Capitulo 5

Steven se encontraba en la biblioteca leyendo un libro sobre mitología griega, al mismo tiempo cargaba puestos sus audífonos la música instrumental siempre fue favorita desde hace ya un tiempo mientras hojeaba la página que había terminado de leer una sensación extraña invadió su cuerpo, se sentía observado por alguien pudo recordar que aquella misma sensación le sucedió llegando a su casa después de haber corrido, lentamente fue girando su cabeza para ver de quien se trataba.

—Christian eres tú—dijo con voz aliviada.

—Hola Steven, pasaba por aquí y vi que estabas leyendo, me detuve para saludarte—respondió.

Los chicos se quedaron en silencio por unos minutos, hasta que Christian le hablo sobre una invitación a su casa que le gustaría que fuera a un almuerzo que su madre habría propuesto para darle la bienvenida a él y su familia, Steven se quedo pensando un poco sobre aquella invitación hasta que finalmente acepto con gratitud.

— ¿Entonces nos vemos el domingo al mediodía? —le preguntó.

—Claro ahí estaré con mis padres—le contesto sonriendo.

Christian se levanta y se despide de su amigo para dirigirse al salón que le correspondía, Steven esperó unos minutos para irse de la biblioteca una chica de cabellera negra choca con él, la chica enseguida le pidió disculpas por lo acontecido.

—Me llamo Thalia—dijo.

—Steven, no te había visto por aquí—le respondió.

—Lo mismo digo, pero es que llegué un poco tarde, mi madre tuvo que suplicarle al director que me aceptara en el colegio ya que pase toda mi infancia y parte de mi adolescencia con profesor particular.

—Vaya, bueno yo también soy nuevo pero ya estoy familiarizado con el sistema de este colegio.

—Pensaba que era la única chica nueva, al menos ya no me sentiré sola.

Steven le explicaba a Thalia en donde se encontraba cada salón que le correspondía, algunas clases le tocaban con él justamente cuando se iban a despedir una visión invade la mente de la chica provocando que perdiera el aire de sus pulmones, Steven le pregunto qué le sucedía pero ella seguía en un trance el cual no podía salir por ella sola.

—¿Thalia? me estas asustando, por favor respóndeme algo.

La visión de Thalia era algo extraño e impresionante todo empezó en su casa luego el colegio estaba rodeado de especie de hombres altos con armas en sus manos, luego se encontraba en el bosque en la parte más abierta de este habían muchas personas luchando vio a Steven en dicha lucha pero sus ojos tenían un color extraño pareciesen que fueran carmesí claro de repente sintió un dolor fuerte en su pecho, había sido atravesada por una flecha sus manos se encontraban llenas de sangre y finalmente su visión termino, vio que su nuevo amigo estaba algo intrigado por lo que había sucedido; se levanto rápido y dijo que tenía una especie de problema con su mente que en ocasiones entraba en trance pero no era algo de qué preocuparse que solo le pasa cuando esta bajo un gran estrés, se despidió rápido y salió corriendo del colegio necesitaba contarle a su madre sobre aquella visión tan intensa que había tenido.

Esa visión no era para nada buena, sus poderes cada vez iban aumentando y eso le aterraba mucho ya que podría salirse de control y herir a cualquier persona. Se encontraba en la salida principal del colegio pero su madre se estaba tardando mucho, pensaba en hacer un portal pero era un riesgo que alguien viera lo que podía hacer, finalmente su madre llego y en un abrir de ojos se encontraba en el auto, ella nunca había practicado la trasmutación eso llevaba tiempo perfeccionarlo; su madre quedo muy sorprendida por lo que había hecho su hija.

— ¡Thalia! Pero que acabas de hacer—expreso con miedo.

—No lo sé, pero hace rato tuve una visión y no fue para nada bonita necesito consultar con el grimorio que dejo la abuela para nosotras, también me gustaría preguntarle a Evan si también le paso eso cuando era adolescente—respondió.

En el camino venían discutiendo sobre la trasmutación, ese poder solo podía tenerlo una bruja de un alto rango y que era imposible que ella lo reflejara tan rápido.

—Cuéntame sobre la visión, tu abuela tenia premoniciones y estas eran constantes siempre nos avisaba de algún peligro que nos estuviese amenazando el aquelarre, al menos sé que ese don lo heredaste de ella pero el de la transmutación no tengo la menor idea.

—La visión fue muy rápido, conocí un chico en el colegio el salió en ella sus ojos eran carmesí y su piel muy blanca, luego estaba en el bosque al parecer era una especie de guerra o lucha contra un grupo grande de personas pero no logré ver sus rostros o vestimenta, luego de eso vi otras personas en el colegio pero ellos llevaban armas mercenarias en sus manos, luego yo morí en el bosque por una flecha que atravesaba mi pecho.

—¿tu nuevo amigo tenía los ojos carmesí? Eso no es posible, los vampiros nuevamente atacando al pueblo creo que debería hablar con los Hamilton, la ultima vez mi madre los ayudo para acabar con un clan enemigo; Thalia debes tener cuidado esas visiones siempre se hacen realidad debo proteger más al aquelarre y a las chicas no puedo involucrarlas en una guerra que podría avecinarse en cualquier momento.

(******************)

Margaret se encontraba hablando con Evan sobre lo que le había pasado a su hija, ambos estaban buscando la respuesta en varios libros de brujería pero no encontraban nada parecido sobre la trasmutación, hasta el mismo Evan no le encontraba respuesta alguna pero a su mente le vino una posible idea.

—Creo que sé quien pudo haber tenido ese poder, pero eso paso mucho tiempo ni siquiera nosotros existíamos.

— ¿De quién hablas?

—Melinda Halliwell, fue la primera bruja más poderosa de la historia de la brujería.

—Eso es imposible, nadie de mi familia es descendiente de Melinda o al menos que mi ex esposo si pero el siempre me demostró ser mortal delante de nosotras.

—Quizás sus poderes fueron dormidos para no crear algún tipo de conflicto en la sociedad.

Sin duda haberse enterado de que su esposo también llevaba sangre de brujas en sus venas dejó anonada a Margaret, no encontraba la forma de explicarle a su hija de que padre también era brujo pero de gran fuerza.

(*****)

Ya la tarde se estaba presentado en Vermont y Steven se encontraba caminando hacía su casa, les había dicho a sus padres que ya no había necesidad de que fueran a buscarlo siempre ambos no lo tomaron tan bien pero lograron aceptar y respetar la decisión de su único hijo.

El ambiente era fresco y silencioso Steven disfrutaba estar en contacto con la naturaleza, pero su silencio se vio interrumpido por alguien que no conocía, sabía que lo estaba siguiendo así que siguió caminando tranquilamente dándole como aviso a su atacante que no había detectado su presencia.

Ya se encontraba cerca de su casa cuando gira para ver a su enemigo este le soltó un golpe que Steven esquivo tranquilamente, su padre le había enseñado desde pequeño como hacerlo y defenderse de cualquier idiota que quisiese hacerle daño.

— ¿Qué es lo quieres? ¿Dinero? —emitió con voz gruesa.

—Te han entrenado bien niño, pero veamos si puedes esquivar esto.

El hombre saco un arma rara y esta fue lanzada hacia Steven, el chico por impulso logro evadir el ataque pero lo que no sabía es que dicha arma podía retornar su viaje. Steven escucho una especie de voz en su mente que le decía que se agachara que el arma venia hacia su cabeza, lo hizo provocando que aquel hombre desconocido quedara muy sorprendido por lo sucedido.

— ¿Sorprendido? —dijo Steven.

—Maldita sea, nos veremos pronto Steven Wells—expreso el hombre desapareciendo en una bomba de humo que el mismo exploto.

Le pareció muy extraño el comportamiento de aquel extraño, esta vez tendría que informarle a su padre sobre lo que le sucedió antes de llegar a casa, realmente eso era muy extraño que un desconocido sepa tú nombre y te persiga para hacerte daño, eso no lo iba dejar pasar porque alguno de los tres podría salir lastimado y él no quería que sucediese eso.

Al llegar a casa no había nadie miro el reloj de su muñeca aun no eran las cuatro de la tarde, agarro su celular y llamo a Simón le conto todo lo que había sucedido anteriormente, su padre le aconsejo cerrar todas las posibles entradas de la casa lo fue haciendo mientras su padre le iba dando otras indicaciones extras en caso de que lo volviesen atacar, su padre le informo que iba enseguida para allá que guardara la calma.

Transcurrieron alrededor de veinticinco minutos y ya Simón se encontraba revisando cada rincón de la casa pero no encontró nada fuera de lo común, Steven no demostraba ningún miedo solo estaba preocupado por sus padres.

—Hijo quizás fue un compañero para jugarte una mala broma, sabes esos jóvenes de hoy en día hacen bromas muy pesadas.

—Esta persona era mayor que yo, y tenía un arma en forma de V pero logre esquivar todos sus ataques a tiempo pero por un momento una voz me hablo en mi mente que me agachará que el arma se devolvía y me haría daño, mi cuerpo lo hizo por sí solo.

—Dijiste voz—pregunto su padre algo incomodo.

—Sí, es como mi subconsciente me advirtiera del peligro—respondió.

Simón se levanto rápido de su asiento y se dirigió a su habitación, Steven no entendía nada de lo que pasaba pero al parecer su padre si sabía algo que él no quería que supiese, toco varias veces la puerta pero no obtenía ninguna respuesta.

El pasado de Simón estaba volviendo pero se reflejaba en su hijo Steven, Simón era descendiente de una gran hechicera llamada Melinda Halliwell sus poderes el mismo los congelo para no lastimar a nadie y no ser cazado como todo su árbol familiar, pero al parecer la magia estaba dando fruto en Steven.

No podía permitir que acabaran con su hijo, aquel hombro que lo busco era un cazador de brujas, y su objetivo era matarlo no sabía si hacer un hechizo de protección o borrar de una vez por todas los poderes que pronto saldrían a la luz.

Cierra su grimorio y lo guarda nuevamente en el cajón, ya era tiempo de que la magia le diera un poco de luz a su vida pero esta vez enfrentarían a todos los cazadores que llegaran a buscarlos, pero aun no era tiempo de decirle que seria brujo al igual que su padre, esperaría el momento exacto para así motivarlo y llevarlo a la academia de cazadores de vampiros ellos eran totalmente diferentes que los de brujas, al menos estos buscaban información del vampiro y luego atacaban si mataban algún inocente.

— ¿Padre? ¿Todo bien? Me pareció muy extraño que te levantarás de esa manera del mueve.

—Todo está de maravilla hijo, solo me sentí un poco mal pero ya estoy mejor.

— ¿Seguro?

—Sí, por ahora concentrémonos en buscar aquel hombre que te ataco. 

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