CAPÍTULO 4 Destino o casualidad

Narra Anna

Después de la jornada de clases y de enfrentarme a Tyler regresé a casa, bueno a la casa de una vecina en donde nos estábamos quedando por ahora, después de almorzar me senté a realizar mis tareas o al menos lo que entendía ya que la tarea en definitiva no iba conmigo.

En ese momento suenan la puerta y como veo que mi papá se dirige a esta no hago mucho caso, sin embargo, escucho gritos y risas lo que me sorprende un poco y me acerco a la puerta cuando veo a mi papá que se ríe y abraza a otro señor.

— ¿Ella es Anna? — pregunta aquel señor a lo que mi padre asiente.

— Hola ¿No te acuerdas de mí? — me pregunta sonriendo a lo que yo solo sonrío pues no me acuerdo de él.

— Como te va a recordar si la última vez que te vio era solo una bebé — responde riendo mi papá.

— Anna, él es mi amigo del que siempre te hablaba, se llama Luis — me indica mi papá a lo que asiento y saludo.

— Marcos, me enteré de lo que le paso a tu casa por eso vine a buscarte para que vengas a vivir conmigo — le dice a mi papá — vamos a vivir como en los viejos tiempos —

. . . . . . .

Después de la conversación entre ellos nos preparamos para irnos a su casa, la verdad no había mucho que guardar pues todo se había quemado en el incendio, solo teníamos algunas donaciones de los vecinos y mi mochila con mis libros del instituto.

Subimos al carro del amigo de mi papá y condujo hasta llegar a su casa, al llegar no lo podía creer, era enorme la casa, tenía un gran jardín, todo en conjunto era totalmente hermoso, podía ver que el amigo de mi papá tenía mucho dinero, pues por lo que escuche es dueño de una empresa.

Al llegar a la casa, mi papá se bajó con su amigo diciéndole que le va a mostrar algo, por lo que me dicen que me adelante e ingrese a la casa.

Un poco tímida ingresé, caminé por el gran jardín hasta llegar a la entrada de la casa, al entrar no vi a nadie por lo que comencé a observar alrededor de la casa, el lugar era grande y hermoso, en eso vi un gatito que caminaba por la sala.

— Hola gatito — le decía en voz aguda, pero al observarlo bien se me hacía muy familiar.

— Gatito, que lindo eres, ¿Cuál es tu nombre? — le seguía hablando al gato.

— Se llama Tom — dijo una voz masculina que provenía detrás de mí.

Lentamente me voltee a ver quién era, pero al identificar la persona detrás de mí grite del susto y por lo torpe que soy casi me caigo, sin embargo, él me tomó en sus brazos evitando que cayera.

No podía creer que estaban viendo mis ojos, era Tyler.

Tyler me acercó tanto a él que mi corazón comenzó a latir muy rápido, sentí como el tiempo se congeló en ese instante, solo lo veía a él, su rostro estaba a centímetro del mío mientras aun me tenía en sus brazos, era como un sueño.

En ese momento él se separó de mí y me puse de pie correctamente.

— ¿Q … Qué haces aquí? — pregunté confundida.

— Esta es mi casa — responde en un tono frio.

No podía creer lo que escuchaba era imposible, de todas las casas que hay, él no podía vivir justo aquí.

— Eso es im…. —

— Hola cariño, estas grande y hermosa — expresó una señora interrumpiéndome mientras se acercaba a mí, para después abrazarme, ante esto yo solo sonreí confundida, la verdad nunca la había visto o al menos que yo recuerde.

— Ya debes conocer a Tyler debido a que va al mismo instituto donde asistes — dijo mientras lo señalaba — él es mi hijo, es muy guapo ¿cierto? — dijo nuevamente mientras sonreía.

Esperen que, esto debe ser un sueño, no es verdad.

— ¿Tyler es su hijo? — pregunté dudosa a lo que ella asintió sonriendo.

— Entonces, entonces ... en verdad ¿esta es tu casa? — le pregunté sorprendida.

— De verdad eres tonta, eso fue lo que te dije — respondió Tyler.

No lo podía creer, era imposible, mi crush, mi amor platónico quien me ha gustado por varios años ahora está frente a mí y no solo eso, sino que ¡Voy a vivir en la misma casa de él! no lo podía creer, esto era un sueño, si, debía estar soñando, era algo imposible.

Y eso no es lo peor, sino que justo hoy me enfrente a él diciéndole que es un idiota, que no estaría más cerca de él y ahora iba a estar bajo el mismo techo con él.

En ese momento apareció mi papá con su amigo.

— Por lo que veo ya se conocieron — expresó el amigo de mi papá lo que hizo que saliera de mis pensamientos — mi nombre es Luis pero puede llamarme tío después de todo tu papá es casi como un hermano para mí, ella es mi esposa Martha — dijo señalando a la señora que antes me había saludado — mi hijo Tyler que me imagino ya lo conoces y por último mi hijo mejor Mark —

— Mucho gusto — saludé con una sonrisa.

Después de presentarnos y comer fui a la que iba a ser mi habitación.

— Espero te guste querida — me dijo amablemente la mamá de Tyler

— Me encanta, gracias señora — le respondí con una sonrisa.

— Dime tía — me dijo ella a lo que yo asentí — sabes cuando falleció tu mamá, Marcos se puso muy mal por lo que yo tome cuidado de ti, te crie por un corto tiempo junto a Tyler hasta que me mude al extranjero, para mi eres como una hija más, así que si necesitas algo solo dime, si —

— Esta bien tía — respondí

Cuando me quede sola en la habitación, me lance sobre la cama mientras un suspiro salía de mí, no podía creer lo que estaba pasando, estoy viviendo en la misma casa del chico que me ha gustado por varios años, quien se iba a imaginar que terminaría viviendo con la persona que le gusta, pues a mí nunca se me había pasado esa idea por la cabeza, esto era un sueño, estaba feliz, muy feliz, no podía evitar que una sonrisa tonta se formara en mi rostro.

En ese momento me levanté y me paré junto a la ventana mientras me perdía en el hermoso cielo estrellado.

Por Dios, que estoy pensando, dijo que no le gustaba, además es un idiota frío y egocéntrico, porque estoy tan feliz después de cómo me ha tratado.

El vivir en su casa debe ser una m*****a casualidad o … será obra del destino.

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