Capitulo 4

Capítulo 4

Salgo del salón de clases y entro en un pasillo lleno de estudiantes, afortunadamente tomé todos los libros que necesitaba en el día, por lo que no debo volver a los casilleros, giro a la izquierda y camino hacia el patio, Dereck sigue conmigo todo el tiempo y por primera vez, su compañía no me molesta, al menos no mucho.

—Gracias por ayudarme — digo rompiendo el incómodo silencio.

—No hay problema — murmura.

Salimos al patio, la fría ventisca del otoño recorre mi cuerpo rápidamente. Veo a mis amigos sentados al otro lado del patio, están sobre la hierba, como si fuera un tipo de picnic. Me dirijo hacia ellos y me siento junto a mi novio, Dereck deja caer el resto de los libros ruidosamente y se sienta a mi lado, saca su teléfono y mira la pantalla.

Frente a nosotros está Jeff, Miranda y Stiven mirándonos a Dereck y a mí, me encojo de hombros y recuerdo las palabras de Jake.

—Oye Miranda, ¿Qué hiciste anoche? — le pregunto.

—Fui a una clase de baile — dice llevándose una cucharada de pastel a la boca.

—Bueno, quiero decir… ¿Con quién estabas? — Jeff me mira y luego mira a Miranda, él espera su respuesta con una ligera ansiedad.

—Patrick decidió acompañarme a casa, ¿Tienen algún problema con eso? — pregunta mientras agita la cuchara.

—Es solo que… Jake dijo que te vio como si… — susurro, ahora los ojos de todos están puestos sobre mí.

—Jake es un idiota, y su hermana es mi más grande enemiga, nuestra enemiga — corrige mirándome, es verdad, Olivia.. es un año mayor que nosotras, terminará la escuela este año, sus padres son la mayor competencia de mis padres, por lo que nuestras familias se han odiado durante años.

Olivia es famosa por sus bromas estúpidas y suele humillar a los demás de todas las formas posibles, hace unos meses lanzó una especie de amenaza y campaña contra Miranda, comenzó a decir que Miranda estaba saliendo con una chica y persuadió a casi toda la escuela de que Miranda había salido del closet y la mayoría de los estudiantes le creyeron.

Desde eso odio a Olivia un poco más, y Jake, como de costumbre, probablemente había creído en las palabras de su hermana, era ingenuo, lo sentía por él, estaba segura de que no sabía lo mala que podía ser su hermana, y hablando de ella. Estaba completamente segura de que pronto volveríamos a tener un enfrentamiento con ella. estúpida peliteñida.

Miranda gruñe con fuerza y Jeff la atrae suavemente hacia él y la besa, le escucho susurrar “estará bien, estaremos bien".

Denny trenza nuestros dedos y acaricia suavemente mi mano con el pulgar. Sonrío involuntariamente.

—Esperemos que haya un gran escándalo por culpa de esa bruja — murmura Stiven, y termina el pastel a medio comer de Miranda.

Después de que termina la clase, dejo mis libros en el casillero y me dirijo por el pasillo hasta la salida del estacionamiento donde Dereck me está esperando. De repente, Olivia dobla la esquina. M*****a sea.

Respiro profundamente, sabiendo muy bien que no tengo adónde huir. La chica me atrapa con la mirada y comienza a caminar hacia mí, arrastrando a su séquito de tres con ella. Ajusto la bolsa sobre mi hombro y con confianza camino, mientras paso, Olivia tira de mi camisa, obligándome a detenerme.

—¿Qué quieres de mí esta vez? — pregunto impaciente.

—¡No vas a creer a quién vi ayer! — dice con entusiasmo artificial. — ¡Se veían tan tiernos! Cómo dos pollitos suavecitos.

—Ese es un apodo muy creativo de hecho — comento.

Sé perfectamente que está mintiendo.

—Resulta que tengo fotos de ellos — agita su teléfono frente a mí. En la foto solo sale Miranda y Patrick riendo, no hay nada más comprometedor. Ruedo los ojos con fastidio.

—Olivia, solo es una foto… — le digo con calma. — no entiendo porque estás tan emocionada.

—Tal vez no lo crees, pero lo único que necesito es estar un rato a solas con Patrick para que él confiese que de acostó con tu mejor amiga.

—Claro, se perfectamente como sacarás esa información, tu serás quien se acueste con él. No me interesa lo que él, tu o tu hermano digan de Miranda, yo sé quién es ella y es lo único que importa, Miranda es una buena persona, no es una zorra, como tú.

La mano de Olivia sale volando a la velocidad de la luz, sus largas garras se anclan en mi cabello y tira hacia abajo. un grito de sorpresa se escapa de mi garganta, intento mirar a mi alrededor en busca de ayuda pero es inútil, el dolor por el agarre no me deja ver lo suficiente pero en lo poco que veo, no encuentro a nadie conocido.

La otra mano de Olivia golpea mi mejilla y mi rostro gira a la derecha, ella sigue sin soltarme el pelo y yo intento por todos los medios liberarme, Olivia levanta la mano por segunda vez, cierro los ojos, esperando el dolor pero en vez de eso solo escucho una voz.

—Suéltala ahora mismo — Es Dereck.

Olivia se gira y me suelta el pelo, caigo al frío suelo, veo a Dereck caminando rápidamente por el pasillo y se detiene frente a Olivia, la mira con furia. — Si la vuelves a tocar… — sisea. Su tono de voz es tan duro y frío que las dos quedamos sorprendidas.

Olivia claramente no estaba acostumbrada a que un hombre la tratase así, su séquito de amigas se acercan a ella para ver si todo está bien.

—Esa fue mi primera y última advertencia — gruñe Dereck y se fuera para mirarme.

Bajo la cabeza avergonzada, no quiero que piense que soy débil. Un dolor punzante se extiende por mi mejilla izquierda, presiono mi mano sobre mi piel, mis dedos se mojan, ¿Estoy llorando?

Dereck me ayuda a ponerme de pie y quita mi mano de mi mejilla, sigo con la cabeza baja, no quiero que me vea así, el único que me ha visto llorar ha sido Denny y no es algo que me agrade. Detesto que me vean llorar.

¿Y Denny? ¿Dónde está Denny?

Dereck agarra mi barbilla y levanta mi rostro, hace una mueca levemente ante lo que ve, lanza un corto “vamos” y coloca una mano en mi espalda, no tengo la fuerza suficiente para discutir con él, por lo que obedezco e ignoro su toque. Salimos al estacionamiento, algunas miradas curiosas caen sobre nosotros dos.

Cómo corresponde a un guardaespaldas decente, Dereck me sostiene y protege. Mi cabello cubre mi cara o al menos eso espero, no quiero que me vean así.

Dereck se detiene junto al auto y abre la puerta del copiloto, me ayuda a subir y luego gira el auto y sube a su asiento. Sostengo mi mejilla que arde de dolor, de repente siento el calor de Dereck, está inclinado sobre mi y me coloca el cinturón de seguridad, asiento en señal de gratitud.

—¿Qué les vas a decir a tus padres? — pregunta y gira la llave para encender el auto.

Mis ojos se abren, no había pensado en eso. No puedo dejar que mis padres me vean así, insistirán en qué hicieron lo correcto al contratar un guardaespaldas y nunca más iré sola a algún lugar.

—No pueden verme — susurro — Dereck, por favor… — las lágrimas ruedan por mis mejillas.

Dereck frunce el ceño cómo si se preguntara qué hacer.

—Ya veremos… — dice y arranca el auto.

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