Capitulo 4. Desconfianza

Después de tres días descansando, en el edificio, donde quedaba el consultorio privado de Juan.

Manuel decide abandonar el lugar, ya se sentía mejor, después de tomar todos los medicamentos en forma como lo receto Juan.

Salir de esa ciudad, era lo primero que pensaba hacer, estaba en una gran ciudad, en el extranjero.

Regresaría a su antigua casa en busca de sus documentos personales, se lanzaría por el camino buscando un lugar donde nadie pudiera reconocerlo.

Realmente quería un nuevo hogar, sin embargo, era un plan bastante arriesgado.

Pero que valía la pena, en todo ese tiempo nunca tuvo paz en su vida.

Deseaba una vida normal, será que eso era mucho pedir, quería disfrutar, ser feliz.

Pensando un momento se acordó que había comprado una propiedad, en una pequeña ciudad, en su mente esa idea era buena. La propiedad que había comprado tenía una hermosa casa, también estaba en una ciudad tranquila, lejos del caos y la monotonía,

solo estuvo una vez ahí, con su amigo, le había gustado mucho el lugar, cuando el dueño tuvo un problema económico decidió vender su propiedad, sabía del interés que manu tuvo por su casa así que le ofreció de inmediato,

Sin pensar dos veces, él compro de inmediato.

Le había transferido el total del importe a su cuenta bancaria,

dejo por encargo que los papeles dejasen en la casa en la habitación principal.

Jamás le engañaría, hizo todo como él lo pidió.

Poco a poco la oportunidad que Manuel había soñado se estaba presentando, ideo todo y se preparó para partir, ese era un lugar perfecto para mantenerse escondido.

Tenía suficiente dinero para mantenerse de por vida, eso tampoco no importaba, por si no tuviera igual podría trabajar.

Pero ese no era el caso, desde muy joven trabajo y nunca tuvo la necesidad de gastar mucho dinero ya que no tenía tiempo para disfrutar, tenía ahorrado millones, no necesitaría trabajar con nadie más, podría ser su propio jefe, en fin, era dueño de su vida.

Ya se había hecho muchas ideas en su cabeza de como trabajaría en esa pequeña ciudad.

Tendría una granja no muy grande, para no llamar la atención se dedicarías también a la plantación como los demás habitantes extranjeros de esa ciudad, hacer amigos no le resultaría difícil ya que era un hombre simple.

Manuel, era un hombre de 28 años de edad, no era el tipo guapo con rostro bonito, que atraería las miradas de las mujeres, pero tenía un buen físico robusto con sus brazos musculosos, su altura de 1,70 y poco, su pelo castaño claro, unos ojos color café, que provocaban una mirada intensa, su sonrisa hermosa delataba su blanca dentadura, las veces que sonreía.

A pesar de todo, su mayor cualidad era la elocuencia al hablar, tenía la inteligencia para convencer a cualquiera de lo que sea, eso le hacía un hombre magnético para los ojos de las mujeres, tenía un encanto único pareciera ocultar un misterioso ser en su interior.

Cuando estaba a punto de subirse en su camioneta del año, que había comprado ese mismo día, visualiza una figura conocida que se acerca, a él.

Con la mirada fija hacia la persona.

Juan, no escondía la insatisfacción en su rostro, al ver que su amigo no se iba a despedir de él.

¿A qué vienes? Con un tono frio.

Ni parece que te salve la vida. Con una sonrisa sarcástica en el rostro.

Te disgusta mi presencia.

No... En un tono sincero, solo no me esperaba verte aquí de nuevo.

Solo vine a despedirme de ti, me imagino que te iras.

¿No dudo en preguntar, y Cristian? Refiriéndose a su jefe. Con un tono preocupado.

No importa, ya cumplí con él.

¿Realmente crees que te dejara ir? no te confíes en ese viejo zorro astuto.

Su rostro demostraba una preocupación sincera.

Gracias. en realidad, ya me ocupé de eso... iré muy lejos, tardará en encontrarme,

Cuando me encuentra, iré más lejos.

Hasta que llegue el día en que nos enfrentemos cara a cara. Su rostro no demostraba ninguna expresión.

Deseando que su amigo, salga ileso de ese problema,

Juan se despide, de su compañero. Eran amigo desde que empezó a trabajar con el Sr. Cristian a unos 8 años atrás, ambos trabajaban con él, pero en diferentes áreas,

Juan un Dr. Recibido en Brasil, tenía muchas especialidades, pero como miembro de esa facción, solo tenía que coser heridas, sacar balas, y realizar cirugías de urgencias,

Conoció a Manuel, en un tiroteo que se produjo en la residencia particular del sr. Cristian,

En una fiesta, de alianza entre facciones en la mansión de su jefe, nunca pensó que sucedería una matanza.

Manuel, era uno de los guarda espaldas del jefe en esa época, era uno de los mejores tiradores

Por eso el jefe siempre lo tenía cerca de él, sus compañeros respetaban a manu, le tenían una estima impresionante.

El aun era un muchacho joven pero ya tenía, un buen Curriculum.

Cuando eso tenía apenas 20 años.

En esa noche lo había salvado, de ser asesinado en el tiroteo.

Juan no tenia armas ya que su función solo era del doc.

Para él, esa noche lo único seguro era la muerte, nunca pensó que alguien lo ayudaría.

Al ver que su amigo estaba en una posición muy crítica, manu no dudo en arriesgar su vida,

se dirige a su auxilio, lo agarra del cuello de su fina camisa, y arrastrándolo lo lleva cerca de un vehículo, que estaba estacionado fuera de la residencia,

con una voz firme grita, pon en marcha vuelvo pronto. Iré por el jefe.

Salió corriendo, para ingresar otra vez a la casa. En medio de mucho ruido y cruces de balas, pudo rescatar a Cristian.

Esa noche, manu fue el único guardia que sobrevivió,

Y más sin ninguna herida. Podríamos decir que salió ileso de esa casa con su jefe y Juan conduciendo el automóvil,

Matando a más de 10 hombre, que atacaron la residencia de su jefe,

Pudo mantener la calma su serenidad era irreal, parecía hecho para esas situaciones

Puso a salvo a su jefe, nadie esperaba que solo llevara una herida superficial en el brazo.

Desde ese momento, Juan que admiraba la valentía de su amigo, juro nunca traiciónalo y se puso a su disposición, lo ayudaría, aunque eso le costara la vida, que un día su amigo salvo.

Manuel, por su parte sabia a quien recurrir cuando tenia problemas, sabia que tenia un doc. de cabecera.

Juan, también recurría a su amigo cuando tenía sus problemas, ambos se ayudaban

Era como si ambos obtuvieran lo que necesitaban el uno del otro.

Sim embargo a diferencia de manu, él no tenía coraje a abandonar a su jefe

Nunca podre dejar esta vida, susurró a si mismo

El ambiente se puso en silencio por un momento, solo manu quedaba en ese lugar parado observando que el vehículo de su amigo se perdía por el camino.

Ambos sabían que ya no caminaban por el mismo camino, y tal vez si volvieran a tener un encuentro no seria tan agradable, considerando que ya no estaban en el mismo bando.

En el vehículo que se alejaba considerablemente de ese lugar, Juan atiende una llamada en su móvil.

Era el jefe,

Preguntando si consiguió la información necesaria.

Con una sonrisa sarcástica en el rostro, el responde;

Ese idiota, no confía en nadie.

Sabía claramente que manu, jamás confiaría a nadie una información de esa calaña, ni en él.

Por eso no tuvo las agallas de preguntar, conocía bien a su amigo.

Al otro lado de la línea se oye una risa sarcástica pero fuerte.

Déjalo pronto lo encontrare. Terminado esas palabras cuelga el móvil.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo