Capitulo 6

  ¡Eres un idiota William!, estuviste a punto de terminar con tu vida y solo te detuvo un nerd estúpido que solo quería que no le quitara su insignia, no pudo haber sido más patético…

El Errante: ¿Y porque piensan que soy yo el programador?

Kaeru: Porque hace tiempo un hacker que jugaba aquí mismo, contó su experiencia tratando de entrar a la base de datos, y pues se encontró con la IP tuya y tú lo detectaste antes, o bueno cuando estaba por investigar sobre ti, pero tú le inhabilitaste todos sus equipos.

  Ahora recuerdo al inepto ese que se quiso pasar de listo conmigo, en aquella ocasión me encontraba aun terminando de programar la convocatoria para el torneo de Navidad, el tipo se dio cuenta de mi IP y quiso hackear mi computador para poder chantajearme y sacarme dinero de ello, para su desgracia él contaba con un equipo de Fire Intercontinental Corp por lo que tengo libre acceso con los candados que yo mismo cree para cada modelo que diseñé, no fue nada difícil quemar sus discos como si fuera cualquier virus, borre de todos lados las conversaciones en el chat donde alardeaba sus sucios planes, de sus redes sociales, a pesar de ser un hacker era un inepto en ciberseguridad.

Kaeru: ¿Hola?, ¿Acaso dije algo que te molestó?

  Si ya evitaste que me matara, ahora serás mi nuevo juguete pasajero renacuajo.

El Errante: ¡No! Solo me ocupaba de algunos pendientes aquí.

Kaeru: ¡Oh! Supongo que es complicado ser empresario, creador, programador, diseñador y jugador al mismo tiempo ¿No?

El Errante: Al menos a como lo dices así, se escucha demasiado complicado.

Kaeru: ¡Entonces si es verdad! ¿En verdad eres el programador?

El Errante: ¿Cambia algo si lo niego o lo acepto?

Kaeru: ¡No! Aunque no lo fueras ¡Eres una leyenda en el juego!

El Errante: Te han dicho que te escuchas como todo un nerd.

Kaeru: ¿He? ¿Un nerd?

El Errante: Si, un adicto al ciberespacio.

Kaeru: ¡Puede ser!, la verdad mi vida es más fácil en Internet que allá afuera en el mundo real.

  Leer esas palabras en alguien más deja una sensación amarga…

El Errante: ¿De qué te puedes quejar?, de seguro eres de las personas que tienen de todo, que eres estudiante de algún instituto y solo buscas llamar la atención.

Kaeru: Pues si soy estudiante y no tengo todo, y tampoco me gusta llamar la atención, aunque no puedo evitarlo.

El Errante: ¿Por qué no puedes evitarlo?

Kaeru: Es una larga historia por mi físico, además de que no tengo padres.

El Errante: ¿No tienes padres?

Kaeru: No, mi padre murió en un accidente antes de que naciera, y mi madre enfermo cuando yo tenía 5 años y también murió al poco tiempo.

El Errante: ¿Y acaso no tienes a nadie?

Kaeru: No, o bueno se pudiera decir que sí, tengo roomies jeje

El Errante: Interesante, quiere decir que eres mayor, que eres nerd y no tienes familia.

Kaeru: ¡Oye! A como lo dices suena cruel y frívolo.

El Errante: Lo siento “Ranita”, tengo que irme.

Kaeru: jajaja “Ranita”, ¡Espera!, Quisiera volver hablar contigo.

El Errante: Y eso ¿Por qué?

Kaeru: ¡Porque te admiro Errante!, cualquiera quisiera estar en mi lugar.

El Errante: ¿Gracias?, oye de verdad tengo que irme. Hablamos luego.

  Ya no pude contestar nada, salí del chat y del juego al mismo tiempo, después de leer que alguien más tiene esa misma sensación de soledad que yo ha sido algo duro, pero no por eso voy a dejar de lado el hecho de que me distrajiste, ¿Cualquiera quisiera estar en tu lugar he?, lo dudo mucho “Ranita”

  Pasaban de las 12:00 pm cuando me dirigí a mi ventana, la lluvia había cedido así que la abrí un poco para terminar el poco café que seguía en mi taza, al estar disfrutando el delicioso aroma del asfalto húmedo me llamo la atención en el edificio de enfrente la única luz encendida, la ventana también está abierta dejando volar las ligueras cortinas color beige dejando ver a una joven chica rubia de cabello corto muy delgada, nunca la había visto, siempre son los mismos vecinos de cada uno de los departamentos, de la nada aparece un hombre de edad avanzada que la toma a la fuerza del brazo jalándola de lo que parece ser un escritorio, parece ser que están discutiendo, se escuchan levemente en medio del ruido de la ciudad unos sollozos, ¡Va! No es mi problema.

  Cerré la ventana y me dirigí a mi habitación, me recosté sobre la cama con mis brazos bajo la nuca, tome mi teléfono móvil para poner algo de música hasta que me quede profundamente dormido.

  Por la mañana a primera hora ya estaba Marion entrometida en mi habitación, ¿Cómo rayos entra sin tocar si quiera?

- ¡Buenos días Will! – me saluda con tanta naturalidad.

- ¿Qué haces aquí? – digo de mala gana.

- Primero se saluda, no seas descortés – me regaña mientras abre mi closet.

- Primero se toca antes de entrar a la casa de alguien – le respondo sarcástico.

- ¡Ya deja tú mal humor! ¡Tienes que cambiarte! – me dice mientras me arroja un traje junto a una camisa.

- ¿Cambiarme para qué? -  digo arrojando la ropa al piso.

- ¡Para que entrevistes a tu asistente genio! – me reta mientras me arrebata las cobijas de la cama.

- ¿Para qué quiero asistente si estas tu todo el tiempo encima de mí? – le reclamo sentándome en la cama.

- ¡Ya te lo dije! Los socios no quieren que me despegue del corporativo y si no quieres estar tu presente al menos estaré yo, así que no podré estar tanto tiempo fuera de la oficina, ¿Ya lo entiendes así? – me grita con las manos en la cintura.

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