De nuevo le pregunté y me volvió a ignorar y de tanto que me jala, llegamos al tercer piso y entramos en la sala donde está el piano.
—Siéntate frente al piano —le escuchó decir su tono de voz es autoritario.
—No, usted dijo anoche, que no tocará sus cosas—respondo un poco nerviosa.
—Olvida lo que dije y haz lo que te digo.
Pienso será que él siempre habla así, con ínfulas de grandeza y con ese tono tan dominante.
—¿No escuchaste? dije que te sientes, quiero que toques la sinfonía que estabas tocando ayer en la noche.
—¿Después podré irme? —le preguntó tartamudeando.
—Si, después podrás irte —está vez me respondió con suavidad.
Me siento y empiezo a tocar, mis dedos se deslizan por las teclas como si fueran uno con ellos. Puedo oír el fluir de esa hermosa sinfonía que tanto me gusta y me relaja.
Cuando terminó de tocar lo observo su mirada parece indescifrable. —Ya terminé joven Ignacio —me levanto y le digo —Con su permiso me retiro.
—¿Tienes idea de lo que tocaste?
—pregunta sorprendido.—Si, es una sinfonía de Beethoven —le respondo.
—¿Qué edad tienes? —me mira arqueando sus cejas.
—Ocho años —le respondo con amabilidad.
—Ocho años —repite lentamente como si le resultara difícil asimilar lo que le acabo de decir —¿Como una niña de ocho años aprendió a tocar a ese nivel? —sigue serio pero hace énfasis en la palabra nivel.
—Mi padre quien era profesor de... piano comenzó a enseñarme a tocar a los cuatro años y a los siete ya tocaba sinfonías.
—Tú eres una niña "prodigio" —lo dice con
gran impresión.(Prodigio:Es el niño o niña que realiza una actividad extraordinaria para su edad o hace algo que le compete a los adultos)
—Me retiro —le digo dando la vuelta para irme.
—" Te propongo un trato " —le escuchó decir.
—¿Qué trato? —le pregunto.
—Ven a tocar para mí todos los días a las tres, y a cambio podrás practicar en el piano las veces que quieras —su mirada es indescifrable.
—¿Está hablando en serio? —le pregunto sorprendida.
—Si, porque esa sinfonía que tocaste me gusta mucho, mi abuela la toca para mí siempre que viene de visita —lo dice en un tono serio.
Ni siquiera lo pienso porque amo tocar el piano y sueño con ser pianista como mi padre.
—¡Está bien joven Ignacio! —le contestó emocionada.
—Entonces mañana ven a las tres.
La ama de llaves acaba de entrar, carga el teléfono en la mano, está como agitada.
—Joven Ignacio, hasta que por fin lo encuentro su madre dice que le contesté el teléfono; que tiene días tratando de contactarlo.
—¿Cuál madre? te he dicho que yo no tengo madre.
—Joven por favor no estoy para sus ironías, atienda el teléfono —le dice extendiendo la mano.
—Señora Adelaida dígale a la presidenta que así como ella nunca tiene tiempo para mí, yo tampoco tengo tiempo para ella.
—Joven por favor conteste usted sabe cómo se molesta ella cuando se comporta de ese modo. Si usted no atiende se va a enfurecer es conmigo.
—Está bien, deme el teléfono señora Adelaida —Ese niño camina hacia la ventana, cuando ya está cerca de ahí, lanza el teléfono.
—Joven Ignacio —dice la Señora Adelaida con cara de indignada y va corriendo hacia la ventana.
—¡Uff se me cayó! —exclama con una sonrisa irónica.
—Me voy a mi habitación. No quiero que nadie me moleste, ni si quiera la presidenta.
Lo observo irse, pienso será que el nació así de grosero, o es que a él le gusta ser así.
Bueno no importa solo tendré que tocar para él y podré practicar las veces que quiera en el piano
—¿Dónde estabas Camila llevo rato buscándote? —pregunta mi madre.
No le digo que hable con el joven Ignacio y menos... que tocaré el piano para él.
Ya es fin de semana, hice las tareas que tenía pendiente acomode mi uniforme de la escuela. Me siento ansiosa de solo pensar que voy a volver a tocar ese lindo piano
Me miro al espejo y llevo dos colitas en mi cabello rubio, un vestido Blanco. Mis ojos son color ámbar tengo algunas pequitas alrededor de mi pequeña nariz, son las tres, subo las escaleras.
Ignacio, está de pie, justo al lado de la ventana de donde lanzó el teléfono ayer. No está solo hay dos niño más con él, uno es de cabello rubio claro, piel blanca, ojos azules y usa gafas. Está sentado leyendo un libro.
El otro es rubio de ojos verdes delgado y está comiendo. Su cachetes están inflados por la comida que está masticando.
Hay una mesa grande con mucha comida y dulces.
—Buenas tarde joven Ignacio, si está ocupado yo puedo venir otro día.
—Entra —no se porque pero su mirada y su tono de voz, son amables el camina hacia mi.
—Ellos son mis amigos, él es Bradley.
—Alias el cerebrito —dice el niño que está comiendo en tono de burla.
Ignacio señala al niño que está comiendo —El es —Soy Elior pero me puedes decir futuro novio —dice él, interrumpiendo a Ignacio.
Me dió un poco de risa eso.
Bradley se levanta de la silla, se acerca a mí, toca el centro de sus gafas y luego dice.
—Ignacio nos dijo que puedes tocar sinfonías y que tan solo tienes... ocho años no le creía por eso vine.
—Vinimos —corrige Elior, hablando con la boca llena.
—No, tú viniste fue a comer los dulces franceses que preparan para Ignacio —responde Bradley.
—Toca el piano para nosotros —ordena Ignacio serio.
Voy me siento frente al piano, toque unas tres sinfonía para ellos y estaban maravillados.
Bradley también tocó el piano, pero solo melodías. El dice que todavía no sabe tocar sinfonías.
Cuando terminó de tocar, Elior me jala hacia donde está una mesa grande con comida y postres —¿Quiere comer algo de lo que hay aquí?
—No gracias —le respondo que no porque realmente me da pena.
Observó a Ignacio él está hablando con Bradley quien sigue sentado frente al piano.
—Come, Ignacio no dice nada el tiene cara de perro bravo, pero en realidad no muerde solo ladra. Rio al escuchar eso.
Ignacio y Bradley se acercan a nosotros.
—¿De que hablan? —pregunta Bradley mientras se está sirviendo unos bocadillos.
—¡Ah! ¡le estoy proponiendo a Camila ser novios cuando estemos más grandes!
—Exclama Elior.—Quiere que te rompa la cara —le escuchó decir a Ignacio quien está sirviendo unas bebidas cerca de Bradley.
—Elior me susurra al oído —Por eso te digo el ladra pero no muerde.
—No hables de mi Elior —replica Ignacio acercándose con dos bebidas en las mano.
—Escoge mora o fresa.
—¿Para mí? —pregunto sorprendida.
—Si escoge —dice él, tomó el vaso de mora.
Elior le quita el vaso del jugo de fresa de la mano —Oye ese es el mío —dice Ignacio
—Era —respondió Elior con una sonrisa y comenzó a tomarlo.Ignacio le hace una morisqueta a Elior.
—Ellos siempre son así Camila, pelean por todo. Yo soy el único civilizado aquí aparte de ti claro —dice Bradley poniendo su brazo sobre mi hombro.
—Si tan civilizado que mojaste tu cama hasta los siete años —comenta Elior y todos reímos al escuchar eso, todos menos Bradley por supuesto.
...
Autora:STEFIGracias hermosas, si le gusta no olviden comentar y seguirme.🌹🌹
Camila Horas después, ya estoy en casa después de bañarme me cambio me coloco un vestido blanco más abajo de mi rodillas con pepas azules y una zapatilla. Luego comienzo hacer mis tareas es de matemática, mañana tendré examen de eso. Un rato después bajo a la cocina almorzar cuando veo la comida no se que es. Pero igual me siento al lado de mi madre y como. En esta mansión mayormente cocina es platillos franceses. Tengo entendido que al joven Ignacio no le gusta comer otro tipo de comida que no sea la de su país. cuando son las tres subo a tocar el piano. Pero él no está, no llegó hoy. No sé por qué pero siento una tristeza en mi corazón. Tenías tantas ganas de verlo su presencia me agrada aunque se que su manera de ser es difícil. Las veces anteriores que he subido ha tocar para él. Se para en la ventana, con un rostro tan serio aunque también he notado un rastro de nostalgia ¿Quisiera saber en qué piensas cuando se para cerca de la ventana? ¿Y por qué sus cambios de animos tan r
Lo sigo y subimos por las escaleras al cuarto piso llegamos y nos detenemos en frente de una habitación dos puertas. El pone su mano sobre la pared parece ser un detector de huella, de repente las puertas se abren. Al entrar las luces se encienden solas, se escucha una voz que dice —Bienvenido joven Ignacio —parece la voz de una computadora, al entrar hay mesas de billar y de videojuegos. —Este es uno de mis lugares favoritos —dice con un pequeña sonrisa. Entró sorprendida porque nunca había visto algo así. —¡Wow! —exclamó con la boca abierta. —También tengo una sala de cines aquí adentro ¿Quieres ver películas? —¡No! ¿en serio tienes una sala de cines aqui?—exclamó emocionada. —Si, quieres verla o prefieres jugar videojuegos —lo dice como si fuera lo más normal del mundo. Yo no se que decir es que todavía estoy impresionada escucho una voz
¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! mi mamá y todos los empleados me están cantando cumpleaño. Ellos usan gorro de fiesta la señora Ofelia me hizo un pastel rosado y unos dulces muy ricos. Mamá me compró un vestido nuevo y los empleados me dieron regalos. Ceci me llamó en la mañana al celular de mi mami para felicitarme... mi tía Ruth también me llamó. Así transcurrió mi cumpleaños. Aunque todavía no he podido olvidar esas palabras del Joven Ignacio... Fueron como un calmante para mi dolor. Flashback Ignacio Besnier, me abrazó una mano la coloco en mi espalda y la otra sobre mi cabello. Mientras me decía: —Estoy aquí Camila llora todo lo que desees... No estás sola yo estoy contigo —su tono de voz es suave y sus brazos me hacen sentir segura y más tranquila. Era la primera vez que él me llamaba por mi nombre, lo decía de una manera tan tierna. —Antes de irme me dijo —Mañana quiero verte
Ofelia Es invierno, están cayendo la gotas de lluvia son gruesas. El frío que está haciendo afuera es fuerte. La visita de la señora Victoria Besnier, fue algo imprevisto. Aunque ella viene unas dos veces al año, había dicho que no vendría está navidad. Y no dijo el motivo, pero creo era porque estaba tratando de resolver ese asunto que tanto preocupa a esta familia. Pienso que entre cielo y tierra no hay nada oculto. Algún día, la señora Victoria y la presidenta tendrán que revelarle al niño Ignacio el secreto o los secretos, que ellas ocultan. Esta noche de lluvia y de invierno me recuerda ese día en la mansión de Francia. Él niño Ignacio lloró tanto... la muerte de su padre. Duró días sin comer, sin dormir, sin querer salir de su habitación. La pérdida de su padre fue muy doloroso para él. Dos semanas después de la muerte de su padre. Mando a llamar Adelaida y a mí. Nos preguntó que sí queríamos, venir a vivir a Nueva Y
Camila Diez años después uff, muchas cosas han pasado ya estoy en mi último año de secundaria. En una preparatoria que es solo para señoritas. Les cuento que el señor Diego parece estar pretendiendo a mi madre. La señora Ofelia sigue siendo muy amable conmigo y con mi madre. En cambio, la señora Adelaida continúa siendo odiosa, creo que nunca le voy agradar y no entiendo porque si no le hecho nada malo. Mi mama ahora es auxiliar de cocina en la mansión, eso es un alivio para ella porque le gusta mucho cocinar y le aumentaron el sueldo. ¡Ah! ¡Ceci, sigue siendo mi mejor amiga! Le gusta vestirse de negro, hacerse tatuajes, colocarse piercing y vive teniendo citas pero siempre le rompen el corazon sus relaciones tienden hacer muy tóxicas. Varias veces la he consolado cuando la lastiman. La abuela de Ignacio vive en Francia pero nos visita dos veces al año, es como otra abuela para mí. Ella me trata con mucho cariño me
Calló al oír eso ella tiene razón, a mi memoria vienen los recuerdos de ese día. Flashback Todavía recuerdo esas vacaciones de verano, tenía dieciséis y Ignacio dieciocho. Estaba haciendo tareas, cuando me llego un mensaje de él. * Pecosa, vamos con mi amigos a la isla privada de Elior. * ¿Cuando Ignacio? * El viernes en la tarde. * Preferiría no ir, no quiero hacer sentir incómodo a Elior. *Irás conmigo, tranquila que Elior ya lo superó. Me tardó unos minutos para responder, el me vuelve escribir. * ¡¿Responde Oh te comieron el táctil los ratones?! ¡¿Oh soy tan aburrido que ya te quedaste dormida?! * No sé Ignacio, no voy a ir. * No me gusta salir sin ti ¿Oh prefieres que invite a otra chica? Después no te quiero molesta si voy con alguien más. El sólo ver su mensaje y " pensar que va a salir con otra chica" me pone de malas. * Está bien voy a ir contigo. *
Camila Cuando me volteó lo miro es Ignacio, está sin camisa su cuerpo cada vez está más moldeado, el tiene abdominales muy marcados, solo carga puesto una bermuda verde que resalta sus hermosos ojos verdes... Su piel luce tersa, tiene unos hermosos tatuajes que decoran su brazo y pecho. Parece que se ha dado una ducha, tiene el cabello húmedo y por eso se le ve más oscuro. Se acerca a dónde estoy él es más alto que yo. Yo me levanto del piso rapidamente —Hola Ignacio —lo saludo aunque me provoca reclamarle, ¿por qué no me llamas y me escribes acaso ya no soy tu mejor amiga? ¿Qué te pasa? ¿por qué cambiaste tanto? Pero sólo lo pienso porque no tengo el valor de decírselo. —¿Cómo estás pecosa? —pregunta mirándome con una pequeña sonrisa. Se me acercó tanto que pude mirar su rostro claramente a pesar de la oscuridad él pone su... dedo en mi labio y lo pasa suavemente y su contacto están exquisitos y me trae... Recuerdos que quisiera poder borrar porque solo soy una tonta que cometi
Ignacio Falta poco para terminar la práctica, si anoto habrá empate le doy una pequeña sonrisa al maldito de German, que siempre me hace mala cara en especial cuando mi equipo y yo le ganamos. Miro a Elior el tiene el balón, levantó las manos para que me haga el pasé, Santiago le roba el balón a Elior. Pero ahora yo sé lo quitó a él y este es mi momento de meter un Golazo de los que tanto me gusta, que Jon el portero ni cuenta se da. Enseguida los de mi equipo no alegramos pero Germán está serio se nota que le dolió el Golazo.