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   UN BEBÉ EN EL LUGAR DEL LICÁNTROPO

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- Qué suerte tienes hermana - habló Rubi mirando al cielo.

Esmeralda no contestó nada, en realidad fue muy afortunada, nació y está destinada a ser una velut luna mientras que su hermana menor es sólo una cimex luna, que aunque encontrara pareja, no tendría ningún valor noble dentro de la manada. 

- Espero que tengas muchos cachorros, estoy segura de que no tardarás mucho - su voz suena tranquila y en sus labios rojos naturales una sencilla sonrisa los adorna.

Rubí ama a su hermana y este amor es recíproco, entre todas ellas es la única que nunca la trató mal, sin embargo, Esmeralda no tuvo poder para liberar a su hermana menor de todo lo malo que le sucede dentro de la manada, y un ejemplo de esto son los moretones en sus brazos, hace unos tres días las hembras golpearon a Rubí como una forma de liberarse de su ira.

Los lobos aislados existen, y la gran mayoría es de omegas y lunas cimex, la vida es mucho más dura cuando están solos. La mayor parte de ellos mueren al salir de la manada, pues son demasiado frágiles.

Sin embargo, cuando la pareja omega se va y vive por su cuenta, el vientre de la luna cimex se vuelve fértil, sin embargo, los padres no pueden proteger a sus crías y todas acaban muriendo, atacadas por otros lobos o por inanición, ninguna de ellas puede cazar a sus presas debido a su naturaleza condoliente. Y así soportan la humillación causada por sus hermanos y hermanas.

Un fuerte aullido llena los tipans de las hembras sentadas en el mullido suelo cubierto de nieve frente al lago helado. Esmeralda sabía que el alfa la llamaba. Iban a aparearse una vez más. 

- Mejor no hacerle esperar - habló Ruby y se abrazó a sus rodillas.

Esmeralda suspiró y se giró, si comparaba su forma lupina con la de su hermana menor, es tres veces más grande, su dominio es trescientas veces más rudo, diez veces más fuerte, siete veces más rápido...

Esmeralda se acercó a Ruby y pasó su gran cabeza peluda por encima de la cabecita de la menor en una forma de abrazo. Permaneció así unos segundos, pero se retiró cuando escuchó la segunda llamada de su compañero.

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Diez lunas después

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La luna llena brilla en el cielo dando la sensación de que hasta la propia diosa esperaba el nacimiento de la primera camada de Esmeralda. Lo que realmente hacía la diosa, lo advirtió, no le hicieron caso, ahora pone en práctica su promesa de hace años. Las estrellas parecen aún más brillantes, toda la manada escuchó el aullido de su alfa anunciando que los cachorros estaban a punto de nacer; después de diez largos meses de espera. La sorpresa fue sin duda impactante.

A cada momento los otros miembros de la manada aullaban a la luna, el frío viento invernal llevaba el sonido de sus aullidos por toda la región y podía ser escuchado incluso por las otras manadas, todos los miembros tenían la esperanza de que naciera entre los cachorros un auténtico moonling, que naciera uno auténtico dentro de la manada sería el mayor honor de todos, y por fin la manada Nascent tendría ventaja sobre las demás. La esperanza era aún mayor porque la actual lunam genuina presentada está embarazada y por el destino o no, ella al igual que la velut luna está diez lunas en espera. 

Esmeralda tenía una barriga enorme, apenas podía mantenerse en pie y se pasaba todo el tiempo tumbada en su madriguera (en la gran sala del castillo de la manada Rising), nadie entraba dentro, ni siquiera su hermana pequeña, el alfa podía verla como un peligro para sus cachorros y matarla sin ningún tipo de remordimiento, el único que podía permanecer cerca de la velut era él, el alfa, el protector, el compañero. Los demás apuestan por una camada de diez cachorros o más. Esta es la primera barriga desde que se introdujo la velut luna hace un año y medio.

Cuando la pareja alfa consigue finalmente engendrar descendencia, es costumbre que los padres permanezcan en sus formas lupinas hasta que las crías tengan seis meses de edad. Las crías nacen como pequeños lobos, y cuando tienen seis meses empiezan a aparecer los primeros signos de licantropía, el pelo empieza a caerse y las garras dan paso a los dedos, los ojos dejan de ser negros y se comienzan a adquirir formas humanas.

La abundante sangre que inundaba el suelo hizo que el alfa rompiera a sudar frío incluso en su forma lupina. Era inusual, los gruñidos de dolor eran demasiado agudos y herían los sensibles tipanes. Velut luna estaba sufriendo, y también el alfa.

Fuera de la habitación, Ruby escucha los gemidos de dolor de su hermana con el corazón apretado, los cachorros estaban tardando demasiado en nacer, esto no era normal. 

Dentro de la habitación ocurrió lo anormal, el nacimiento obligó a velut luna a volver a su forma humana, los gruñidos se convirtieron en gritos tomando a todos por sorpresa. 

¿Qué está pasando? - todos los licántropos se preguntaron, inquietos, sus aullidos cesaron. 

Dando el grito más largo, prácticamente desgarrando su garganta, el cachorro nació, sin pelo ni garras. A los ojos del licántropo alfa, era una vergüenza cargada de humillación.

Convirtiendo sus dedos en garras, Esmeralda cortó el cordón umbilical, tomó al niño en su regazo y sus ojos se llenaron de lágrimas, era su hijo, un pedazo de su ser, el amor era evidente en sus ojos y gestos. ¡Esto no estaba bien!

Cuando los cachorros nacen con defectos, las madres se los comen para ir en busca del macho para aparearse y generar otras crías, sanas y fuertes. Pero a los ojos de Esmeralda, su hijo está sano y es perfecto. No huele ninguna enfermedad o deformación. 

- ¿Qué has hecho? - pregunta el alfa con su horrible voz mientras se acerca a la hembra.

- I...  No sé, yo... 

- ¿Te atreviste a traicionarme? - Si no se comió al cachorro, entonces nació perfecto. Y si nació perfecto, no es el hijo del alfa. 

- ¡No! Nunca habría hecho eso, y si lo hubiera hecho, lo olerías y...

- ¡Seguro que hablaste con esas malditas brujas! 

- ¡No! Respétame...

- ¡Cállate! Hembra asquerosa. ¡Desgraciada! Traicionera - gritó dando a todos los que estaban fuera el miedo de lo que iba a pasar.

Con el cuerpo temblando, sin aliento se dio cuenta de la intención de su compañero, quiere matar a su cachorro. 

El gran lobo salta hacia ella, pero ella aún siendo débil gira sobre la cama y corre hacia la puerta, abriéndola y saliendo rápidamente, no tan rápido como quisiera, sus piernas son débiles, en sus brazos un bebé humano que hasta quiere llorar, sólo sabe que está vivo por el calor que emana de su cuerpo.

El aullido aclara el orden, todos los miembros de la manada se transforman y comienza la caza. Esmeralda no puede transformarse para escapar, debe salvar la vida del pequeño en sus brazos.

Con el corazón latiendo consigue salir del castillo por el pasadizo secreto, la nieve le quema los pies descalzos, pero no importa. La vida de su hijo es más importante.

- Ahhhh - el grito de dolor sale de su garganta.

Los colmillos de un licántropo transformado le agarran el hombro y le hacen perder el equilibrio cayendo al suelo, ni siquiera el contacto de la nieve helada hace llorar a la niña, pero la preocupación inunda el pecho de la madre, ¿no podrá salvar su posesión más preciada? Las lágrimas ya inundan sus ojos.