TRISTE ANIVERSARIO

Todo tenía que ser perfecto, era una fecha especial para Clara Díaz , se viste con un hermoso vestido dorado ajustado al cuerpo, un peinado alto que hacen ver su cuello imponente, su cuerpo esbelto parece el de una mujer joven ocultando tras su belleza y elegancia sus 32 años de vida, se mira en el espejo para darse los últimos retoques de maquillaje, un fuerte labial rojo que redondea sus labios y los hace ver perfectos, sus ojos color azul resaltan detrás de un delineado negro.

Ella lo único que quiere es verse tan hermosa como hace años, que este día quede enmarcado en los cuadros de la familia como uno de los momentos más felices de su vida.

Un hombre se tez morena, cabello negro y traje elegante, entra a la habitación para ver a su bella esposa que sonríe al verlo mientras el la toma de la cintura — Feliz aniversario — sonríe mientras le da un beso en la boca, sus besos suaves son todo lo que necesita para sentir que su vida valió la pena.

— Soy la mujer más afortunada de tenerte — Clara sonríe y le entrega su regalo a su esposo, una corbata que quería desde hace mucho, ella conoce sus gustos y sobre todo lo que le gusta.

Juan Nogal le entrega a su esposa un hermoso collar de diamantes, ella nunca se impresiona con las joyas pero esta tiene algo especial — Esto lo compre pensando en los más de 12 años que tenemos juntos y los 10 años de felicidad siendo mi esposa—.

El detalle es bien recibido por Clara, es una representación del "Collar de María Antonia" algo simbólico para los dos pues se conocieron en la universidad cuando ella estudiaba Historia y el finanzas, el día que se conocieron en la biblioteca ella leía con fascinación la historia de la reina francesa, así que ese collar en cierto modo es un símbolo de lo que fue su historia de amor.

Clara recuerda lo que vivió al lado de Juan, siempre le interesó no solo por su evidente atractivo si no por su intelecto, era el hombre perfecto pero siempre los hombres que parecen ser los ideales tienen un defecto y el de Juan era su madre.

Raquel estaba obsesionada con la protección de su hijo, ninguna de sus novias era suficientemente buenas para el, Juan era su hijo preferido el niño de sus ojos y quería lo mejor para el aunque parecía que nadie llenaba sus expectativas, Juan tuvo que enfrentarse a su familia para poder casarse con Clara pero Raquel sigue como una gacela esperando la mínima falla de su nuera para recalcar que no era la indicada.

—¿Tu mamá invito a Laura?— pregunta Clara sorprendida al mirar por la ventana que la bella rubia llega a la fiesta robándose las miradas, Laura es la mujer que Raquel quería para su hijo no solo por los beneficios economícos que traería esa unión si no porque Laura era tan similar a ella que podía ser su copia maestra.

— Lo lamento, sabes cómo es ella pero este es nuestro día y nadie lo va a cambiar, haga lo que haga tú eres la mujer de mi vida, la madre de mi hija y mi esposa perfecta — El le da un beso suave en los labios mientras la toma de la mano.

Los dos bajan a la reunión donde todos los reciben con un aplausos ( sacando a Laura y Raquel que ven a Clara con rabia), la gente celebra mientras los músicos tocan, una pequeña niña de ojos azules como su madre pero cabello rubio se acerca corriendo para saludar a su madre y padre, la pequeña Alina es la adoración de sus padres.

Raquel se acerca con Laura, quiere incomodar a Clara cómo siempre lo ha hecho — El evento está lindo, no es lo que se acostumbra para un décimo aniversario, personalmente hubiera hecho algo más grande y mejor pero sé que no todas tenemos buen gusto para planear algo digno de nuestro apellido —.

Clara suspira, ha empezado a ignorar a su suegra pues sabe que la mujer se ha vuelto una completa arpía, finge con una sonrisa que su comentario no le incómoda.

— ¿Que haces aquí Laura?— pregunta Juan que se siente incómodo con la presencia de la mujer que le guiñe el ojo.

— Tu mamá me invitó, éramos muy buenos amigos antes de... Digamos que en el pasado, para mí es muy importante celebrar esta fecha contigo — Laura le da un beso en la mejilla dejando el rastro de su labial.

— Me alegra que fueran amigos, ahora yo soy no solo amiga, soy su confidente y su esposa — Clara sonríe dándole un beso a su esposo delante de las mujeres, quiere darles un mensaje claro ella es la esposa de Juan y deben conformarse.

El locutor del evento les pide a la pareja ir con su hija para partir el pastel, todos quieren aplaudir al que consideran un matrimonio modelo, Alina se siente feliz rodeada de sus padres que le dan un beso en la mejilla.

Raquel se acerca a la pareja interrumpiendo la sesión de fotos, jala un poco del brazo a Clara — Hoy se va a acabar tu reinado y seré yo quien me ria al último, estúpida —.

Es la primera vez que Raquel le habla tan bruscamente, siempre habían hablado con hipocresía pero sus ataques nunca habían sido tan directos, por eso abre los ojos sorprendida.

— Creo que Alina debe ir a su habitación, es tarde para que una niña esté despierta — ordena Raquel aunque la niña no quiere hacerlo pero Juan decide obedecer a su mamá para evitar escándalos.

Clara está cansada de tener que seguir las indicaciones de su suegra, es el único punto negro en su blanco matrimonio, Juan es muy obediente a su madre y ella no puede decir nada, siempre piensa en como hubiera sido su vida de haber conocido a sus padres, pues es huérfana ese fue uno de los grandes puntos de discusión entre Raquel y Juan pues para ella que se casará con una mujer sind aber su origen era algo indigno.

Su condición de huérfana nunca le importó, muy por el contrario se sentía orgullosa pero Raquel logró quitarle hasta la tranquilidad, la mujer la crítico todo el tiempo y la hacía sentir menos, solo por amor a Juan soporto esto.

— Te amo mamá — Alina la abraza con fuerza —¿Porque mi abuela no me quiere?— el rostro de Alina refleja la tristeza de su corazón cuando ve el rechazo de Raquel, no le gusta abrazarla y la trata distante.

— Ella te ama, solo que no sabe amar de la manera adecuada — es la excusa que Clara dice una y otra vez para que su hija no se sienta mal de los desplantes que le hace esa mujer a su hija, no sabe cómo explicarle que su abuela la detesta a ella y se desquita con la pequeña.

Clara regresa a la fiesta, la alegría del rostro de Juan es todo lo que necesita para olvidar los ataques de su suegra que parece empeñada en dañar el evento, Juan sube a la tarima y toma el micrófono.

— Clara es la mujer de mi vida, todos los que estuvieron conmigo desde la universidad saben que desde el día que la conocí ella se convirtio en mi mundo entero, me dio una familia y la hija de mis sueños, hoy quiero compensarle un poco todo su amor, Clara hoy firme mi testamento y en el queda estipulado que tú eras mi única hereda — Juan le da un beso a su esposa mientras la gente aplaude.

—¡No lo voy a permitir!— se escucha un gritó de Raquel que pide se apague la música — Quiero que todos se vayan ya, tengo que hablar con mi hijo — ordena.

Juan intenta calmar a su madre pero ella parece estar fuera de si, ya nada le importa.

—¿Que pasa contigo?— pregunta el avergonzado mientras Clara lo mira sin entender la actitud de su madre.

— Vamos los tres al estudio ahora mismo — dice jalando a su hijo del brazo, Juan le pide a la gente que siga celebrando mientras él y su esposa resuelven este incidente.

— Mamá, cálmate, ese escándalo era innecesario, la gente se sintió ofendida — Juan intenta mediar con su madre se está fuera de si.

— Ofendida tengo que estar yo al saber que vas a nombrar a esta vagabunda como tú heredera y por ende la heredera de la familia de tu padre — las manos de Raquel tiemblan.

—¡Respeta a mi esposa!— exclama Juan mientras frunce el ceño — Ella es mi esposa y es lo más importante en mi vida, lo que decidí es por amor —.

— Por favor señora respeteme, se que usted no me quiere pero está llegando muy lejos, si es por el testamento no lo quiero — Clara intenta mediar en la discusión.

—¿Porque eres tan cínica? Ya se tu secreto, la verdad con la que querías verle la cara de estúpido a mi hijo — Raquel jala del brazo a Clara enterrando las uñas.

—¿Que está diciendo? No se de qué habla— Clara intenta alejar a la mujer que está furiosa y sin más le da una cachetada lanzando a Clara al suelo.

—¡Mentirosa!— grita Raquel — Ya se que esa bastarda no es hija de Juan y tengo la prueba de ADN que lo demuestra —.