Capitulo 1.-

***NARRA GRACE***

Fastidiada, observaba a todo el personal haciendo su trabajo en la empresa, tratando al mismo tiempo de ordenar unas fotografías que me había dado mi padre para que las organizara para una campaña publicitaria o algo así, porque la iban a pasar a recoger unos clientes esa tarde. 

La verdad no le había puesto la suficiente atención a sus indicaciones y es qué me daba coraje tener que ir a trabajar a la empresa, cuando no tenía ningún tipo de necesidad en la vida. Odiaba estar ahí y no en el Club hípico con mis amigos, de compras o nadando en la piscina de mi hermosa y enorme casa. Pero esa era mi realidad, si quería seguir beneficiada de los privilegios que mi padre me daba, tenía que trabajar en el imperio familiar, lo que hacía más por obligación que por gusto. 

Pasó un rato y terminé de hacer la organización de las fotos, la cual de acuerdo al punto de vista de Carmen, la mano derecha de mi padre en la empresa, había quedado a la perfección, aunque no sé sí sólo lo decía por compromiso y para no hacer quedar a la hija del dueño o sea a mí, cómo una perfecta inútil. 

Estaba contenta ante los cumplidos que Carmen me otorgó, cuando Olga, una de las asistentes de la empresa se acercó junto con un chico bastante atractivo a dónde estaba Carmen. Cruzaron unas palabras entre ellas y después Carmen y ese chico fueron directamente al cubículo dónde yo me encontraba. 

Carmen se acercó a mí y su guapo acompañante se sentó en unos sillones desde dónde me estudiaba con una mirada tan hermosa cómo intimidante, mientras ella me ponía al tanto de la situación.

-Señorita Grace, ese joven es Nicolás de la Garza, tiene cita con Don Manuel, viene de parte de la agencia del señor Lucas Ortiz - Me informó Carmen - Ya que Don Manuel no está supongo que, tendrá que atenderlo usted.

-Carmen, perdóname pero mi padre no me dijo que esperara a nadie hoy y cómo tú misma lo acabas de decir, él no está - Repliqué alzando mis cejas en señal de molestia.

-Eso lo sé, señorita Grace. Don Manuel está en el campo de golf. Le acabo de llamar hace un rato y me ha pedido específicamente que lo atienda usted y que le demos la bienvenida al nuevo Director de Social Media.

-Carmen, ¿Es en serio? Mi padre no me dijo absolutamente nada y odio tener que enterarme así. Si no queda más remedio dile a ese joven que pase y que lo atenderé en la oficina de mi padre en cinco minutos - Espeté furiosa y enseguida me puse de pie.

-Sí señorita Grace. Discúlpeme un momento, voy a comunicarle al joven que usted le atenderá en breve. Con su permiso.

-Es propio.

Me levanté del cubículo en el que estaba cómodamente sentada y entré a la oficina de mi padre, dónde me metí enseguida al tocador a retocar mi peinado, mi maquillaje y a ponerme un toque más de mi perfume. Quería causar una excelente primera impresión en ese chico, con el que si todo iba bien, quizás más adelante podría divertirme, después de todo estaba guapísimo. Ya que tuve todo bajo control con una falsa seguridad, me senté en el sillón de mi padre a esperar a que el chico pasara para entrevistarse conmigo.

Él se asomó a la puerta de la oficina con una seguridad impresionante. Yo enseguida le hice una señal con la mano para que entrara y una vez dentro de la oficina, él me lanzó un contacto visual que me dejó muda cuando su mirada azul se encontró con la mía hipnotizándome por completo. Me sentí nerviosa, asustada e intimidada tanto que no sabía cómo pero sacando un poco de fuerzas de no sé dónde, al fin me animé a hablarle.

-Joven de la Garza - Me dirigí a él con propiedad - Soy Graciela Zambrano, ¿Gusta tomar asiento?

-Sí claro. Mucho gusto Graciela, perdón señorita Graciela - Respondió con mucho aplomo - Le hago entrega de mis documentos, supongo que es usted la hija de Don Manuel Zambrano.

-Sí lo soy. Permíteme revisarlos - Tomé los documentos y me puse a hojear poco a poco el contenido de cada uno - Así que cómo consta en los documentos, veo que tienes experiencia en el área. Trabajaste en prensa del Gobierno del Estado y también en el periódico cómo encargado de publicidad en redes sociales.

-Sí así es, señorita Graciela - Afirmó él muy seguro de sus capacidades - También adjunté cartas de recomendación de Don Lucas Ortiz que es quién me hizo el favor de recomendarme para este empleo. Créame que no he deseado nada más en mi vida que trabajar para la Empresa Zambrano, sé que son los mejores a pesar de tener mucha competencia.

-Permítame unos minutos, ahora vuelvo ¿Le puedo ofrecer algo de tomar? - Pregunté muy a mi pesar, odiaba esto de tener que recibir a la gente que mi padre citaba y encima tener amabilidad con ellos - Sí es así para pedirle a Carmen que le traiga algo.

-Así estoy bien gracias. No acostumbro tomar nada en las reuniones de trabajo - Negó el querer tomar algo, haciendo que me temblaran las piernas ante su forma tan propia de hablar.

Entré a un cubículo a prueba de sonido para llamar a mi padre, para preguntarle y reclamarle ¿Por qué cita gente que él no piensa venir a atender?, estaba sonando el tono de llamada cuando mi padre me responde, lo que me temía. Me dijo que preparara su contrato y que le dijera al chico ese que se presentara a trabajar muy temprano mañana y que Carmen le daría su gafete y el recorrido por la empresa, así como la capacitación para su trabajo. 

Después de veinte minutos de escuchar en voz de mi padre lo mismo, finalmente corté la llamada y volví a la oficina para darle la noticia a ese chico, quien en cuanto me vio entrar por la puerta, se puso de pie inmediatamente.

-Joven de la Garza. Mi padre se disculpa con usted por no haber podido atenderle personalmente. Me ha dicho que queda usted contratado formalmente, por lo que Carmen preparará su contrato y lo llevará a la oficina de personal para que le entreguen su gafete. Por ultimo ella misma le dará un recorrido y una capacitación del trabajo que va a desempeñar usted aquí, ¿Queda claro o tiene alguna duda? - Pregunté sin poder evitar el seguir sintiéndome nerviosa e intimidada por su mirada, la cual no apartaba de mí.

Pasó un momento que pareció eterno y él no me respondía a nada de lo que yo le había dicho. Eso era lo que más me enfadaba de lidiar con esas situaciones. Además de sentir que perdía mi tiempo, éste chico todavía se daba el lujo de ignorarme ¿Quién demonios se creía? Pensé para mis adentros. Esa situación provocó que mi lado berrinchudo, tonto y arrogante se manifestara de inmediato, para decir nada más que tonterías.

-Joven de la Garza, me parece de muy mala educación que además de hacerme perder mi valioso tiempo, usted se la pase mirándome sin poner atención. Lo que me lleva a preguntar lo siguiente: ¿Tan impresionado está por mí? Sí es así le sugiero que cierre la boca y me ponga atención. No tengo yo la culpa de que nunca en su vida estuviera en presencia de una mujer cómo yo - Manifesté aparentando una falsa seguridad, mientras que por dentro temblaba como gelatina.

-En primer lugar, claro que le puse atención. Me dijo que Carmen preparará mi contrato y me dará una capacitación y que en personal me darán mi gafete. De lo segundo que usted menciona, no se sienta querida aunque la estén adorando. Claro que había visto mujeres no sólo cómo usted, mucho mejores que usted, en sencillez, en humildad y en belleza y en tal caso sería yo quién debe de estar molesto. Usted es quién no deja de mirarme a mí, pero no se equivoque porque no por ser la hija de Don Manuel me tiene que interesar - Suspiró y volvió a posar sus ojos en mí haciéndome sentir tonta y a punto de llorar - Ya que todo está claro señorita Graciela, sólo tengo una duda ¿Cuándo puedo iniciar a laborar?

-Mañana a las 10 de la mañana por favor. Por mi parte es todo, ya puede retirarse. Únicamente le recuerdo que pase con Carmen por favor - Respondí bastante afectada por lo que acababa de pasar.

-Gracias señorita Graciela y nos vemos mañana - Estrechó mi mano haciéndome sentir un latigazo de electricidad dejándome callada, sin poder hacer o responder nada más ante esa arrolladora e impactante seguridad.

El salió de la oficina de mi padre, con paso firme y decidido, mientras que yo al encontrarme sola dejé salir las lágrimas que salieron como cascada de mis ojos. Nadie nunca me había tratado así, nadie nunca me dijo que no le interesaba ¿Quién era éste hombre? Y ¿Por qué sus palabras me hacían sentir así?

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo