Capítulo cincuenta y cinco.

Eric.

—Tienes que descansar. Esto no es sano...

—No necesito dormir.

—No servirá que lo evites, ¿sabes?

Suelto un resoplido.

—¿De verdad piensas que te haré caso?

—Estás actuando como un idiota—recalca, con notoria molestia.

—Chiara...—asevero entre dientes.

—Eric.

Cierro los ojos con debido cansancio y tiro la cabeza hacía atrás, apoyándome contra el cabecero del asiento del auto. Esta misma me palpita a tal punto que parece que va a estallar. No sé cuando fue la última vez que dormí ocho horas, pero parece lejano.

—Solo...—suspiro—, deja de intentarlo.

—No, no lo haré. ¿Te crees que es fácil para mi decirte esto? Porque estás jodidamente mal de la cabeza si piensas eso. Es mi familia, Eric, por el amor de Dios. Ni siquiera sé si está muerta o viva y mentiría si dijera que eso no me está carcomiendo la cabeza, pero estar así... No llegarás a buen puerto—termina diciendo casi con nostalgia—Y todos necesitamos estar bien para cuando la encuentren.

—¿Crees que fue él?—pregunto, desvian
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo