Nuevo chofer

Capítulo 3

—Ya debemos salir, recuerda sonreír y parecer muy enamorada, acabo de pedirte matrimonio así que debes actuar como tal, eres la prometida del soltero más cotizado... debes sentirte dichosa. Y colócate esto— dice entregándome un anillo de compromiso, ni siquiera tiene la decencia de colocármelo.

Me siento atrapada, confundida y muy asustada, pero dichosa jamás. El coloca una mano en mi espalda para hacerme caminar, mientras más me acerco a la puerta más nerviosa me siento, tengo que buscar el modo de salir de todo esto.

Al llegar a las escaleras, veo a todas las personas reunidas en el salón principal. Me imagino que mi padre los hizo pasar, hay personas con cámaras y otras con pequeñas grabadoras. Al darse cuenta que estamos bajando las escaleras, enseguida se aglomeraron al pie de estas, él me detiene para que no se nos pongan encima.

Empiezan hacernos preguntas de todo tipo, ¿Quién es ella? ¿Es cierto que tiene novia? Algunos dicen que ya se casó, ¿es cierto? ¿Dónde se conocieron? ¿Fue amor a primera vista?

—Calma todas sus preguntas serán respondidas— tiene una sonrisa digna de un óscar, se desenvuelve con la prensa de forma natural.

Observo a mis padres desde lejos y ellos se les ve una sonrisa en su cara, satisfechos por su logro. Mi padre al darse cuenta de que lo estoy viendo me hace señas para que sonría. De manera forzada cumplo con su orden, Umar me acerca más a él y con mucha paciencia responde a las preguntas de los periodistas hasta presentarme a la prensa como su prometida.

Periodista: ¿Para cuándo es la boda?

—A los dos nos gusta mucho la temporada de diciembre, pensamos hacer algo romántico, más adelante les daremos los detalles.

"tan solo tengo unos meses para escapar" pensé sin evitar voltear a verlo sorprendida.

Periodista: ¿Cómo se siente al ser la única mujer que ha logrado conquistar el corazón del soltero más cotizado?

Cuando la periodista me coloca la grabadora junto a mis labios sentí un sudor helado recorrer mi espalda, por un momento pensé que me desmayaría, no sabía qué decir ante semejante pregunta cuando yo me sentía la persona más desafortunada del mundo.

—Eeeh... eh yo...

—Hace poco le  pedí matrimonio, todavía está en shock, ahora si nos permiten queremos disfrutar de nuestra celebración.

Umar me lleva con él al jardín y por petición de algunos bailamos, durante todo el baile él se la pasó haciéndome insinuaciones y cada vez que tenía oportunidad me besaba, nunca imaginé que mi primera relación seria insípida, frustrante y tan egoísta.

Cuando pude escaparme no desaproveche la oportunidad, estaba cansada de recibir las felicitaciones de todos los socios de papá, además de las malas caras de unas cuantas chicas. Pase por un lado de Bridge y la lleve conmigo al salón pequeño, el lugar más seguro para conversar.

—No sé qué hacer, no me quiero casar con él, ayúdame a buscar una salida por favor— le ruego ayuda a mi hermana desesperada.

—La única manera en que podrás hacerlo es escapando, yo podría ayudarte, después que acabe la fiesta esperamos a que todos se acuesten y te vas— la manera tan calculadora que lo dijo me sorprendió.

—Pero no tengo dinero ni a donde ir, además con mi edad será difícil encontrar trabajo— estoy echa un manojo de nervios, mi cabeza es un desastre a estas alturas.

—No te preocupes, yo te daré dinero— muy decidida y segura me responde.

Mi hermana y yo ideamos un plan, que a mi parecer es perfecto, ahora solo tenemos que esperar unas horas más y listo.

Salimos juntas de aquel salón y nos dirigimos al jardín donde están todos, Bridge se separa un poco de mí y me hace señas de que Umar se acerca.

—¿En dónde estabas?— dice mirando mis ojos, analizándome.

—Solo entre un momento, es que estoy muy cansada, no estoy acostumbrada a todo esto— aprieto mis manos un poco nerviosa, con respecto a los chicos nunca he sido tímida, pero con él me siento intimidada, no entiendo por qué.

—Pues ve acostumbrándote porque así será tu nueva vida— dice acercándose a mí con malicia.

—Hola cuñado, espero que la estés pasando bien— me siento aliviada con la presencia de Bridge— no la sofoques, eres su primer novio, todo esto es nuevo para ella.

—No soy tan difícil de complacer, se acostumbrara rápido, me encargaré de ello— dice seco y cortante.

Entre ellos hay un intercambio de miradas un poco peculiar, eso me extraña porque mi hermana no suele ser así con los chicos, ella es más del tipo de chica que es simpática y agradable, ¿Qué estará pasando aquí? Mi madre se acerca a nosotros e inventa una excusa para llevarse a Bridge, eso me dejo aún más pensativa, algo más para añadir a mi lista de cosas por averiguar.

—Espero que por tu cabecita pensativa no esté ideando la manera de escaparte— dice suspicaz.

—¿Por qué lo dices?— digo un tanto nerviosa

—Te voy a mostrar algo ven aquí— me lleva hacia la parte alta del jardín— ¿ves a esos dos hombres que están al final?

—Sí.

—Y aquellos tres de allá, son personas contratadas para vigilarte, no importa a donde intentes escapar ellos te van a seguir y me lo informaran y yo mismo iré a buscarte, te recomiendo que no intentes escapar sería una pérdida de tiempo para ti— giro mi rostro y me quedo observando su perfil, su expresión es fría y calculadora, al sentir mi mirada voltea su rostro, su mirada se suaviza al mirarme.

Me hace sentir confundida, pero mi parte racional se estremece al darse cuenta que no tengo escapatoria, mis ánimos de escapar se vinieron abajo, a cada minuto esto se pone peor. Solo tengo dos meses para escapar como mínimo, después de eso será aún más difícil, casi imposible.

Las horas fueron pasando con una mortal lentitud, cuando llegó la hora de despedirnos fue tan desesperante como cuando estábamos en el despacho de papá.

—Dejemos que la nueva pareja se despida— mi padre hace que mi mamá y mi hermana entren a la casa.

—¿Acaso pensabas irte sin despedirte de tu prometido?— me toma por la cintura y me acerca a él, coloco mis manos en su pecho para así poner un poco de distancia entre los dos.

—Suéltame, por favor —le pido bajito sin atreverme a verlo a los ojos.

—Te informo que además de esos hombres que les pagó para que te cuiden, también hay periodistas a nuestro alrededor siempre, así que debes comportarte como mi prometida y este anillo— dice tomando mi mano y depositando un beso donde tengo el anillo— nunca debes quitártelo— me guiña un ojo y deposita un beso en mis labios.

Se separa de mí y se dirige a su carro, yo me quedo allí sin poder reaccionar ante todo lo que está pasando, Bridge se me acerca, rodea mis hombros con su brazo y me hace pasar.

Al llegar a la habitación veo sobre mi cama un morral, unos pantalones negros, camisa manga larga negra y un gorro del mismo color.

—Tengo todo listo para tu escape— dice con entusiasmo mostrándome todo lo que ha conseguido.

—No creo que logre mi escape, esto no funcionara— me siento tan seccionada.

Ya esto me tiene agotada en todos los sentidos. Ya cansada me quito el vestido y las sandalias, aparto todo lo que está en la cama y me acuesto, en unas pocas horas debo volver a clases... solo a mi padre se le ocurre hacer una reunión un día lunes.

Siento que me mueven bruscamente, al levantar la mirada veo a Bridge cruzada de brazos y un poco ¿molesta?

—¿Qué paso?— pregunto sin ánimos.

—Planifique todo para tu escape sin que nadie se diera cuenta, te busque a alguien para que te saque de la ciudad, te busque la ropa, el hotel, hasta una identidad nueva y sin que nadie sospeche y tú ahora me dices que no te vas...— la noto muy molesta, nunca la había visto de tal modo.

—Pues lamento informarte que ya Umar sabe tus planes, tiene a cinco hombres vigilándome, es imposible que yo escape sin que ellos se den cuenta— le explico con calma.

—Eso te lo dijo para asustarte— intenta darme ánimo para que escape, me pasa la camisa para que me la ponga.

Me acerco a la ventana para asegurarme de que eso sea cierto y que aquellos hombres que él me señalo fuesen unos invitados más. Pero para mí desgracia no es así, desde donde me encuentro veo a tres hombres custodiando el jardín, le hago señas a Bridge para que se asome y compruebe por ella misma.

—Te dije que nuestro plan no funcionaría— ya resignada me acomodo en la cama.

—Alguna solución debe a ver... ¿qué te parece si yo lo seduzco? la prensa siempre lo persigue, así que yo podría besarlo en público y de ese modo tú puedas negarte— su rostro se ilumina ante semejante idea.

—No es un plan muy inteligente, él es quien debe negarse a casarse conmigo y no al revés— pareciera que era más importante para ella evitar esa boda que para mí.

—Si hoy no vas hacer nada me voy a dormir, pero después no te quejes... mientras más tiempo pase más difícil será para ti salir de este lugar— sale de mi habitación dando un portazo.

Yo sé que ella tiene razón, pero si quería escapar tenía que ser perfecto. Un solo error y las consecuencias serían muy malas para mí y no podía tentar a la suerte.

Ni cuenta me di cuando me quede dormida, el resplandor entra por mi ventana y me da justo en la cara, me estiro con pereza y salgo de la cama, entro a la ducha y así quitar cualquier rastro de sueño. Después de alistarme me voy a desayunar, al igual que cada día me quedo en la cocina desayunando en compañía de Belkis.

—No puedo creer lo que ha hecho tu padre —me expresa dejando el desayuno frente a mí— es una locura casarte a tu corta edad.

—Justo cuando me falta tan poco para salir de este infierno —resoplo sin ánimos de comer, tan solo pruebo el chocolate caliente.

—Buenos días hermanita —entra a la cocina mi hermano pequeño, Alexander. Se sienta a mi lado— supe lo de tu matrimonio, por la cara que tienes, no es algo que quieres hacer, por eso te voy ayudar, voy a investigarlo, algo poder encontrar que te servirá de escape.

—Es mejor que no lo hagas, es peligro —le aconsejo sintiéndome enternecida.

—Tengo diez años, ¿quién sospecharía de mí? —puedo ver en sus ojos que un plan tiene armado, no va a desistir.

—Tan solo cuídate y mantenme al tanto de lo que descubras — le pido viendo que ya es hora de salir, estoy con el tiempo justo.

El semáforo cambia a verde y justo cuando voy a cruzar la avenida un carro negro se detiene frente a mi provocando que de un salto, baja la ventanilla y al asomarme esta Umar con una gran sonrisa extinguiendo por completo mi tranquilidad y mi idea de relajarme. Al notar que no subo a su carro el baja de este y me abre la puerta invitándome a subir, yo retrocedo y niego con la cabeza.

—Necesito que entres para llevarte al instituto— dice con calma.

—No gracias, prefiero caminar— intento continuar mi camino pero él se interpone.

Al notar las miradas curiosas Umar se me acerca y une nuestros labios, cualquiera pensaría que se trata de una pequeña pelea de novios.

—No voy a permitir que camines hasta el instituto para eso estoy aquí, anda entra— dice tratando de controlarse.

Al notar que él no va a ceder, no me queda de otra sino subir al carro y dejar que el me lleve al instituto. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo