CONFESIONES

Capitulo 6

Luisa no puede creer que sea preciso el, Daniel era quizás el único hombre que le había interesado en la vida y ahora debe jugar con el, siente una terrible frustración en el pecho pero no puede hacer nada , tiene que cuidar su vida es la promesa que le hizo a su madre y aunque no le guste lo tiene que hacer.

Daniel había sido el único hombre que la había tratado como mujer, sabe que no le es indiferente lo que sucedió en el baño es la muestra de eso pero quería vivir con el algo real salido de su corazón no del bolsillo de sus hermanos.

Alicia se acerca a Luisa — me contaron que vas a ser la nueva ama de llaves de la mansión, lástima que la mano derecha de toda la vida de Lucía tenga que dejar la casa, digamos que tenía clase y distinción, era una mujer que se sabía comportar y sobre todo entendía su lugar como empleada ¿Podrás hacer lo mismo?— pregunta altanera Alicia que odia verse opacada por la mujer que está a su lado.

— Ocuparé mi lugar cuando empiece a ser la ama de llaves ¿Hay algún problema?— pregunta intentando ser cortes con la mujee pero es evidente que ya no se pueden tolerar la una a la otra.

— Una ama de llaves no puede entrar a la mansión como si fuera invitada, cuando sea la señora de esta casa le pediré a mi suegra que te coloque un uniforme no me parece nada glamouroso que los empleados y la gente de bien se mezcle — Alicia está ardida sencillamente porque las miradas de la fiesta se las robo la joven porque fue Luisa quien descreto a todos incluidos a los hermanos Andrade.

— Hoy no soy ama de llaves soy una invitada como otras, si lamentablemente la única manera en la que se siente bella es opacando mi belleza lo puedo entender y me pondré el uniforme que elija encantada — Luisa sonríe pero Alicia la jala del brazo.

— Nadie que se mete conmigo sale ileso, así que le aconsejo dos cosas que se quede en su mundo de servidumbre y yo me quedaré en el mío — deja claro la mujer mientras se reincorpora a la fiesta.

Samantha se acerca para felicitarla pero le recuerda que Alicia es intocable, la mujer se ha convertido en la consentida de la familia pues cuando el abuelo Andrade estaba muy enfermo ella lo cuido con tanta devoción que el anciano sintió agradecimiento por ella por eso la nombró parte de la familia Andrade y puso aquella loca cláusula que Daniel quiere cumplir por honor más que por deseo.

La fiesta termina y Luisa debe empacar sus cosas pues muy temprano tendrá que regresar a la mansión para ser una nueva empleada.

Samantha le da más tips en el hotel, sabe perfectamente que su amiga es una persona muy estricta con la servidumbre sobre todo con los modales.

—¿Porque aceptaste este trabajo? Sé a lo que te dedicas, Gustavo me contó todo pero no puedo entender cómo aceptaste meterte a lo boca del lobo — Samantha no sabe si admirar o críticar a Luisa por su decisión, le parece arriesgado además de no ser un trabajo para ella.

— Lo mismo le pregunto yo ¿Porque esta con Gustavo cómo su amante? Creo que de muchas maneras las dos tomamos malas decisiones — Luisa no quiere hablar de su pasado y los motivos para meterse en este enredo que ella misma no logra entender.

Samantha se queda en silencio por un momento, nunca había hablado de esto y como hacerlo si su amor por Gustavo sería mal visto por sus amigas, era ese secreto pecaminoso que quería esconder a como diera lugar, un secreto que la avergonzaba y la hacía sentirse una traicionera con su mejor amiga de toda la vida la misma que siempre estuvo para ella

— Si quieres oie mi historia no hay problema — la mujer enciende un cigarrillo — Yo era una estúpida sumisa, hacia todo lo que me dijera mi ex esposo, si el quería que yo fuera su tapete tenía que extenderme para que él me pasará ¿Y que gane con eso? Que me dejara por una más joven y me diera una misera parte de lo que me correspondía, Gustavo estuvo para mí, me ayudó a invertir y ganar, es un buen empresario, un gran amante pero sin patético hombre, lo único que quede es mandar y domar por eso trata a su esposa como basura mientras que a mí me trata como una reina — sonríe la mujer mientras fuma su cigarro.

—¿Esta enamorada de él ?— Luisa la mira fijamente, conoce esa mirada en una mujer ella misma lo vivió muchas veces en el bar cuando sus amigas contaban sus historias donde las heridas eran más fuertes que el amor.

— no, solo lo quiero para no sentirme sola, desprotegida cuando una mujer ama con la intensidad que amo a su esposo y después este te deja por alguien más joven tu mundo se rompe, piensas que eres fea que no vales la pena y tú autoestima se quiebra, Gustavo se volvió en algo de lo que dependo para no volver a ese abismo del autoestima baja — confiesa la mujer mientras le da un trago a Luisa — Tu turno —.

Luisa suspira hay algo en Samantha que le dice que puede confiar en ella durante años guardo ese secreto que solo le contó a dos personas en toda su vida que no sabe si una tercera sea buena idea — Mate a alguien — confiesa.

La mujer abre los ojos estupefacta pero no dice nada se limita a escuchar la historia de dolor de Luisa, la abraza pues sabe que necesita un abrazo de consideración por el dolor que siente en su pecho, aquella joven está sufriendo un gran dolor en su pecho que no sabe cómo lidiar.

— Se que está experiencia extraña te va a dejar muchas cosas pero quizás no todas serán para bien — suspira la mujer.

Alicia maneja hasta un lugar apartado de la ciudad, salió de la fiesta y se rehusó a irse con sus padres, desde que se enteró que es adoptada ellos perdieron todo control de la joven, si bien para los Anderson ella es un pan de Dios y la mujer perfecta para su hijo, Rosario sabe que ella tiene muchos problemas pero su esposo se niega hablar de ellos, desde que descubrió la infidelidad de su esposa su opinión es poco importante para el, su visión esta en el gran negocio que sería para el este matrimonio.

La joven llega con su vestido elegante a una casa grande fuera de la ciudad, está tan escondida que parece las personas que están allí se esconden ¿Pero de qué?.

La casa está custodiada por varía hombres que al ver a Alicia le abren camino para que siga, la mujer se sienta en la sala de espera mientras se quita los tacones para descansar sus pies.

—¡Tienen que encontrar a esa bastarda!— se escucha una voz fuerte que retumba por todo el lugar mientras Alicia chequea su celular como si todo a su alrededor fuera normal una escena que ya había visto antes.

Un hombre entra para verse con la chica le da un beso en la frente —¿Como te fue en esa estúpida fiesta ?— pregunta el hombre mientras coloca sus manos en el borde del cinturón.

— Sabes perfectamente que casarme con Daniel Andrade es una buena opción, deja de hablar de aquello como si fuera una locura, es una realidad que me beneficia y deberías estar feliz por mi — Alicia cruza los brazos mientras le pide a una de las empleadas agua caliente para sus pies — Está casa es la que está estúpidamente está muy lejos pero yo no me quejo — sonríe.

La Alicia delante de este hombre es completamente diferente a la que existe en la vida de los Andrade, es mucho más relajada y sonriente no la chica arrogante y la caprichosa que ellos conocen.

—¿Que quieres mi princesa?— pregunta el hombre mientras chasquea los dedos para que los empleados cumplan con las órdenes de su invitada especial.

— Quiero saber ¿Porque gritabas como loco?— pregunta ella frunciendo el ceño —¿Pasa algo que debamos saber?— la expresión sonriente de Alicia derrite el corazón del hombre que aparentemente es rudo.

— Una enemiga que se me escapa cada vez más, es más escurridiza que un caracol pero te juro que la voy a atrapar — el hombre cierra el puño con rabia.

— Por la manera en la que hablas juraría que esa mujer es tu enemiga más que la policía — Alicia se siente aterrada es la primera vez que ve al hombre perder el control.

— Es una estúpida que he buscado desde hace años, la idiota mató a tu tío Juan y te juro que se lo voy a cobrar muy caro — responde el hombre.

— Se que le va a dar una lección, eres el tigre y mi padre — Alicia lo abraza.

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