Capitulo 1

*El primer amor es un recuerdo que no se puede olvidar, esta arraigado en nuestro cerebro tan fuerte como el primer día de escuela o el primer beso, y es que ese recuerdo tiene una mezcla de imágenes sumada a sentimientos que lo hacen imborrable*.

Frank Hamilton un hombre de 40 años se encuentra en la oficina de la sede principal de su imperio económico, transformó la herencia de su padre en algo sólido convirtiéndose en uno de los millonarios más importantes de la década, bebe un sorbo de su trago favorito, un *Don Perignon* que disfruta al sentir en su paladar aquel sabor amargo perfectamente añejado.

Una carta llama su atención, tiene su nombre pero en la parte superior del sobre se encuentra el logo de su escuela de preparatoria, como olvidar todo lo que vivió allí, sus recuerdos son más malos que buenos pero fue parte importante de su vida.

La carta es una invitación a la reunión de ex- alumnos de su promoción, el listado de los invitados se encuentra allí entre esos nombres el que hace mucho su mente se negaba a nombrar, Camila Sullivan su ex novia de preparatoria, la mujer que rompió su corazón y que dejó una marca tan fuerte en su vida que a la fecha no se atreve a enamorarse de nuevo.

Camina de lado a lado pensando si debe asistir o no, le encantaría ver la cara de todos aquellos que se burlaron de el por ser un nerd, la cara de Camila al ver el éxito en el que se convirtió y en especial la cara de David Thompson su rival de amores y que al final de la carrera se quedó con la mano de la mujer que amaba.

No puede olvidar como Camila le entregó su anillo sencillo de una piedra barata con el que le pidió matrimonio para días después anunciar su compromiso con David, el hombre que durante su época de escuela le hizo la vida imposible, los dos tenían una guerra cazada y esa guerra fue tan fuerte que el salió lastimado y no pudo volver a enamorarse, llama a su secretaria Annita, la mujer que lo acompaña desde el inicio de su compañía — confirma mi asistencia al evento — suspira tomando la decisión que cambiará su vida, volver a ver a Camila y enfrentar ese pasado doloroso, quiere una respuesta de su cambio y en especial porque eligió a David por encima de su amor aunque sabe cuál es la respuesta, el dinero.

En el otro lado de la ciudad

La familia Thompson se prepara para la cena, Camila de Thompson cumple su rol de jefe de casa para organizar la casa para un nuevo día, David llega de su trabajo cansado, las decisiones que ha tomado están pasando factura y su empresa puede quedar en quiebra en cualquier momento, necesita una inversión grande para poder rescatar todo de las cenizas.

— Todo está listo para la comida, necesito que me digas en qué momento quieres que sirvamos para llamar a nuestros hijos — suspira Camila que desde hace mucho es infeliz en su matrimonio.

— Quiero comer ahora mismo, no tengo mucho tiempo — David le da un empujón y se sienta en el centro de la mesa, su lugar de poder.

La hija mayor de la familia, una hermosa joven de ojos azules y piel blanca baja a la mesa en compañía de su hermano, un joven de unos 15 años flaco y debulicho.

—¿Cuando vas a ir a las empresas? A tu edad yo ya estaba interesado en todo lo que tenía que ver con la fortuna de la familia — dice déspota David a su hijo, siempre quiso un hijo varón pero lo ha decepcionado, es todo menos un joven fuerte y decidido como lo fue en su juventud, además Adriana y Camila se han encargado de sobreprotegerlo.

— Papá, ya sabes que no me queda tiempo por las clases de pintura — el joven agacha la cabeza mientras juega con los alimentos de su plato sabe que vendra un sermón de su padre sobre las responsabilidades.

— Yo puedo ir, además tengo en mente algunas inversiones en la bolsa, sé que no podemos poner mucho dinero en riesgo por la crisis que pasamos pero ... — Adriana intenta intervenir, ella si quiere ser parte de ese mundo empresarial pero su padre no se lo quiere permitir.

—¡Ya te dije que no!— David da un golpe en la mesa mientras observa a su hija fijamente — Tu eres mujer en tus manos no va a quedar el imperio de mi familia, quedara en las manos de Julián quieras o no, las mujeres como tú deben conseguir esposo nada más — la rabia con la que David le habla a Adriana es suficiente para que ella se vaya corriendo a su habitación con los ojos llenos de lágrimas, Julián decide ir tras ella para consolarla, se siente enojado porque cree el es el culpable de lo que está pasando.

— Odio que le grites así a mis hijos, Adriana quiere ayudarte, el mundo cambio — Camila lo mira fijamente intentando imponerse algo que pocas veces hace pues años de maltrato psicológico la han dejado sin voz.

— Adriana debe entender su lugar en esta familia, ella no va a subir al poder tiene que ser una ama de casa es todo — David jala del brazo a Camila y le da una cachetada que la hace caer al suelo — No me vuelvas a contestar, yo soy el dueño hasta de tus pensamientos, eso lo decidieron tus padres, Estúpida —.

Camila se queda en el suelo, no sabe que decir o hacer, ya está acostumbrada a recibir castigos por no pensar como el, toma su bolso y se dirige al único lugar donde tiene permitido ir, donde su amiga Constanza la única que sabe el martirio de su vida porque es la hermana del monstruo de su esposo.

—¡Esta loco! No sabes cómo lamento el trato que hicieron mis padres con los tuyos — ella coloca hielo en el golpe de Camila.

— Si no es por mis hijos creo que hace mucho hubiera preferido matarme, como lo pensé esa noche que el... — Camila agacha la mirada le duele hablar de eso — Mi vida hubiera sido diferente al lado de Frank —.

Constanza le enseña la invitación a Camila 

— Quizás debamos ir, ver otras caras y en especial saber de Frank te ayudará a cerrar ese ciclo, no se casó y creo que sigue queriendo algo contigo — Constanza sabe que su hermano es un mal hombre y apoya incondicionalmente a Camila.

— Si David se entera me va a matar, desde que supo que no era virgen me ha celado constantemente, ha dudado que Adriana sea su hija y lo sabes — Camila toma un poco de whisky, su compañía en los últimos años de dolor de su vida.

—¿Y es de el?— pregunta Constanza que siempre ha tenido esa misma duda.

— No quiero contestar, prefiero que nunca lo sepa ni yo saberlo, que sea mi secreto al igual que esa noche — Camila suspira mientras se mira en el espejo, ya no es la hermosa mujer de preparatoria, tiene miedo que Frank se decepcione al verla pero a la vez quiere saber que fue de el, su éxito empresarial es inegable todos hablan de el, en especial David que lo maldice cada noche — Voy a ir — suspira arriesgando todo por el todo.

Mientras tanto...

Adriana se maquilla y coloca un hermoso vestido de oficina color rojo, usa un pintalabios rojo intenso y un maquillaje algo recargado, quiere dar la impresión de ser mayor —¿Como me veo?— le pregunta a su hermano.

— Estás preciosa, pero si papá se entera evidentemente te va a matar, nunca te va a perdonar que te vayas con su enemigo — Julián es el mayor confidente de Adriana.

— No me quiso dar la oportunidad, así que buscaré mi propio camino además Frank Hamilton es el hombre más inteligente que he admirado — ella toma su bolso.

—¿Solo es interés laboral? Stalkeas a ese hombre una y otra vez, supongo que te gusta — Julián mira a su hermana cruzando los brazos.

Ella no responde nada, se sube en un taxi y llega a la empresa de Frank Hamilton, tiene una cita con el que tuvo que luchar por más de tres semanas.

Frank la hace seguir a la oficina, al ver entrar aquella despampanante mujer su boca se queda abierta no solo por la belleza natural de Adriana si no por su parecido con Camila — No esperaba que fueras tan joven — la toma de la mano y la lleva hasta el asiento.

Ella se pone nerviosa, no puede creer que está en frente del industrial que tanto admira.

— Espero que le guste mi propuesta, sé que soy joven pero créame que tengo muchos conocimientos de bolsa y le va a agradar todo lo que tengo que decirle — Adriana finge seguridad pero siente que todo su cuerpo tiembla.

— Estoy seguro que todo lo que venga de usted me va a encantar — Frank le da un beso en la mano, los dos sienten esa conexión sin saber que los une un pasado.