invitación, por favor?”, preguntó el hombre.

"Claro", dijo Gabriela con una sonrisa. Tomó la invitación y se la entregó al personal del hotel.

Había una clara duda en la voz del vigilante y dijo: "Gracias por venir, señorita... Dylan Harper. Permítame llevarla a su mesa".

Las puertas se abrieron para ella, y Gabriela respiró hondo, sabiendo que iba a ser una noche loca. Su corazón comenzaba a latir más rápido, y sintió que se acobardaba, pero cuando recordó su dolor, siguió con sus planes y entró con una sonrisa en la cara.

Llegó justo a tiempo. La cena ya había comenzado y todos estaban ocupados con sus comidas excesivas.

Tras tomar asiento, un camarero del hotel tomó el menú de Gabriela y le dijo: "¿Quiere un poco de vino, señorita?".

Haciendo un mohín con los labios, preguntó: "¿Está incluido en el paquete?".

"Sí, señorita. La pareja reservó varias botellas para este evento", respondió el camarero.

"Muy bien, entonces. Me encantaría tomar vino", respondió Gabriela.

Ella se sentó en un grupo, procedente de los rangos más altos de la empresa de medios de comunicación para la que trabajaba anteriormente, el Centro de Medios BNC. Podía oírlos susurrar, hablando claramente de ella mientras bebía un vaso tras otro.

Gabriela apenas tocó su comida y se concentró más en armarse de valor para hacer lo que estaba a punto de hacer.

Después de su quinta copa de vino, sus ojos recorrieron toda la sala y, finalmente, encontraron a Warren y a Camilla. Estaban hablando alegremente con sus padres en una mesa de enfrente. En ese momento, la pareja de novios aún no había visto a Gabriela, pero no tardó en pasar desapercibida.

Cuando la mayoría de los invitados habían terminado de comer, una anfitriona tomó el micrófono y anunció: "Ahora que nuestros estómagos ya han sido premiados, por fin ha llegado el momento de escuchar a nuestra pareja de prometidos, quienes compartirán su historia de amor con todos".

Tras una ronda de aplausos, Warren tomó el micrófono y sonrió con confianza frente a la sala de más de cincuenta invitados.

Con su alta estatura, Warren comenzó su relato: "Camilla y yo nos conocimos a través de un amigo común. Nosotros...". Sus ojos verdes miraron a Camilla con adoración mientras su prometida se sentaba en la mesa de delante. Continuó: "Empezamos siendo sólo amigos, pero cuanto más nos veíamos, mayor terminó siendo la atracción. Al cabo de un año, terminamos juntos. ¡Y nos llevamos fantásticamente!".

El público gritó, queriendo oír más. Sin embargo, cuando el hombre desvió los ojos hacia una mesa lejana, sintió un repentino nudo en la garganta.

Las cejas de Warren se fruncieron y se pasó los dedos por su cabello rubio oscuro. Reconoció que la hermosa chica de cabello caramelo era su exnovia, Gabriela.

Parecía haberse quedado sin palabras y su boca permaneció abierta durante unos segundos. Terminó tosiendo y tragando su propia saliva repetidamente.

"¡Cariño! ¡¿A qué viene la demora?!", preguntó Camilla Clark.

"Dinos, ¿cuánto tiempo llevan juntos?", preguntó un invitado.

"¡Llevamos ocho meses juntos!". Fue Camilla quien respondió por Warren, girándose hacia el invitado que preguntó.

Warren prácticamente vio a su ex entrecerrar los ojos ante él cuando ésta escuchó cómo había sido engañada por tanto tiempo.

"Hombre, Warren. Los de la empresa de comunicación en realidad pensaban que esa otra chica era tu novia. Así que ella era sólo el nexo entre tú y Camilla", mencionó un hombre. "Está verdaderamente buena. ¡Quizá pueda conseguir el número de tu amiga!".

Warren trató de disimularlo con una carcajada. Por fin logró hablar y contestó: "Ah…"

"¡Y aquí viene mi señal!". Una voz fuerte vino de detrás de las mesas, interrumpiendo las palabras de Warren. Todos vieron que Gabriela se acercaba con la cara sonrojada. Se había tomado nueve copas de vino, suficientes para armarse del valor que necesitaba. Ella no era de tomar y, por eso, sólo unas pocas copas eran suficientes para borrar cualquier inhibición.

Gabriela le sonrió a todos los invitados y dirigió su mirada especialmente a Camilla y a sus padres.

Los padres de Warren solo la habían visto una vez, ya que vivían en otra ciudad, pero definitivamente, los padres de Camilla la conocían.

"¡Déjame responder a esa pregunta!”, anunció Gabriela mientras se dirigía despreocupadamente hacia el frente.

En su mente, se alegró al ver que la cara de Camilla se ponía blanca. Conociendo a su mejor amiga, Gabriela sabía que la había hecho entrar en pánico en ese momento.

Gabriela saludó primero a los padres de Camilla: "Tía Caroline. Tío Dale. Me alegra verlos".

"Oh, Camilla dijo que no vendrías a la fiesta. Me alegra que finalmente hayas decidido venir, Gaby", dijo Caroline Clark antes de ofrecerle a Gabriela un beso en la mejilla.

"Gaby, ¿qué haces aquí?", exclamó Warren, dándose cuenta del peligro que representaba su exnovia. "¿Estás borracha? Tal vez tú..."

"¡Sí! ¡Estoy algo borracha, pero aún estoy lo suficientemente cuerda como para hablar!". Gabriela apartó a Warren cuando este intentaba sujetarla del brazo.

Se dirigió a los padres de Warren y les dijo: "Hola, me llamo Gabby. Fui la novia de su hijo desde hace dos años y terminamos hace una semana. Seguramente se acuerdan de mí, ¿verdad? Nos conocimos hace poco más de un año".

Los padres de Warren se miraron con cara de desconcierto antes de ver a Camilla y luego a Caroline y Dale Clark.

"Gaby, esto es una locura. ¡Ja, ja!". Finalmente, Camilla se levantó para impedir que Gabriela dijera más. Sin embargo, aunque se esforzó por ocultar la verdad, su voz temblaba al hablar: "Es obvio que estás borracha y no sabes de qué estás hablando".

"Gaby, te lo advierto…". A pesar de los esfuerzos de Warren por darle una advertencia a su ex, ella se empeñó en hablar, mirándolo con desprecio y empujándolo.

"Solo quería aclararle un par de cosas a todos los presentes". Tras darse una vuelta completa, Gabriela miró a la multitud y anunció: "Yo era la amiga en común entre Camilla y Warren". Se rio y continuó: "¡Porque yo era la novia de Warren hasta la semana pasada! ¡Y Cami es mi mejor amiga desde mi primer año de universidad!".

"¡Warren, haz algo!". Camilla miró con urgencia a su prometido, ¡y Gabriela vio el enojo en sus ojos después de haber dicho la verdad a todos los presentes!

"Pero está bien", dijo Gabriela con una sonrisa dirigida a los padres de Camilla al ver que estaban alterados por la situación. "Quiero a Cami como a una hermana. Ciertamente, no me importa darle mi sobra".

Camilla: "...".

"Y no puedo culpar a Warren". Gabriela volteó su mirada hacia su ex y reveló: "Nunca le di mi virginidad. De cierta manera, siempre supe que él no era digno de mi pureza".

Warren: "..."

Mirando a los invitados, agregó: "Me alegro de que Camilla estuviera allí para Warren, haciéndose cargo de todos sus deseos". Le guiñó un ojo a Camilla y añadió: "¡Ella siempre fue buena en eso!".

"¡Gaby! ¡Es suficiente!". Warren se acercó de nuevo a ella y la agarró del brazo con fuerza. "¡Es hora de irnos!".

"Oh, no te preocupes, ya me voy. Mi nuevo novio me está esperando fuera, así que sí que tengo que irme", reveló ella, mientras liberaba suavemente el brazo.

Tomó unos segundos para mirar a todos y dijo: "Es como dicen, una relación vieja se termina y una nueva y mucho mejor aparece".

"Cami, Warren, les deseo lo mejor". Tomó una copa, aún llena de vino, que estaba en la mesa cercana y ofreció un brindis. "Por mi mejor amiga y exnovio; que los cielos los traten bien como pareja casada". Sus ojos se entrecerraron mientras añadía: "De la misma manera que me trataron a mí".

Levantó su copa y cerró: "¡Salud!".
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