La mayoría de mis decisiones las tomaba mientras estaba en la tina y esta vez no sería la excepción.

Pero ya llevaba horas sumergida, mirando hacia un punto inexistente mientras todo en mi cabeza daba vueltas.

En japón, el actual emperador Hiroito y su familia aun conservaban el respeto y la admiración de los japoneses, aun tenía el tratamiento de majestad imperial y jefe de estado, a pesar de que no conservara el poder de decisión, seguía teniendo el titulo como algo simbólico del país.

Quizás eso terminaría pasando con la monarquía danesa, aunque me sentía un poco impotente porque aun tenía grandes planes, pero confiaba en que estaba haciendo lo correcto.

O al menos eso quería pensar.

Esa pequeña parte de mi que quería ser libre por completo estaba bailando de alegría y no pude evitar sonreír, me imaginé con Asher visitando por fin todos estos lugares increíbles de los que él siempre me hablaba, sin ningún impedimento o atadura y sentí mariposas en la panza.

Salí de la bañera, el a