Cap 2

Ángel.

Mi hermano ha insistido en que quiere salir a comer conmigo yo me reusado ya que la última vez que salimos intentaron envenenar, malditas personas son cobardes que intentan matarme sin darme la cara pero no me van a vencer tan fácil, llegamos al restaurante elegido por mi hermano y tomamos una mesa, tardan en venir atendernos, no es novedad pero al tiempo se acerca una mujer bajita, bajita es poco creo que me llegaría al ombligo, creo que es rubia con los ojos verdes, no le doy mucha importancia y parecer que no me tiene miedo, no tartamudean ni está temblando la abran obligado a atendernos no lo sé me da igual toma nuestras órdenes y se retira, yo y mi hermano intentamos hacer una conversación cosas triviales pero puedo escuchar los murmullos de las demas personas y sus miradas en mi espalda, volteo  y les doy una mirada fría que los hace callar, me encanta que las personas me sigan teniendo miedo a los pocos minutos regresa la chica con nuestras órdenes  primero le sirve a mi hermano y luego me da la mía.

-Se les ofrece algo más caballeros.

Mi hermano niega pero yo la detengo alzando la mano.

-Prueba la comida.

La mujer me mira con incertidumbre en su rostro, oigo como mi hermano da un suspiro.

-Disculpe señor.

-Qué estás sorda, prueba la comida.

-Disculpe pero no sé si eso esté bien.

-Bueno si no la quieres probar puede ser que le hallan echado algo y es por eso que no la quieres probar.

-Disculpe señor pero somos un restaurante profesional nadie le echaría nada a su comida.

-Pruébala entonces.

Veo como la chica aprieto los puños toma una cuchara y toma un pequeño bocado de la comida, al parecer no le han echado nada, deja la cuchara en la mesa y me da una sonrisa que obviamente se ve falsa.

-Alguana otra cosa que se le ofrezca señor.

Eso lo dijo para mí yo hago un ademán con la mano para que se largue y se retira sin más, empieso a comer y siento la mirada de mi hermano sobre mí.

-En serio tenías que decirle que probar la comida.

-Te recuerdo lo que pasó la última vez.

-No, no tienes que recordármelo, no deberías de ser tan desconfiado de la gente hermano.

-Ni tú confiar tanto, el mundo es cruel y pisotean a los débiles lo sabes bien.

-Sí lo sé, me tendré que disculpar con la pobre joven después.

-Deve de soportar a los comensales es su trabajo.

Amber.

Pero que impertinencia y osadía al insinuar de que le había echado vendeno a su comida de haber sabido lo ago, entró a la cocina y realmente estoy enojada lavando los platos Philip se da cuenta y se acerca a mí.

-Te dijo algo inapropiado.

-No.

Doy un suspiro y lo volteo a ver 

-No, no es nada mi carácter me quiere dominar pero lo contengo.

-Si necesitas algo o ocupas alguien aquí estoy.

-Sí gracias.

Me vuelven hablar para que vuelva a tender la mesa espero que en realidad se largue ese maldito imbécil, me acerco a la mesa con una sonrisa y mi mejor actitud que puedo tener.

-Buenas noches necesitan algo.

-Si señorita necesitamos la cuenta.

No lo sé pero algo del más bajo me provoca un hormigueo en la nuca, no me da confianza, me retiro para buscar la cuenta al regresar ya no esta el más alto y solo está el más joven le entregó la cuenta, algo en su mirada me da miedo, me paga la cuenta y me da 10 € más como propina y se aclara la garganta.

-Señorita Amber cierto.

-Sí señor necesita algo.

-Quiero disculparme en el nombre de mi hermano Ángel es un poco desconfiado.

-Descuide señor.

-Alfred.

-Yo también lo sería señor Alfred.

Miro como se retira, tomo los platos y me los llevo de nuevo a la cocina, le doy el dinero al cajero y yo me quedo con los 10 € regreso a lavar los platos, vaya que este ha sido un día interesante en el trabajo.

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