Capítulo 7

―Pero ¿Quién se supone que son estos nuevos tipos y por qué quieren acabar con nuestro mundo? ―dice Gregos esta vez, quien pasa su mirada de Einar a mí y devuelta, como si yo debería sentirme culpable por no informarles de todo aquello que me ocurrió en el cuartel de Einar allá en la manada Plata.

Si hay algo que he aprendido del mundo de los lobos es que no se puede poner la fe en los alfas, como bien me lo dijo mi madre.

“Lo cierto es que no les diré nada”, se burla Einar del alfa y da una mirada alrededor de la sala, mofándose de todos, “solo quería exponer la razón de todo lo que hice, que vieran que tenía razones bien fundadas”, se burla de Gregos y de todos nosotros, “tomé medidas extremas, pero los que vienen detrás de mí son peores”.

No sé por qué rayos no me sorprende lo que acaba de decir, un clásico si alguien lo pregunta, porque ahora que todo el mundo está interesado en su argumento, ya sabe que no querrán darle sentencia de muerte hasta que confiese, el muy ladino.

Pero no se va a quedar sin castigo, de eso estoy más que segura.

―Ya veo―dice Dahlia, quien pienso que debe estar pensando lo mismo que yo―pero no te creas que ese secreto que estás guardándote te librará de tu destino, Einar, porque te aseguro que todos aquí pediremos que mueras, como la rata eres―añade mientras se levanta de su puesto y ahora está gruñendo, como nunca la había visto perder los estribos―pero sé que eres un lobo sensato y que debes saber que todo lo que has hecho hasta ahora no servirá de nada, sino confiesas, porque luego de tu muerte la amenaza seguirá justo ahí donde la dejaste―agrega y ahora Einar se ríe dentro de su bozal, como si le importara un bledo todo.

“Es irónico como ahora todos quieren saber, justo cuando la amenaza toca a su puerta, sin embargo, todo esto lo pudimos evitar hace mucho, cuando mi bisabuelo le advirtió al mundo de los lobos sobre los hijos de Selene”, se mofa el acusado, pero se queda callado, porque ya sabemos lo que quiere.

Pero no pienso permitirlo.

―Pues, yo digo que deliberemos de una buena vez y démosle su veredicto de culpable, que lo único que está haciendo es distrayéndonos para que le perdonemos todas sus trasgresiones―dice Lars, golpeando la mesa con su puño y dando un gruñido, mientras mira a Einar, el cual se ve muy divertido.

―Yo lo secundo―dice Daven, asentando su cabeza, mientras mira a Lars―ya está bueno de alargar más este juicio, mientras seguimos escuchando la perorata de esta miserable escoria―añade y se vuelve a escuchar los murmullos de todos los alfas.

―Con el perdón de los dos alfas que han hablado antes de mí, pero me parece que no podemos desestimar todo lo que acaba de decir Einar, solo porque es Einar―dice Olson esta vez y capta la atención de algunos―hasta la propia Alanna, que lo debe estar odiando más que cualquiera de los que estamos aquí, ha tenido que confesar que esa amenaza sí que es real―agrega y ahora el murmullo se vuelve un mar de ruido, por parte de todos los alfas.

―Pues, yo propongo algo que puede que nos ayude para saber qué vamos a hacer con este lobo ladino―dice esta vez Engla y no puedo evitar gruñir en su dirección, porque esa loba le tiene el ojo puesto a Kieran.

Mi pareja destinada.

― ¡Silencio! ―exige la presidenta del concejo, mientras vuelve a sonar por enésima vez su martillo contra la mesa― ¿y cuál sería tu solución? ―le indica a la alfa y esta comienza a dibujar en su cara una amplia sonrisa.

―Se la diré, alfa presidenta, pero creo que primero deberíamos devolver al prisionero a su celda―le sugiere y Dahlia la mira con mucho recelo, pero hace lo que pide y Ketin y Kristoff toman a Einar y se lo llevan hasta las mazmorras, esta vez, dejando a mis hermanos solos delante de todos esos alfas, y diría que esto solamente competen a ellos y que Adal y Alan deberían irse, salvo que ellos tienen derecho a saber sobre el destino de su torturador.

―Y bien―le dice Dahlia a Engla―ya puedes dejar el misterio y contarnos tu plan―le pide y esta se acomoda dentro de su puesto.

―Pues, la clave está en lo que acaba de decir Einar, por supuesto―nos asegura y veo a muchos anonadados con lo que dice la alfa―según él, esto lo advirtió su bisabuelo hace ya tiempo, eso quiere decir que su familia viene planeando esto desde hace mucho, por lo que deben tener información valiosa para este caso―añade y ahora veo que esta loba casquivana tiene algo de cerebro―deberíamos ir a su manada y ver si hay una evidencia de lo que nos ha contado tanto él como Alana, si le parece, alfa presidenta―nos comenta y me da tanta rabia su respuesta, que quiero arrancarle la cabeza, porque tengo que reconocer que es una buena idea.

―No me queda claro si esto sería antes o después de sentenciarlo a muerte―le indica Lars molesto y es apoyado por Olson, por supuesto. Entonces recuerdo algo muy importante.

Que yo soy el alfa de la manada Plata.

―Pido la palabra, alfa presidenta―le pido y ella asienta con la cabeza―creo que la idea de Engla es bastante razonable―señalo y todos me miran esta vez―pero no creo que sea potestad de este concejo entrar a mi manada sin mi consentimiento―le digo a Dahlia, pero le doy una sonrisa sarcástica a Engla―así que, si hay alguien con la autoridad o un interés mayor al mío para ir allá y encontrar evidencia de lo que ha hablado este lobo, me parece que debo ser yo y solo yo la que vaya allá y encuentre información que este concejo necesita―concluyo y todos me miran y tragan en seco.

―Pues, yo no estoy de acuerdo con todo esto―asegura Niels, quien se pone en pie y tiene su cara toda roja―lo que menos necesitamos es extender este juicio un minuto más―agrega y todos lo miramos desconcertados, sin embargo, recuerdo el motivo principal de toda esta objeción.

Su hijo acaba de nacer.

―Yo propongo algo más, si a todos les parece―se levanta esta vez Kieran, mientras le hace un asentimiento de cabeza a Niels―todo este tema de Einar nos tiene agotados y sin embargo, parece no terminar―señala y mira a un lado y al otro de la sala―así que propongo que suspendamos este juicio hasta que encontremos la información que se necesita o la falta de ella, en todo caso―les dice y hace una pausa para comprobar la atención de los alfas―si les parece, dos semanas podrían ser suficientes para que hagamos las pesquisas suficientes, mientras todos los alfas de esta sala podrán ir a sus manadas y organizarlo todo―entonces me mira y me da una mirada tan sexy que siento cómo se me calientan las mejillas y otras cosas más―si la alfa de la manada Plata está de acuerdo, claro―agrega y yo asiento de inmediato.

― ¿Volver aquí, dices? ―señala Lars―te recuerdo que hasta hace poco mi manada vivía en tus fronteras, Kieran―le recuerda y este frunce el ceño en su dirección―tengo mucho por hacer y, a diferencia tuya, no tengo mucho reemplazo en mi manada para mi puesto como alfa, así que les pido a todos aquí que acabemos con esto de una buena vez y que todos podamos devolvernos hasta nuestras manadas y nuestras familias―añade más que cabreado.

―Pido hacer una moción, si está de acuerdo, señora presidenta―interviene esta vez Niels, quien ahora se ve mucho más calmado―soy el primero en querer devolverme para mi hogar―indica y hace una pausa, para comprobar que todos le prestan atención―pero en definitiva, no quiero al próximo peligro inminente tocando mi puerta, mientras trato de reconstruir mi manada―añade y varios asientan con la cabeza―y si depende de mí, yo regresaré las veces que sea necesario, con tal de encontrar la decisión correcta, aunque me queje una y mil veces en tener que hacerlo―agrega, pero esta vez mira fijamente a Lars, quien pone los ojos en blanco―así que propongo algo, que el concejo de la Luna se reúna aquí dentro de dos semanas con los alfas que quieran regresar, pero todos aquellos que no vuelvan no podrán protestar por la decisión tomada.

―Yo secundo esa moción―dice esta vez Aren, quien no había intervenido hasta ahora―Niels, Engla, Alanna y Kieran tienen razón en todo esto y tenemos que tomar una decisión bien pensada―reafirma lo dicho por Niels y algunos comienzan a asentir con la cabeza.

― ¿Y qué pasará con Einar? ―señala Ingria y yo pongo los ojos en blanco― ¿dónde estará mientras se vuelve a reunir este concejo?

―Pues, en el mismo lugar en que ha estado durante ya casi dos meses, querida―le dice Dahlia con algo de petulancia en la voz―en las mazmorras de Luna Escarlata, claro está―le indica y algunos ponemos los ojos en blanco, como si lo hubiéramos practicado.

―Oh, pues, no sabía―responde algo indignada.

―Bueno, si ya todo está aclarado, procedamos a votar por la moción de Niels―nos pide a todos la alfa presidenta y nosotros le prestamos toda nuestra atención―los que estén a favor, levanten la mano―nos solicita y cuento unas dieciséis manos arriba, incluyendo a Lars, lo que no puedo decidir si me sorprende o no, considerando toda la verborrea que tuvo hace un momento, sin embargo, aunque todo el mundo sabe que actúa por impulso, resulta que no es tan mal alfa como aparenta.

De hecho, si le hubiera hecho caso la última vez que me secuestraron, me hubiera cuidado un poco más.

―Pues, creo que esto ya está decidido―nos comunica la presidenta del concejo de la Luna―ahora, espero tus resultados, Alanna, ya que es lo único que evita que sentenciemos a Einar ahora mismo.

―Por supuesto, alfa presidenta―le digo con una sonrisa―soy la primera en querer que este lobo pague por todo lo que nos ha hecho a toda su familia.

―Bien―nos dice la alfa presidenta y todos intentan levantarse, pero ella golpea nuevamente su martillo―creo que todavía no hemos terminado esta reunión, porque hay un punto pendiente, me parece―nos asegura y algunos quedamos desconcertados, así que ella aclara―la compensación hacia Alanna y su familia por los errores cometidos por este concejo en el pasado―comenta y algunos quedan anonadados por sus palabras, pero otros fruncen el ceño de inmediato.

―Con todo el respeto que se merece, alfa presidenta, pero creo que ese es un error que cometieron otros y no es justo que ahora paguemos las consecuencias de ese error―interviene Esben esta vez, quien tampoco había hablado hasta ahora.

―Pues, creo que en eso te equivocas―señala Gisli a su lado―no fuimos quienes tomamos esa decisión, pero pagamos las consecuencias, cuando Einar decidió atacarnos con su ejército invencible―nos recuerda y Esben traga en seco―y creo que debemos dejar un precedente para el futuro, para que ningún concejo vuelva a creer que nosotros, los alfas, somos seres intocables; que puede haber justicia hasta para los alfas, como bien lo estamos haciendo con Einar ahora, pero que esto pudimos haberlo evitado, si tan solo hubiéramos dejado de lado nuestro prejuicio hacia una beta―finaliza y sus palabras me conmueven de una manera tal, que tengo que luchar con algunas bruscas molestas en mi ojo.

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