cierro mis ojos
cierro mis ojos
Por: Betty Rendon Mancilla
el empiezo de mi historia

Transcurría el año de 1957 yo estudiaba en la secundaria de España era una de las escuelas algo prestigiosas, estaba por cumplir los 15 años, tanta era mi ilusión en tener mi fiesta y mis chambelanes, pero el único que me interesaba, era Raphael Sánchez un chico que estudiaba en el mismo salón que yo a decir verdad mostrábamos interés el uno por el otro, me estaba arreglando para la escuela cuando mi madre Esther me llama                                                                                                         ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­

— Hija, llegarás tarde para la escuela — me dijo mi madre desde la puerta esperando que yo saliera 

— Voy madre — le dije a mi madre, mientras agarraba mi mochila para salir de mi cuarto.

  — También tenemos que ver todos los detalles para la fiesta de tus 15 años — dijo mi mamá emocionada porque cumpliría 15.

                                                                                                                                                                   

 — Si mamá, pero yo ya sé quién será mi chambelán — le dije mientras esbozaba una sonrisa.

 

— ¿Quién es hija? — me pregunta mi madre intrigada.

— Raphael — le dije a mi mamá mientras suspiraba.

— No me gusta ese muchacho para ti además no es de nuestra clase — me dijo mi madre con cara de desagrado.

— Siempre con tus clases sociales — le dije negando con la cabeza, odiaba que mi madre hiciera distinciones.

— Solo sé que ese muchacho no te conviene — me dijo mi madre cruzando de brazos.

—Como digas mamá, nos vemos más tarde — le di un beso en la mejilla me salí de mi cuarto para después dirigirme a la escuela.  Al llegar vi a Raphael parado en la puerta, él me vio y me da un beso en la mejilla.

— Hola Aline — me dijo Raphael sonriendo tiernamente.

—Hola — le dije sonriendo algo tímida.

Raphael me dio una paleta haciendo que yo sonriera amaba sus atenciones conmigo.

— Escoge una mano — me dijo Raphael de repente algo escondía haciendo que mi curiosidad creciera.

Escogí la mano derecha de Raphael en ella había un dije que tenía la mitad de un corazón

— Es hermoso — le dije mientras veía el collar era verdaderamente hermoso.

— voltéate te pondré el collar — me dijo Raphael con la intención que me volteara.

Sentía como Raphael me ponía la cadenita que de ahora en adelante la tendría siempre conmigo pasan las horas que de verdad fueron eternas ya quería llegar al salón donde serian mis XV años hasta que por fin salimos de la escuela por lo que tome la mano de mi novio para ir rápidamente al salón una vez que llegamos yo miraba el salón, muy emocionada.

— Mira el salón es hermoso — le dije mientras miraba el lugar no podía creer que aquel salón iba a ser mi castillo.

Es muy grande el sitio, mira hay una pista de baile — me dijo Raphael sonriendo mientras señalaba la pista de baile.

Me llevo de la mano hasta la pista de baile me imagina mi fiesta bailando junto a el nada me importaba yo solamente quería bailar junto con Raphael el chico que me hace sentir enamorada a pesar de mi corta edad.

Pasaron los meses estaba a nada de cumplir mis XV años, sin embargo, Jeanette mi hermana tenía 16 años le gustaba Raphael en secreto y sabía también que me envidiaba según ella por ser la más bonita en todo porque todo mundo me quería no la juzgaba, ya que mi hermana jamás sé ha dado a querer ella siempre hacía distinción por las clases sociales.

Supongo que te acompaño Raphael ¿Verdad? — pregunta mi hermana con los brazos cruzados.

Si es mi novio — respondí de lo más normal.

¿Desde cuándo mamá te deja tener novio y más de alguien como él? — pregunta mi hermana intrigada le llamaba la atención que nuestra madre nos permitiera tener novio.

¿Ya empezarás en lo mismo? — le pregunté fastidiada sus intrigas y sus aires de grandeza de verdad me fastidiaba.

Es la verdad Raphael él no es de nuestra clase hace bien mamá en alejarnos de él — respondió mi hermana juzgando la clase social de mi novio.

¡Ya estoy cansada de que siempre estés juzgando por su condición social! — le grite a mi hermana me había hecho enojar solamente por juzgar a las personas y aquietarlas ahora entendía por qué Jeanette no tenía amigos.

Como sea se lo diré a mamá —dijo mi hermana amenazándome con acusarme como era su costumbre.

Anda atrévete a decirle — le grité a mi hermana extendiendo mi brazo señalando el cuarto de nuestra madre estaba enojada y cansada de las intrigas de Jeanette, pero decidí ignorarla subiendo las escaleras para llegar a mi cuarto una vez que estaba adentro me senté en la cama viendo el dije que me regalo Raphael.

Sin embargo, mi novio estaba yendo a trabajar se ganaba la vida trabajando de ayudante de panadero dándole gastos a su mamá que estaba muy enferma... Al llegar la noche Esther se entera por medio de Jeanette éramos novios me encontraba haciendo la tarea cuando sin previo aviso entra mi madre y me da una bofetada.

Me sobé la mejilla sentía mis ojos arder era obvio que quería llorar

¿Por qué me pegas? — pregunté incrédula mientras me sobaba mi mejilla.

¡No puedo creer que andes de novia con Raphael te deje muy claro que él no te conviene! — me gritaba mi madre enfurecida.

Él es muy bueno, mamá solamente conócelo en la fiesta y verás ...— le dije a mi madre tratando de convencerla, pero mi madre no me deja hablar.

¡De ninguna manera! ¡Te dije que no quiero que él esté en tu círculo social! — gritaba mi madre enojada mientras que yo quería llorar porque ella no me escuchaba se dedicaba a regañarme, pero veía con cierto coraje a mi hermana quien estaba sonriendo amaba que mi madre me regañara amaba que las cosas me salieran mal.

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