CAPÍTULO 2

Las palabras de Alexander se mezclo con el aire frío que helaba los huesos a los presentes, las palabras del Líder a Blas le dejaba en claro que Alexander estaba hablando enserio, de hecho nunca fue un hombre de bromas.

¿Está seguro de la decisión? Preguntó Blas.

Si no estuviera seguro Blas te aseguró que no estarías en este preciso momento delante de mí, puedes negarte, pero mañana todas las noticias informarán del accidente de tránsito que sufriste y que se lamenta con profundo pesar tu fallecimiento.

Las palabras de Alexander hizo que Blas sintiera un escalofrío recorrer su cuerpo. Si Alexander Santoro lo decía, es por que ya tenía todo calculado aquel accidente.

Firma, ese es el precio por una de tus hijas y elijo a la menor, al firmar el documento tu hija me pertenece hasta la muerte, incluso si muere lo tiene que hacer en mis manos.

Amara estaba sin rastros sangre en el rostro el miedo y todo lo que implica el hombre en sí la asustaba, su hermana mayor lo único que podía hacer era agarrar sus manos. Mientras que Alicia tenía las manos atadas no podía intervenir, pero imaginarse a la pequeña Amara en el poder de Santoro era aterrador.

Alexander se levantó de dónde estaba y le extendió una pluma a Blas - Te doy un minuto de tiempo -

Blas al ver la cantidad de dinero que Alexander ofrece por Amara dejó escapar una pequeña sonrisa, mientras su firma era estampada en el documento.

El destino de Amara había sido elegida, las lagrimas empezaron a llenar los ojos de la dulce joven con los ojos verdes.

Muy bien, pasemos al comedor - Alexander estaba como si hubiera adquirido una nueva propiedad.

Nadie se atrevió a pronunciar ninguna palabra, pero el corazón de Amara y Lorena dolía.

Amara - La voz de Alexander asustó a la mujer - Está noche regresarás con ellos, pero mañana te vienes aquí, desde esta noche me perteneces.

Señor Santoro - Alicia ya no estaba soportando esta situación

Señora Mendoza, mujeres en el negocio no es buena idea si tiene algo que decirme primero discuta con su marido al fin y al cabo el es el que acaba de vender a su hija.

¿A caso, le has dado otra opción? Contestó enojada Amara.

Este es un juego que solo yo me se, si nadie pide tu opinión no la des y he cambiado de idea no volverás con ellos, y si quieren verla deberán consultarme a cerca de su visita yo veré de acuerdo al día, el tema de las visitas.

Y buenas noches, que disfruten - Alexander se levantó y salió del comedor. Al momento en que la familia quedó sola Amara se levantó para enfrentar a su padre.

¿Tan poca cosa soy para ti? Preguntó Amara con el dolor palpable en ella.

Tan poco cosa no eres ofreció una buena cantidad, además tu misma ya lo has dicho no tuvimos otra opción, así que no tiene caso llorar por la leche derramada.

Quiero que se vayan, no quiero volver a verlos especialmente a ti papá, no eres capaz de proteger a tu hija ¿que protegerás tu estúpido dinero, tu estúpida mercancía? nunca esperé nada de ti, y aún así logras decepcionarme - Amara se fue a mirar desde el ventanal, pero Alexander había escuchado las palabras de la mujer, dejando ver una sonrisa aterradora.

La familia salió de la mansión al momento en que Alexander observó el vehículo alejarse, realizó la transferencia a la cuenta de Blas, el hombre bajo con su aura intimidante y peligrosa, y se había dirigido en dónde se encontraba Amara- ¿Me tienes miedo? No deberías- La ironía en la voz de Alexander inquieto más a Amara.

¿No piensas hablar? El hombre no tenía mucha paciencia que digamos.

No quiero hablar contigo, solamente porqué eres el hombre más poderoso y peligroso puedes manejar todo an tu antojo con amenazas de muerte, prefiero morir - Amara se dio la vuelta no tenía ni la menor idea en dónde se iría, pero cualquier sitió era mejor que estar cerca del criminal que acababa de cambiar su destino.

Pero antes de que siguiera su camino las manos de Alexander la detuvieron, acercando el rostro de la mujer al suyo, posteriormente la agarró de la barbilla- No son sólo amenazas, yo soy un hombre de palabra, entiendes - Las facciones del rostro de Alexander se endurecieron - La primera habitación a la izquierda será la tuya, y no te acerques ni siquiera mires hacia la derecha, no tienes la autorización de estar cerca de mi habitación.

Alexander se alejó de Amara, dejando a la mujer con un pequeño dolor por la fuerza que ejerció en ella, su pequeño y encantador rostro se enrojecio, Amara subió las escaleras encontrando rápidamente la primera habitación, la cerró con llave y se lanzó a la cama, las lágrimas empezaron a salir, la tristeza la impotencia la invadían, y esto le estaba haciendo daño, una noche en donde las estrellas iluminaban el cielo oscuro, sus sueños se han vuelto oscuros, tan oscuros cómo los negocios del hombre con quién compartirá su vida.

Esto no era lo que ella quería, de hecho nunca lo imaginó, entre tanto llanto la joven se había quedado dormida, mientras que Alexander se encontraba en su despacho.

El hombre levantó el teléfono celular y marcó el número de uno de sus hombres- Prepara la camioneta voy a salir.

Segundos después el vehículo se estacionó delante de Alexander, el hombre condujo hasta el Panteón de la Familia Montero, lugar en dónde reposan las cenizas de su ex novia y su gran amor. El hombre aflojó su corbata - Julia Montero, mi vida, desde está noche empieza mi venganza en tu nombre, la Venganza del Mafioso.

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