LA MUERTE DEL SULTÁN SAI BABA I

El demonio del abismo le reveló a cerca de una de sus anteriores encarnaciones de la cual fue:

Tú el heredero de las tinieblas, hace siglos atrás; eras el servidor en los rituales de Zalmoxis.Conoce, Franco, que Zalmoxis es uno de los seiscientos sesenta y seis nombres de la Primera Generación de las Tinieblas; y tú fuste uno de sus grandes sacerdotes, en un tiempo miles de años anterior a tu encarnación como rey; cuando aún no nacía la Noche Infinita.Y Zalmoxis te enseñó los rituales de la crucifixión; para acrecentar el poder sobre la Tierra, y debajo de la Tierra. Mas esto es una Página Ritual que se guarda con celo en los abismos infernales; tal Página aún está lejos del alcance de los neófitos. Más tú Franco el vampiro como una ofrenda inmensa que eres a las tinieblas por convertirte en una criatura de la oscuridad, se te ha revelado estos misterios. Guárdalos con celo y seguirás recibiendo más verdades de mi parte, solo te pido que me permitas entrar a la dimensión de los hombres y disfrutar de los placeres carnales que hay en su mundo.

—Materialízate demonio del abismo y has según tu voluntad, recuerda que estás sometido a mi poder y que cuando te necesite vendrás a servirse. —Le dijo Franco con imponente autoridad.

Han pasado casi 3 años del aparente fallecimiento de su amada prometida Bianca y Franco la seguía recordando, sentado en su trono se quedaba meditabundo recordando el ayer, después de aquellos momentos de soledad y a la vez de dolor, planificó la manera de ir por el sultán y no fallar como aquella vez que enviando a sus soldados de guerra para matarlo, se toparon con la sorpresa que él no se hallaba en su tienda de campaña y que otra persona vestida con los trajes reales del sultán yacía allí.

Franco envió esta vez a algunos de sus bárbaros para que se infiltraran en las filas de los turcos, quería todo tipo de información que le fuese de importancia. Sai Baba I después del destierro de Franco, vivía en paz y tranquilidad recibiendo los tributos de casi toda Europa y de algunos reinos del mundo oriental.

Palacio del sultán, Constantinopla

Él se encontraba tranquilo ya que su gran rival Franco según él no será más peligro alguno.

Sai Baba pensaba en sus adentros:

“Alguna vez fuiste como un hermano para mi Franco, pero tu necedad de no someterte a mis órdenes me obligaste a destruirte a pesar que en tu osadía eliminaste a miles de mis soldados.

En tiempos futuros todos sabrán que el gran sultán Sai Baba I, venció al más temible de los guerreros que bajo el signo de la cruz defendió a su débil dios.”

En silencio y en uno de los aposentos del palacio, un bárbaro camuflado de jenízaro lanzó una flecha con una nota en la puerta donde era la habitación del sultán, una vez que cumplió con su cometido salió del palacio para dirigirse lo más pronto posible de vuelta al castillo de Franco:

“Franco el que fue como un hermano cuando éramos pequeños he vuelto de la muerte y pronto iré por ti, nunca pensé que me darías la espalda y te olvidaras de los grandes momentos que vivimos juntos cuando yo me sentaba al lado de tu padre, y lo más doloroso de todo, es que tú anhelabas silenciosamente a mi adorada Bianca, teniendo un sin número de las mujeres más hermosas de tu Imperio, no te conformaste e intentaste arrebatarme a lo que más yo amaba. Lamentablemente para los dos ella ya no está más en el mundo de los vivos”.Tus días están contados Sai Baba I, ha llegado mi hora de continuar con mi venganza, pagarás por la trágica muerte de.Atentamente, F……..o

El sultán fue enseguida a buscar a sus guardias de élite y a sus jenízaros para que buscaran por todos lados a aquel que escribió esta amenazante carta. Todas las influencias del Sai Baba actuaron tanto dentro como fuera de su Imperio pero nadie hallaba respuesta alguna.

Franco antes de realizar su tétrico plan, decidió en su locura vengarse de las mujeres virtuosas de todos los turcos que invadieron el castillo Di Ángelo para atrapar a su querida Bianca.

El vampiro Franco hablando a los no-muertos de clase superior les encomendó un siniestro y macabro designio:

No-muerto, a los que sean indignos de ti, destrúyelos sin retraso ni remordimiento; mas esto ya lo sabes, y el remordimiento no forma parte de ti.Si fuiste humano, vagamente lo recuerdas. Ahora que eres vampiro, distante es tu recuerdo, como la muerte anterior que fue.Por lo que a ti he de revelarte la forma de capturar y atormentar a los nobles turcos que invadieron mi castillo, y cobardemente intentaron capturar a mi eterna esposa, para que puedas acompañarme durante mis cacerías por los vértices, a la vista de las criaturas de la noche y los espectros del inframundo.Sabido es por todos nosotros, los obscuros, que los turcos son intrusos que defienden a un Tirano dios. Y cada crueldad, y cada tormento infringido a ellos restablece, en parte, el Orden Obscuro y mi Venganza.No-muerto, yo, Franco, estoy contigo; te saludo; las Tinieblas te pertenecen. Y para capturar a un noble turco y atormentarlo harás lo siguiente:Recorran sus moradas en los palacios reales, y ve por su esposa y que mientras entable su relación su esposo; asegúrate que el turco converse y manifieste todo su amor a su mujer, por lo que ya conoces; y de éstas, será una mujer hermosa, joven y con maneras de ángel humano.Asegúrate que el amor entre esa mujer y su esposo; que por las noches, la mujer encienda una luz e invite a su prometido a entrar a su aposento, y que el turco sea consultado, y que el oráculo revele sabiduría útil para la mujer.En cuanto el turco se dirija con palabras de ternura y amor, y la comunión entre ambos se establezca; Usen su poder de transformación y apaguen toda luz que ilumine allí, antes que éste descubra tu presencia.La mujer será maravillada al contemplar cómo su prometido se vuelve más cariñoso que nunca; mas esto será sólo por un suspiro; te manifestarás tú en la forma que decidas, y tu horror sobrepasará a la belleza de la mujer; el turco intentará resistirse, y defenderá a la mujer, pero tu fuerza será superior, por cuanto te fue heredada por las tinieblas.Toma al turco y hiérelo en el cuello, para que su sangre bañe el cuerpo de la mujer; arráncale los ojos, destroza sus brazos y rompe su cabeza.Mas he aquí la importancia del Ritual: tú, No-muerto, si has comprendido misterios suficientes, serás capaz de conservar al turco con vida; si no lo haces, el Ritual se volverá contra ti.Y mientras mantienes al turco con vida, maldice a la mujer con la voz de su prometido; que éste que es su esposo, profiera insultos y calumnias contra la mujer; y blasfemias contra su Tirano dios.Que la visión del turco torturado, y las palabras de infamia, la conduzcan a la Dimensión que No Es, donde muchos obscuros nos deleitamos con espíritus mediocres.No tomes la vida de la mujer; antes bien, cuida que tenga larga vida, para que su locura sea entre la raza impía a la que pertenece. Que ellos vean cómo una mujer virtuosa se convierte en una bestia. Abre ahora el Umbral, y conduce al turco hasta las afueras de mi castillo. Donde una estaca aguardará, dispuesta en el bosque de los crucificados, para recibir a tu víctima. Corta pies y manos del turco, y con gran fuerza, clávalo al madero; y que sus gritos, desde los profundos bosques cerca de la ciudad de las siete colinas, sean escuchados por la mujer para el resto de su vida. Este es nuestro desafío; esta es nuestra verdad y Poder; soy el rey Franco Baresi, No-muerto de un linaje superior.

Los vampiros que fueron invocados por Franco quedaron completamente capacitados, todos fueron a cumplir las órdenes de su señor y muchas mujeres virtuosas de los nobles turcos, fueron enloquecidas al ver a sus esposos blasfemando en contra de ellas y el dios musulmán.

Luego todos los turcos que emboscaron a Bianca hace 3 años atrás, fueron raptados por los vampiros y llevados a las afueras del castillo para crucificarlos a la vista del heredero de las tinieblas.

Ahora llegaba el turno de Franco para ir directamente al palacio donde el sultán residía, convirtiéndose en una neblina blanca-gris fue avanzando por las alturas hasta llegar a Constantinopla.

Una vez que se encontraba en la cúspide del palacio, esperó que sea de noche para entrar en silencio a la habitación del sultán. Franco no sospechaba que Sai Baba I dormía todas las noches con armaduras de plata, dagas y muchas monedas las tenía tiradas.

Cuando Sai Baba I leyó la carta de Franco, este tomó cautelosas medidas debido a que uno de sus adivinos le indicó que existía una raza que no era humana y se les consideraba criaturas de la noche, y que posiblemente Franco fue convertido en una de ellas y que ahora como un no-muerto regresaba para cobrar venganza.

Franco entró por la ventana del sultán y transformándose en vampiro, cayó al suelo debilitado por las monedas de plata que estaban tiradas por todos lados. Sai Baba I al escuchar al vampiro, se despertó enseguida y llamó a algunos de sus guardias de élite, ellos entraron e hicieron gran resistencia al vampiro por unos momentos, él tuvo que sacar fuerzas de donde no tenía y arrojar a los guardias por las ventanas del palacio.

Ahora solo quedaban Franco y el sultán mano a mano, frente a frente, cara a cara, Sai Baba sacando su gran espada incrustada de piedras de plata luchó con el vampiro y ambos forcejearon por un lapso de tiempo, nadie cedía un paso aunque Franco seguía debilitado por la plata que llenaba todo la habitación.

Llegó un momento donde Sai Baba arrojó con todas sus fuerzas al vampiro contra una pared, él cayó enseguida al suelo y rasgando las paredes parecía que iba a perder. El sultán poco antes de clavar una estaca al vampiro pronunció unas palabras finales:

— “Ni aún como vampiro me podrás derrotar hermano, di tus últimas palabras antes que clave esta estaca en tu corazón y luego te incinere para llevar tus cenizas y las coloque al filo de mi cama, en señal de que una vez más te volví a derrotar”. —El sultán le dijo estas palabras llenas de arrogancia y plena seguridad de si mismo.

Gran error que cometió el sultán al desperdiciar tanto tiempo, en el momento de querer clavarle la estaca, Franco hizo un movimiento muy rápido y en cuestión de segundos, estuvo a las espaldas de él y sin darle oportunidad alguna clavó sus filosos dientes en su cuello.

Franco se apresuró en quitar la vida al sultán antes que vengan todos los guardaespaldas para defenderlo. Él había cumplido su cometido y Sai Baba I fallecería aquella noche, cientos de sus soldados llegaron pero fue demasiado tarde.

Desde aquel día el Imperio Otomano comenzó a debilitarse gradualmente hasta perder poder en casi toda Europa.

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