REGRESO A LA REALIDAD

—¿ Que es esto Juan?— pregunta ella con la voz quebrada intentando entender que sucede, para ella esto no tiene cabida en su cabeza, la rubia está desnuda sobre el, alcanzo a escuchar algunos gemidos y el chillar de la cama típico de una noche se sexo salvaje.

Juan quita a Laura de encima suyo, su rostro esta rojo — Tu no puedes juzgarme, me engañaste cuando estábamos recién casados o quizás cuando aún eramos novios, esto no es nada además ya te dije que quiero el divorcio — Juan se siente mal sabe que cometio un error pero no le quiere dar el lujo a Clara de reprocharle lo que está pasando.

— Yo no te engañe, lo que pasó en el crucero es algo real y se que algún día te lo voy a demostrar — Clara siente como las lágrimas caen por sus mejillas.

— Una bandida como tú, no debería dárselas de digna, Juan ahora es mío y lo mejor es que aceptes que perdiste y que la mentira de tu bastarda se cayó por completo — La sonrisa burlona de Laura solo genera una gran irá en la cabeza de Clara.

— Yo te voy a enseñar a respetar a mi hija — Clara se abalanza contra la mujer, la agarra del cabello enredando sus dedos para que no se pueda soltar, quiere acabar con ella quiere volverla nada por meterse con lo más sagrado de su vida su hija.

Laura grita desesperada lo único que hace es enterrado sus uñas largas y falsas en la piel de Clara que no siente nada en medio de la adrenalina del momento, Juan interviene pero se gana varios arañazos de Clara y de Laura que intenta defenderse hasta lograr separarlas —¡Cálmate!— le grita a Clara.

—¡No me toques!— grita Clara que le da una fuerte cachetada regresandole con sus uñas en golpe que recibió de el — Eres un desgraciado, si tú no fuiste capaz de créeme a mi la verdad de mi historia, cuando te dije que no sabía que había pasado en el crucero mucho menos te voy a creer a ti que no tenías algo desde hace mucho con esa mujer — Clara siente que su cuerpo salta por la adrenalina que recorre sus venas, la rabia se apodera de ella, esperaba otro final para su historia de amor.

— Laura por favor vete tengo que hablar con Clara — pide Juan que quiere explicarle a Clara lo que sucedió, en el fondo de su corazón tiene un sentimiento de culpa, Laura llegó en el peor momento estaba bebiendo y llorando, se desnudó y lo sedujo, fue débil y cedió.

Laura abre los ojos como platos furiosa por lo que acaba de decirle Juan —¿Le vas a dar prioridad a ella?— pregunta enojada — mira como me dejó por sus golpes, es una ordinaria que jamás debió entrar en nuestro círculo social — Laura odia saber que perdió frente a ella pero está dispuesta a jugarse el todo por el todo por ser la esposa de Juan.

— Por favor, mañana te llamo para que hablemos — Juan le entrega la ropa, sabe que ella se aprovechó de la situación pero no quiere darle la razón total a Clara.

Laura se viste rápidamente — Esto no se queda así — amenaza a Clara dándole un empujón que ella quiere responder.

Clara cruza los brazos quiere controlar sus nervios pues esto significa el final definitivo de su amor, del gran amor que un día nació entre los dos —¿Es el fin?— pregunta Clara mientras limpia sus lágrimas mirando el espejo y las luces de la ciudad.

— Estoy dispuesto a olvidar lo que pasó solo con dos condiciones — Juan suspira mientras toma un trago de whisky.

— creo que ninguna condición salvará esto — Clara sabe perfectamente que su relación se rompió en mil pedazos, no solo por verlo con Laura en otra oportunidad lo hubiera perdonado pero todo su mundo está revuelto.

— La primera es que me digas ¿Quien es el padre de la niña? Estoy dispuesto a escuchar esa historia y entenderte solo si me hablas con la verdad — Juan la toma de las manos — No saber quién es ese hombre me está volviendo loco —.

— No lo sé, se que crees que soy una mujer fácil o quizás una gran mentirosa y manipuladora pero no sé quién es el hombre del crucero — Clara habla con la verdad, jamás le negaría esa verdad a su hija ella también tiene el derecho de conocer a su verdadero padre y saber la verdad del origen.

Clara suspira mientras ve como Juan le da golpes a la pared —¿Es muy díficil decir quién es? Nadie te va a creer lo del crucero, es ridículo — .

—¿Cual es la segunda condición?— Clara toma su bolso quiere irse de inmediato de allí, necesita pensar en completa soledad.

— Alina... Ella .... Yo la quiero mucho, no va a dejar de ser mi hija ni un solo momento pero creo que sí lo vamos a intentar lo mejor es enviarla lejos del país — Juan sabe que esta propuesta es el detonante de todo pero su madre al ver su angustia por aquella niña le hizo esta sugerencia desgarradora para Clara.

Clara le da una cachetada — No quiero nada de ti, estoy dispuesta a firmar el divorcio no quiero nada de ti ni un centavo, solo quiero que estés lejos de nosotras —.

Juan intenta detener a Clara — Está situación es compleja para mí, se que es ridículo lo que digo pero lo único que tengo seguro en mi vida es que estoy desorientado, acabo de perder todo — Sabe que sus palabras no fueron las mejores y mucho menos las indicadas cuando la volatidad de los dos está mal — M*****a sea, solo dime ¿Quien es el padre?¿Santiago?— cuestiona de nuevo.

— No, no pienso decirte nada, solo te voy a demostrar que estabas equivocado conmigo, que todo lo que tu Mamá te metió en la cabeza de mi es mentira y que yo soy víctima de esta situación que me está matando lentamente — Clara se suelta, se limpia las lágrimas mirando fijamente a Juan y prometiendo que no va a volver a creer en el amor y mucho menos en el.

— Déjame te paso una cuota mensual para tus gastos y los de Alina, quédate con la casa y los autos, te voy a dar la vida que te mereces — Juan baja un poco el tono de la discusión, no quiere que ella se sienta más mal de lo que está pero Clara es determinante.

— Desde niña he podido salir sola sin ayuda de nadie, creo que puedo hacerlo de nuevo, Adiós Juan — Clara le entrega el anillo de matrimonio en sus manos y sale de allí con el corazón destrozado pero fingiendo tener fortaleza.

Llama a Gina y le pide ayuda para empezar de cero, necesita volver a encontrar su camino en medio del torbellino que se convirtió su vida, Gina la recoge y la lleva hasta su departamento mucho más pequeño comparado a la gran mansión que tenía asegurada.

— Necesito saber quién es el Padre de Alina y si se merece la hija que tiene — Clara está decidida que debe buscar a ese hombre.

— Creo que mientras estabas discutiendo con tu esposo hice algo para llegar a ese punto, mañana tenemos una cita con alguien que puede ayudarte a saber algo de ese hombre — suspira Gina que le da una suave caricia en la cabeza intentando consolarla.

Muy temprano...

Clara toma una ducha, no pudo dormir lloro todo lo que sus lagrimales se lo permitieron, estaba cansada pero tenía que levantarse.

Al salir de la habitación Gina está con una mujer de lentes y un moño en el cabello

— Ella es mi novia, Linda — sonríe mientras se la presenta a su amiga — Linda es una experta en tecnología y nos va a intentar ayudar con las cámaras de crucero —.

— ¿Recuerdas la fecha exacta? Gina me.dice que fue hace 10 años así que va a ser un poco complicado, los cruceros borran las cámaras de seguridad para el siguiente viaje después de un año, pero antiguamente hacían backups y olvidaron borrarlos de los discos duros — Linda sonríe mientras le pide una taza de café a Gina.

Clara le da la fecha, no puede olvidarla y mucho menos esa noche — Recuerdo que ese día hubieron cortes de luz así que no se si se vea el rostro de ese hombre — suspors Clara que se siente nerviosa, todo esto puede cambiar su vida.

— Encontré unos vídeos, voy a pasarlos por algunos filtros y si logro identificar a alguien te lo enseño, como te dije puede ser muy complejo hace 10 años la tecnología era muy novata — Linda hace su mejor esfuerzo, tarda más de 5 horas en lograr encontrar las grabaciones precisas de ese día — Encontré algo — señala a Clara y Gina.

En el se ve a Clara salí de su camarote sonriente, se tropieza con un hombre al que besa y lleva hasta su habitación.

— Estaba segura que era Juan — Las lágrimas caen por sus mejillas.

Gina le pide a Linda retroceder la imagen y congelarla — El mundo es muy pequeño o muy perverso, es Rafael de la colonia mi amigo, el mismo con el que te besaste anoche — .