Doctora del Sr. Mafioso
Doctora del Sr. Mafioso
Por: Lorena Rodriguez
Capítulo 1

En un día soleado Valeria salió a caminar al parque y de paso se compró un par de ramos con flores para llevarle al cementerio a sus padres ya fallecidos.

En el preciso momento en el que ella pagó por el producto y se dio la vuelta, cayó al suelo un señor que iba pasando a su lado; le han disparado.

Muchos de los transeúntes se acercaron a observar al señor que estaba mal herido y ella aunque con los nervios de punta por imaginar que es un milagro que esa bala no le cayó a ella, se acercó también con la intención de ayudar a aquel hombre

- Soy médico por favor hagan espacio para que él no se asfixie-.

Les pidió Valeria mientras le practicaba los primeros auxilios y pedía que llamaran a una ambulancia.

Cuando la ambulancia llegó lo trasladaron hasta un hospital, pero poco después se supo que falleció porque la bala atravesó sus pulmones.

Un hombre estaba en lo alto de un edificio al otro lado de la calle y con su fusil de francotirador tiene en la mira a su víctima, desde esa distancia ha disparado y ha dado en el blanco.

Su víctima ha caído en el suelo desangrandose, pero él está seguro de que pronto morirá.

Sin embargo, no solo a este hombre observa, también tiene en la mira a la chica que está auxiliando al hombre herido. Pero no le dispara porque él ha hecho un juramento, y es que a una mujer no será él quién le quite la vida.

Guardó su arma en la funda de ella y salió del edificio haciendo como si no ha pasado nada.

Él un hombre que mide un aproximado de 1.90 metros de altura y un cuerpo muy bien trabajado.

Ella una joven médico cirujano de no más de 1.65 metros de altura, hermosa y servicial.

Valeria se levantó de su cómoda cama en la que duerme, se bañó, se vistió y se fue a la cocina como lo hace todos los días a preparar el desayuno para que su hermano que es un miembro activo del cuerpo policial se vaya a trabajar.

Pero al llegar a la cocina un delicioso olor a comida invadió sus fosas nasales haciendo que ella se detenga de inmediato, se asomó por la puerta que da al jardín y allí estaba su hermano esperándola con el desayuno servido en la mesa para todos y una torta de pastel con el número veinticuatro, tal y como lo hace todos los años después de que se quedaron huérfanos.

- Gracias por no olvidar este día hermano y por esforzarte en hacerme sentir especial cada año para esta fecha.

- Feliz cumpleaños mi querida hermanita, deseo que este año te vaya bien y puedas formar una hermosa familia y le agradezco a Dios por tenerte a mi lado en los momentos buenos y en los malos también.

- ¡Ay tan lindo! créeme que papá y mamá están muy orgullosos de ti por lo bien que me has cuidado-.

La esposa y los hijos de su hermano también le desearon un feliz cumpleaños, su cuñada está en silla de ruedas desde hace nueve años debido a un disparo que recibió y dañó su columna. Esto ocurrió cuando era miembro activo del cuerpo policial y la enviaron a una misión fallida.

Balduin es un hombre solitario que vive en un apartamento dentro de la ciudad de Corinto en el apartado Bernabé, su única compañía es un perro llamado "Duque" al cual tiene muy bien entrenado para que vigile el apartamento.

En este momento Balduin se está preparando para salir, ya que tiene una misión que cumplir por órdenes del jefe de la mafia, o sea su padre.

El novio de su prima es uno de los guardaespaldas que tiene y le ha llamado para notificarle que no hay ningún sospechoso en el camino y que puede salir ya sin ningún problema.

Pero que su padre le ha pedido que antes de ir a coordinar el envío de un cargamento de droga, quiere que vaya a su casa de inmediato para notificarle un asunto de mucha importancia.

- ¿Qué ha pasado papá, cuál es tu urgencia por verme?

Preguntó Balduin cuando dentró al despacho de su padre.

- Alguien ha entrado a mi oficina hijo, y se llevó mi computadora y la plata que hace unas horas terminé de contar y lo guardé en la gaveta del escritorio para luego pasarlo a la caja fuerte. Pero ahora no está, alguien se lo robó.

- Espero que la memoria de esa computadora la hayas tenido vacía papá.

- Balduin no seas imbécil hijo, en ese maldito ordenador tengo guardado todo lo que a nuestro trabajo se refiere. Cada entrega que hacemos, lo que vendemos y lo que cobramos, todo está allí.

- ¿Y el jefe de seguridad encargado de vigilar este lugar en donde está?

- Ese es el problema, él se ha desaparecido y ni siquiera sabemos en dónde está.

- Entonces está más que claro quien es el ladrón papá-.

Le aclaró Balduin a su padre y luego salió de la casa para ir en busca del desgraciado que les ha robado información valiosa y una buena cantidad de dinero también.

¿Cómo logrará localizarlo?

Pues como todo mafioso, tiene sus manías o conectes que lo llevarán hasta él.

Valeria está en el hospital practicando una operación, ella es muy buena en todo esto y por ello se le denomina la mejor médico cirujano del país y son muchos los pacientes que acuden a ella.

Por otro lado, Balduin ha logrado dar con el paradero del ladrón y lo ha herido de bala debido al forcejeo que tuvieron porque este no le quiso dar a conocer en dónde tiene escondido lo que se robó.

Les ordenó a sus hombres para que se lo llevaran al rancho, allá lo tendrán resguardado hasta que se recupere.

También les pidió que buscaran al mejor cirujano para que le saque la bala y que al tenerlo, él personalmente lo iría a traer a donde sea.

-Valeria yo sé que vienes saliendo de una larga operación y que debes de estar muy cansada, pero ¿crees que me puedes hacer un favor?

Dijo una compañera de trabajo de la doctora.

- Claro que sí, dime y si está a mi alcance lo haré.

- A ocurrido un accidente de tránsito en la calle catorce por el barandal, y han dicho que hay una persona atrapada en el auto y quieren que yo vaya junto a los paramédicos a brindarle atención médica por mientras llegan aquí a la clínica.

- ¿O sea que en pocas palabras me estás diciendo que yo vaya y te cubra?

Preguntó Valeria.

- Sí, es que no me siento capaz de salir y agitarme demasiado porque aún estoy con fiebre.

- No te preocupes, tú descansa y yo asistiré a los heridos.

- Gracias Valeria te debo una. La ambulancia ya está lista, puedes irte.

Valeria salió y justo en la entrada estaba la ambulancia, un hombre le abrió la puerta y ella ingresó.

Dentro del auto hay otro hombre al que ella lo saludó muy educadamente. Pero el muy idiota no le devolvió el saludo y ni siquiera volteó a verla.

La ambulancia retomó su viaje por la carretera en dirección al supuesto accidente, Valeria ya se sentía con temor y a cada momento le echa un vistazo al hombre que va sentado a su lado.

Ese hombre no se movía, iba como estatua en todo el camino y su semblante destilaba maldad.

De repente ella vio que el hombre tenía sangre en su camisa blanca y entonces ella reaccionó y se levantó para verle mejor.

- Señor usted también está herido, ¿Cómo se ha hecho eso si usted es un paramédico?

Preguntó Valeria confundida, pues ella aún no ha caído en la razón de que esa ambulancia ni siquiera pertenece a la clínica donde ella trabaja. Además de que el hombre no anda identificado como paramédico.

- ¿Y quién le ha dicho que yo soy uno de los suyos doctora?

- Bueno no importa, permítame revisar su herida y curarla-. Dijo Valeria y tomó unas gasas con desinfectante para aplicarlo en la herida que él tiene a la altura del abdomen.

- No se preocupe doctora, yo mismo lo haré-. Dijo el hombre con aspecto serio y le quitó la gasta que ella llevaba en su mano, quedando Valeria muy sorprendida por la acción de ese hombre.

- ¿Pero cómo se atreve a hacerlo usted sí tal parece que no sabe nada de medicina?.

- Ya se lo dije doctora, lo haré yo porque no permito que nadie me toque y menos una mujer-. Dijo el hombre con voz ronca.

- ¡Uy Perdón señor!. Respondió Valeria asustada y se volvió a sentar.

Este hombre no le da buena espina, su tono de voz lo dice todo.

Y es así como la doctora y el señor mafioso han tenido su primera discusión.

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