CAPITULO 3

Lo observó feliz, sonrió contenta pero se borra mi sonrisa al ver a Max de pie junto a mí, en que momento llego.

Últimamente me lo encuentro muy seguido.

- Tienes el libro que te pedí.- dice Max.

Voy a ignorarlo aunque puedo sentir su mirada intensa, me siento incomoda de repente.

-¿Al final irás a la fiesta gordis? - pregunta Max.

Empujó mis lentes y levanto la mirada, estoy molesta de solo escuchar su irritante voz, sobre todo que mis hormonas locas hayan propiciado un sueño húmedo con este baboso que no para de decirme gordis aquí, gordis allá.

- Deberías venir, yo estoy organizando la fiesta como uno de los promotores de la universidad.- exclama Noah.

Mi corazón acelera por qué me acaba de invitar Noah, no debería de perder esta oportunidad y entablar una relación amistosa.

Sólo es un paso para llegar a una relación.

Max interrumpe.

-No creo que las fiestas sean su ambiente es una aburrida.-

-  No deberías ser grosero, hermano.- dice Noah.

¡Que! le dijo HERMANO, es su hermano imposible.

-Voy a asistir.- Respondo con rapidez y salgo a prisas de la biblioteca.

Pero que está pasando, ¿Por qué? Si ni siquiera se parecen los dos, que clase de mala suerte es está, Noah es gentil, amable y considerado y Max es grosero, irritante y arrogante son como el Ying  Yang del otro, en verdad serán hermanos de sangre.

Imposible Max debe ser adoptado.

Estoy de pie en la entrada y me río sola con esos pensamientos, cuando Max se me acerca.

-Que te sucede, quedaste mongola después de correr.-  exclama Max.

- Ya deja de molestarme.-  le digo con una mirada asesina.

- Me estaba preguntando, por qué dibujaste a mi hermano en el primer día de clases  y por qué de repente estas cambiando de opinión sobre  la fiesta, me hace pensar que tal vez , tú estás enamorada de mi hermano.- dice Max seguro.

Mi cara se ruboriza de golpe, estoy avergonzada no puede ser, él me está observando debo responder rápido.

- Basta de tonterías, tienes una imaginación exagerada. - respondo nerviosa.

- De verdad y por qué tu cara está roja como un tomate.-  dice Max riéndose, como si lo disfrutara.

Me dejó muda, no sé qué responder. Cómo voy a argumentar eso, si tiene razón.

Sólo bajo la mirada acomodando mi cabello.

- ¿Tanto te gusta  mi hermano? No sé qué le ves de grandioso.- dice Max.

Siento que voy a explotar, mis nervios, tengo mis emociones a flor de piel.

Le gritó sin pensarlo.

-  ¡Si me gusta y que!  Eso es malo acaso, no pido que le guste, solo quiero ver su cara eso tiene algo de malo.-  mis ojos se cristalizan y me brilla la mirada como si quisiera llorar.

- lamento que la persona que me gusta sea tu hermano.-

Me voy corriendo de allí, no sé por qué explote a si enfrente de Max pero él me orillo con sus preguntas, me irritó tanto que simplemente me salió natural como se atreve a  avergonzarme de esa manera   no puedo evitar sentir , soy una tonta llorando por qué le confesé mis sentimientos al hermano de mi primer amor.

POV Max

Los tatuajes siempre llaman la atención de las miradas y los prejuicios van acompañado de ella, es una forma primitiva acondicionada de juzgar a las personas por su aspecto.

Tengo tres tatuajes en total, el más doloroso es el que está en mi manzana de Adán, es una flor de loto representa mi crecimiento y expansión espiritual ante las adversidades.

También tengo el retrato de mi madre fallecida en el dorso de mi mano hace dos años, el otro está en mi costilla izquierda son números romanos en vertical.

Me llamo Max Evans tengo 21 años, soy la oveja negra de mi familia, en otras palabras el dolor de huevos de mi padre, he sido algo problemático en estos dos años transcurridos.

En mi familia todos son exitosos, mi padre es un afamado médico cirujano plástico y mi hermano mayor es el bibliotecario de una de las mejores universidades del país.

Actualmente estoy cursando el segundo año de animación digital además formó parte del club de natación, así entre a la universidad de Harvard con beca deportiva.

Está imagen superficial de chico malo, atrae a muchas chicas curiosas, así que lo aprovecho al máximo, No creo en el amor aunque no siempre fue así, también me he enamorado en el pasado pero esa experiencia fue solo un desagradable recuerdo.

Tengo amigos cercanos con los que comparto el tiempo y locuras.

Alex es el asiático, más gracioso que he conocido.

Diego es el más fuerte de todos, se ejercita bastante.

Mattew es el chico decente del grupo, todos forman parte del club de natación.

El primer día siempre es aburrido, con la orientación.

Así que lo chicos y yo nos vamos a entrenar natación.

Práctico mi estilo mariposa, muchas chicas guapas van a observar para vernos en traje de baño.

La piscina es realmente grande como un campo de fútbol, con un reflejo cristalino cuando estoy dentro del agua siento que mi cuerpo flota en la inmensidad y serena mi alma, me tranquiliza.

Salgo de la piscina y estoy secándome con una toalla sentado en una banca de descanso.

Veo que una chica se me acerca, es Chloe una joven muy guapa, cabello rubio rizado con ojos azules tiene un cuerpo muy sexy y tonificado, es alta como modelo profesional, he durmido con ella un par de veces, pero no estoy buscando una relación amorosa.

-Hola Max, hace semanas que no me hablas. -dice Chloe preocupada.

- He estado ocupado.- respondo.

- He extrañado nuestras noches juntos.- responde chloe coqueta.

- Ya lo hemos hablado Chloe, es solo juego, no te hagas ideas equivocadas.- Replico.

Me levanto para ir a los vestuarios.

Cuando salgo, Chloe está esperándome en la puerta.

- ¿Que haces aquí?-

- Seguimos el juego entonces, tú mismo lo mencionaste.- dice Chloe

Me jala la chamarra de cuero, y me roba un beso.

- No llevo ropa interior.- susurra Chloe en mi oído.

Eso me excita, así que nos escabullimos debajo de las gradas del campo de fútbol, ella se levanta su falda y no lleva nada.

Empiezo a besarla apasionadamente, frota su cuerpo contra el mío, me separó de sus besos.

Ella se sostiene de mis hombros y se arquea con cada movimiento, está muy excitada yo también ya no puedo aguantarlo más, ambos empezamos a gemir de placer.

Levanto uno de sus muslos, chocando con mayor fuerza mi cadera, Chloe tiene los ojos cerrados lo está disfrutando su respiración es acelerada, cuando volteó mi mirada hay una chica extraña observándonos atentamente, su rostro está rojo, me está distrayendo pero siento morbo al verla.

- Te gusta lo que ves.- le digo excitado.

Ella se va asustada, como si fuera una niña inocente, acaso nunca ha visto eso.

Termino de disfrutar con Chloe, me subo los pantalones, tomo mi mochila pero veo un papel tirado lo recojo es un dibujo increíblemente realista, es un retrato de mi hermano mayor, pero como es posible esto.

Será de esa chica, entonces no es una pervertida que vino a espiar, se le habrá caído esto, cuando noto en el pie de página Melek es su firma de artista, que nombre más extraño.

Me pongo la mochila en el hombro.

- Me voy.-

Me despido, y salgo del campo hay unas chicas platicando en el pabellón.

- ¿Vieron una chica gordita y bajita de lentes pasar por aquí?- pregunto.

- Está en el baño de la derecha.- Responde una de las chicas.

- Gracias.-

Estoy esperándola pero no sé qué hace tanto en el baño está tardando una eternidad.

Cuando sale, se asusta tiene una actitud bien agresiva no comprendo cómo es que alguien tan bajito sea tan arisco.

Me burlo un poco de su estatura y aspecto no sé por qué pero me está gustando mucho sus reacciones, quiere que le entregué su dibujo pero no lo haré, como es baja de estatura no puede alcanzarlo si levanto los brazos.

Es una desalmada me golpea en la entrepierna y se lleva el dibujo es un dolor muy agudo que no puedo describir.

Que m*****a.

Ahora huye es escurridiza, aunque realmente me sorprende su talento me serviría demasiado para mí proyecto de vídeo juegos, es la indicada.

He dado mil vueltas buscándola, pase preguntando a casi todas las chicas del campus, hasta que por fin logré encontrar su paradero.

Cuarto 17B, tocó la puerta ella me abre la puerta, está de pie frente a mí solo con una camiseta gris, sus muslos son hermosos y no parece estar llevando sostén.

Casi me cierra la puerta en la cara cuando la detengo y le pido ayuda para mis bosquejos se niega rotundamente que gordis más malcriada.

Un repartidor trae una entrega, ella lo toma a los segundos aparecen dos chicas a mis costados, me observan y esto se siente un poco incómodo así que la convenceré otro día.

Me voy de su habitación y regreso a mi cuarto, Matthew es mi compañero de cuarto.

Descanso como de costumbre.

Al día siguiente la encuentro en el comedor, los chicos están repartiendo panfletos de la fiesta de bienvenida al parecer no le agradó nada a ella.

Lo único que me interesa es su talento, creo que me será muy útil, tampoco es que ella me agrade después de todo me lastimo las pelotas.

No sé por qué sigo encontrándome con ella, vengo a la biblioteca a hablar con Noah además tiene que darme un libro que le encargue y está de pie a mi costado, lleva el cabello suelto, tiene lindo cabello largo y con ondas en las puntas hasta la hace ver diferente.

Le pregunto si irá a la fiesta, pero no responde seguro que no, ha actuado desagradable con cada cosa que le digo.

Pero cuando Noah la invitó no lo dudo, hasta parecía que le brillarán los ojos.

Se va casi corriendo de la biblioteca.

- ¿Vendrás a cenar mañana?- pregunta Noah.

- No me queda de otra no.- respondo sarcásticamente.

Tomando el libro y salgo de la biblioteca, la gordis está de pie en la entrada pensativa.

Que le sucederá, la molesto un poco.

Pero se enfada, de repente pienso en el retrato que hizo de mi hermano y bromeo diciéndole que se enamoró de él.

Pero me sorprende ver qué en verdad se ruborizó, solo por eso, está tan roja como un tómate.

Por qué hace unos gestos tan tiernos y honestos, está chica se comporta tan inocente.

La presiono con lo de mi hermano, cuando ella explota con sus ojos llorosos acepta que si está enamorada de mi hermano.

Quedé atónito, más que sorprendido, en un caso normal cualquiera lo negaría hasta la muerte pero ella lo admitió con tanta sinceridad, que tiene este hermano mío que está enloqueciendo a las jovencitas universitarias.

No puedo quitar la expresión que hizo cuando confesó sus sentimientos, te juro que me lo transmitió, no sé por qué pero me sentí afectado como si me estuviera profesando su amor a mí, sentí por un pequeño instante como mi corazón revoloteó.

Esta chica es tan extraña, pero ahora con esta información que debería hacer.

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