Capitulo 3

—Reservé una mesa en un restaurante, iremos allí y lo hablaremos — me dijo

—No quiero ir a ninguna parte contigo — le dije con descaro y Vi como su cuerpo se tensiono

—Siéntate — me ordenó, pero no me moví — ¡Que te sientes coño! — salté asustada por su grito, caminé hacia el escritorio y me senté frente a él, mi jefe rodeo el escritorio y se paró frente a mí con su cuerpo apoyado en el escritorio

—¿Por qué siempre te opines a mi? — preguntó con calma, solo lo miré fijamente a los ojos, después de un rato agarró mis mejillas con una mano y apretó mi cara — sabes que te tengo bajo mi control, sabes que un dinero desapareció y ti estás implicada

—Sabes perfectamente que eso es falso, tu tomaste ese dinero y te lo gastaste en putas — le dije, y eso era cierto, el dinero no había desaparecido, él lo había tomado, eso se podía ver en las cámaras, pero para tenerme amarrada se inventó toda esa novela

—Cállate, tienes una demanda, así que bueno, tengo el control… tienes que hacer lo que te pido, y hoy iremos a ese restaurante

—¿por qué quieres ir conmigo? — le pregunté, tratando de no sonar ansiosa, no puedo mostrar mi debilidad, al ver que iba ganando me dio una sonrisa

—Quiero que hablemos allí

—También podemos tener una charla aquí — le dije en voz baja, porque sabía que podría perder la cordura rápidamente, y no lo pensé mal

Mi jefe se giró rápidamente, agarró mi muñeca con fuerza y me halo hasta una pared, empecé a toser, y con el corazón acelerado, me tiré al suelo, rápidamente se acercó, me levantó y me sujetó la muñeca con fuerza y con la otra mano me dio una bofetada en la cara

—Vuelve a decir algo, perra — dijo con rabia y camino hasta el escritorio, como si no hubiese pasado nada y se puso a revisar unos documentos

Salí rápidamente de la oficina, sabía que ya no había nadie, así que corrí al baño, cuando entre me aseguré de que estaba solo y me acerqué al espejo, me miré y tal como lo pensé, mi cabello estaba desordenado y mi mejilla estaba muy roja

Él puede hacer eso, lastimar a alguien de tal manera que aparte de los moretones y recuerdos, no deja más evidencia

Me arreglé el cabello, retoque mi maquillaje y regrese a mi escritorio, tomé mi Apple pencil y fue allí cuando noté moretones alrededor de mi muñeca, otra vez lo mismo…

Pensando en qué era lo que él quería volví a terminar mi trabajo mientras él salía, pensé mucho en aquella cena, y simplemente decidí que no iría, porque no dejaría que me llevara a la fuerza, o bueno, eso era lo que esperaba

—¿Estás lista? — dijo Ramón saliendo de su oficina justo cuando estaba recogiendo mis cosas

—Lo siento Ramón, pero no iré a ninguna parte contigo, pasó algo y debo resolverlo, hablaremos de eso otro día, ya reservaste la mesa así que lleva a otra persona, buenas noches — le doy una sonrisa y comencé a dirigirme al ascensor, hasta que sentí un fuerte tirón y choque con el cuerpo de mi jefe

—Paty… Paty… Paty — dijo divertido — ¿Me estás tomando del pelo, verdad? — pregunto mortalmente serio, me empujó hacia el ascensor y bajamos

—¿Por qué haces esto? — pregunté en voz baja

Cuando no escuché respuesta alguna lo miré de reojo, ví que sonreía descaradamente, el ascensor se detuvo en la planta baja, quise salir primero y salir corriendo hacia un taxi, pero Ramón agarró mi muñeca con fuerza y comenzó a caminar hacia la salida

¡Maldito imbécil! Otra vez está sosteniendo mi muñeca con fuerza y duele como el infierno

El bastardo agarró un taxi y me empujó dentro de él, se sentó a mi lado, parecía como si me estuviese abrazando

—¿Podrías dejarme ir? — le pregunté

—No — respondió

—¿Por qué?

—Porque te alejaras de mí — dijo

Al final, no pude soportarlo e intenté apartarme, pero nada

—Ramón, me estás haciendo daño… — me quejé, pero él apretó mi muñeca aún más fuerte

—¿Así está mejor? — preguntó irónicamente, todavía sosteniendo mi mano

—Detengase por favor — le dije al taxista cuando capte su mirada por el espejo retrovisor

Él taxista sintió que algo andaba mal, y estuvo apunto de detenerse, pero fue detenido por la voz de mi jefe

—Tu llevamos a nuestro destino — le ordenó y le pasó un billete de gran valor

Diez minutos después estábamos frente al restaurante, como era en un piso alto, nos metimos en el ascensor, de repente, mi jefe dijo algo que me hizo ceder de rodillas

—Mis padres estarán aquí en veinte minutos y cuando lleguen te propondré matrimonio, así que no hagas estupideces — lo miré fijamente con los ojos muy abiertos

—¿¡Estás bromeando!?

—No no no! No puedes hacer eso, ¡no puedo hacer eso! — dije comenzando a entrar en pánico, quería llorar, de verdad quería hacerlo, pero no podía darle el lujo de verme débil

Mi corazón comenzó a latir como loco otra vez, lo que me hizo temer que me desmayaría muy pronto

—Mis padres quieren que me case antes de los 35, y como ya casi los cumplo, no me queda mucho tiempo, así que es mejor hacerlo cuánto ante, porque si no lo hago, no me darán mi parte de la herencia y perderé la empresa, y como te conozco, sé que me ayudarás y serás amable con ellos, si no, entonces no solo te acusaré de robó — digo y terminó con una sonrisa maliciosa

—No puedes hacerme esto — dije dejando de luchar y lo miré con los ojos muy abiertos

—No tengo otra opción — dijo y el ascensor se detuvo en nuestro piso

Las puertas del ascensor se abrieron y pude liberarme de él, solo fue por un segundo, porque mi jefe agarró mi brazo con fuerza y comenzó a caminar hacia la mesa

La gente nos miraba, pero honestamente no me importaba en absoluto, tenía que encontrar la forma de salir de aquí, ¿Pero como?

debía buscar la forma de alguna manera, no iba a permitir que está noche terminará con un falso compromiso con el idiota de mi jefe, no podía, no podía, me iba a volver loco, si no hallaba la forma de huir, esto terminaría muy muy mal

—Calmate — me gruñó el imbécil de mi jefe, Dios, no sé qué m****a tiene en la cabeza, siempre he sabido que está loco, pero con esto está llegando al límite, es demasiado

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