Capitulo 5

Luisa se siente nerviosa es obvio que está fuera de su zona de confort, es Samantha quien se acerca y le da un beso en la mejilla en un intento de integrarla a la fiesta

— Excelente inicio — susurra.

—¿Que haces aquí?— Luisa entiende que Samantha es la amante de Gustavo, mientras se hospedó en el hotel con ella se dio cuenta que la mujer y Gustavo tenían una relación poco convencional pero no esperaba que ella estuviera en la fiesta.

Lucía se acerca para saludar a la invitada 

— Mucho gusto, no sabía que habías invitado a alguien amiga — sonríe Lucía.

— Ella es Luisa Rosas, la mujer que te comente para reemplazar a tu ama de llaves, la invite para que se conozcan y veas que se puede comportar en un evento como este , es como una hija adoptiva para mí — Samantha le da un abrazo a Luisa que sonríe nerviosa, no sabe si va a ser capaz de recordar todo lo que la mujer le enseño, desde la etiqueta hasta los temas de conversación que tuvo que repasar aún en el hotel, además se da cuenta que Samantha es muy cercana a Lucía, ahora entiende porque sabe todo sobre la familia Andrade, es amiga personal de a madre de Gustavo, su amante.

Lucía la saluda con una tierna sonrisa mientras Luisa acepta — Bienvenida, puedes disfrutar de la fiesta y hablaremos en un momento — sonríe la mujer.

Samantha le da unos cuantos consejos a Luisa — Tienes que comportarte , esto no es una invitación para quedarte, es la primera prueba para saber si eres apta — aclara Samantha que se reúne con sus amigos de la élite.

Luisa se siente nerviosa pero tiene que hacerlo, debe comportarse como una mujer de sociedad algo nuevo para ella, camina de un lado a otro, prueba solo pequeños bocadillos y bebé solo un poco de vino mientras observa que la mirada de Lucía no la deja de seguir, recuerda cada consejo de Samantha así que lo aplica, mira de lado a lado, quiere saber cuál es el hombre que debe enamorar, Antonio y Gustavo le dijeron que se lo enseñarían en esta fiesta para que iniciará desde el primer momento está locura.

— No sabía que conocías a Samantha — Daniel se acerca, estaba esperando el momento adecuado para acercarse a ella.

Luisa no puede creer que está en frente del chico caballeroso, no ha podido sacarlo de su pensamiento desde el primer momento que lo vio, los hombres nunca la habían tratado con tanta gentileza como él lo hizo y eso le dejo una marca en su pecho.

— Hola, yo no sabía que conocías a los Andrade — Luisa se sonroja mientras de pone nerviosa.

— Algo así — bromea Daniel, se siente bien que por primera vez alguien lo trate como Daniel y no como el heredero de la fortuna Andrade — Mucho gusto soy Daniel, ese día no tuvimos la oportunidad de presentarnos ¿Tu eres?—.

— Mi nombre es Luisa Rosas — ella le da la mano con timidez, los dos sonríen mientras se miran fijamente, parece que el momento es eterno.

—¿Quien eres?— se acerca Alicia que interviene de inmediato jalando a su novio y alejándolo de lo que puede ser una tentación.

— Ella es amiga de Samantha, la mejor amiga de mamá — Aclara Daniel pero Alicia no lo deja terminar de presentarse cuando lo jala para llevárselo.

— Disculpa a mi hija, es algo celosa con su prometido — la madre de Alicia se acerca pues se dio cuenta por la cara de su hija que estaba furiosa por la mujer que le estaba robando la mirada de los asistentes — Mi nombre es Rosario, soy la madre de Alicia —.

Luisa le da la mano a la mujer y se presenta, pero hay algo diferente, la mirada de Rosario y Luisa se cruzan, no puede entender que sucede pero parece que hay una conexión especial —¿Se siente bien?— pregunta Luisa mientras le da la mano a la mujer.

— Solo me recordaste a alguien es todo — Rosario se va corriendo al baño, sabe que tiene que dejar de hacer esto, cada vez que una joven de cabello negro y ojos verdes aparece su mundo se desvanece, recuerda el robo de su hija y el alma le quema, le pide al cielo que un día pueda recuperarla pero también sabe que su esposo nunca le permitirá recuperar a su hija el producto de una infidelidad que aún le cuesta ser perdonada por el.

En el fondo ella sabe que su esposo odia a esa hija que el mismo le quitó de sus brazos porque es la prueba que él no pudo cumplirle y embarazarla y prefiere pensar que solo Alicia su hija adoptiva es su hija, pero Rosario no puede olvidar al fruto de su vientre.

Antonio se acerca a Luisa — Vas muy bien además te ves hermosa con ese vestido, no sé si quieres que tengamos un privado está noche — Antonio le da una suave caricia en la espalda con disimuló.

Luisa se aleja de inmediato — no, evidentemente desde hoy ya no hago ese tipo de privados — sonríe mientras se aleja de el con discreción.

Luisa tropieza con Mariana que en medio de los nervios rompe su vestido, la mujer es muy insegura y se nota a la hora de caminar por eso con su tacón lo rompió.

— Lo siento soy una estúpida — Dice ella que no quiere que nadie se de cuenta, Mariana siente como sus ojos se llenan de lagrimas.

Luisa la lleva al baño más cercano, en su cartera tiene hilo y aguja para ayudarla a arreglarlo — Está como nuevo, solo ten cuidado — sonríe ayudando a la mujer que le agradece de inmediato.

Gustavo se acerca a Luisa su presentación fue despampanante que todos hablan de la amiga de Samantha, algunos llegan a creer que es de la realeza por su singular elegancia ignoran que todo lo aprendido en un par de semanas — Mamá quiere hablar contigo en el estudio, espero que recuerdes todo —.

Ella suspira y bebe un trago de un solo sorbo, cuando entra ella la espera — Estoy aquí ¿Me necesita?— pregunta mientras Lucía le señala la silla para que ella tome asiento.

— Una ama de llaves tradicional es quien cuida del hogar de la señora, es casi su mano derecha en todo lo que tiene que ver con la casa y como ves está mansión es demasiado grande, como te contó Samantha necesito alguien que se vuelva mi mano derecha no solo en casa si no en este tipo de eventos, generalmente debe ser una sombra pero tu belleza atrajo todas las miradas y el tema de conversación — Lucía camina de lado a lado.

— Puedo vestirme más discreta y ser esa sombra que pide si lo necesita — Luisa responde a tiempo y con seguridad algo que le gusta a Lucía.

— No quiero que te vistas como una sombra, quiero que seas tú, lograste algo que pocas veces ocurre y es que Rosario, la futura suegra de mi hijo entable conversacion, ayudaste a mi nuera Mariana que se caracteriza por ser tímida, lo que busco es alguien quee apoye con mi familia y no con los invitados, quiero que seas mi ama de llaves — Lucía le extiende su mano y Luisa acepta.

Luisa sale del estudio emocionada, logró el primer pasa entrar a la casa como la ama de llaves, Daniel que corre buscando a su mamá tropieza de nuevo con ella y sin querer su copa cae sobre el vestido de Luisa.

— Lo siento — pide Daniel.

 — creo que estamos destinados a tropezarnos — sonríe Luisa que no sabe que decir más que eso.

El le señala el baño para que ella pueda limpiar su vestido, Luisa opta por quitárselo para poder lavar mejor la mancha, no se percata que Daniel la observa desde afuera y no puede resistir más entra al baño.

—¿Que haces aquí?— pregunta ella nerviosa con el corazón en la mano.

Daniel se acerca y la besa con pasión, ella accede a ese beso lo que sienten los dos es muy fuerte y especial, ese beso es la prueba de ese sentimiento que nació hace tan solo unos días solo con mirarse a los ojos.

— Perdón... — Suspira Daniel que reacciona de inmediato y sale del baño de inmediato, no quiere cometer más errores a pesar de lo que siente en el corazón.

Luisa se moja la cara, sin lugar a dudas es el momento más erótico de su vida pero debe retomar el control de la situación, se coloca de nuevo el vestido y sale del baño para regresar a la fiesta.

Gustavo se acerca y ella le confirma que el trabajo es suyo, que logró impresionar a Lucía de Andrade —¿quien es el?— pregunta con disimuló mientras come un pasabocas

— Mi querido hermano y al que debes enamorar es el — Gustavo se aleja para acercarse a Daniel dándole unas palmadas en la espalda y dejando a Luisa anodadada.