Capitulo 03

Salí de mi oficina directo a la de mi jefe, con pasos firmes y seguros llegue a su puerta y toque un par de veces a la espera de la confirmación para que pudiera ingresar en ella pero nada no obtuve una respuesta

—  Talvez no estaba en su oficina — murmure para mí mientras intentaba de nuevo

¿Para que el jefe me estaba llamando? 

Eso sí me causaba mucha curiosidad aún así trataba de mantener mis pensamientos a raya 

– Adelante – salí de mi divagación mental al escuchar una voz grave y masculina se hizo escuchar atreves de las gruesas puertas. 

Todo esto era muy extraño y me parecía algo incómodo no es la primera vez que hablo con mi jefe en su oficina pero si la primera vez que él me solicitaba acudir a su oficina, incluso había olvidado las carpetas que estaba preparando y que debía mostrarle. 

— ¿Me llamo señor Gales? — pregunté algo tímida, él estaba de pie mirando por la ventana, al momento en que me escucho volteo para verme directo a los ojos. 

— Si señorita Miller, por favor tome asiento  – Me acomode en el sillón negro frente al escritorio de mi jefe y espere a que este comenzara, pero en lugar de sentarse en su escritorio y empezar con lo que fuese que tenía por decir, se dirigió hacia una pequeña barra en la esquina de la oficina – ¿Un trago? – ofreció 

— No, gracias – no bebo, de hecho, jamás lo he hecho, tengo 25 años y nunca he probado alcohol talvez me vea como un bicho raro pero mi época universitaria la pase tan concentrada en mis estudios, trabajo y en Dylan que nunca fui a fiestas y por ende no tuve contacto con el alcohol.

Cuando termine mis estudios me concentre en mi trabajo, gaste todo mi tiempo libre en horas extras y las visitas que me era permitidas que yo finalmente no tenía tiempo para más nada que no fuera Dylan y el trabajo

— Miller — Me llamo alcé la vista y pude notar el ceño fruncido de mi jefe, me había estado hablando y no tengo idea de que.

— Lo siento — me disculpe rápidamente, lo escuche inhalar y exhalar, algo similar a un suspiro. 

—Iré al grano — hizo una pausa y miles de cosas pasaron por mi cabeza quizás hubo algún problema con alguna cartera de inversiones, algún accidente con algún empleado, su secretaria ha vuelto a renunciar tal vez su padre sufrió una recaída, dejara la empresa, me despedirá, me despidirian creo que esa era la que más me asustaba, que me despidieran necesitaba tener algo seguro y fijo para que si quiera me consideraran como tutora de Dylan - Se mi esposa.- ahí estaba señoras y señores no me despedirá ni tampoco le ha pasado nada grave a su padre, suspire de alivio con una mano en mi corazón, el solo quería casarse está bien incluso lo ayudaría a organizar la boda si me lo pidiera y hasta la llevaría un lindo regalo a su prometida. 

— Vaya — volví a suspirar de alivio – me ha dado un susto terrible con todo el suspenso, pero me alegro que finalmente decidiera sentar cabeza. Tenga por seguro que le ayudare en todo lo que necesite, conozco un par de empresas que organizan bodas, que seguro le serán muy útil a usted y su novia. 

— ¿Seguro que escuchaste bien Chloe?— volvió a hablar, pero en cambio por vez primera me llamo por mi nombre, con el ceño fruncido. Pero que manía de este hombre en lugar de mostrarse feliz por su matrimonio – Creo que no has entendido. – Me miro seriamente y yo pestañe un par de veces 

— O por supuesto que he entendido, está practicando su declaración – sonreí – aunque creo que algo más romántico le iría mejor, es muy de su estilo no darles muchas vueltas a las cosas – pensé un poco las cosas – Supongo que al menos ha preparado una cena o algo ¿Verdad? – Me imagine como reaccionaria la pobre mujer que tuviese que recibir una propuesta así de seria sin siquiera una cena o algo de romance, sinceramente seria para molestarse. 

– No, la verdad es que no, solo esto... – Por un momento pareció incomodo, ¿Quién sería la novia? se acercó a hasta donde estaba sentada y me miro directamente a los ojos — Chloe quiero que seas mi esposa — volvió a repetir – Quiero que TU seas mi esposa – hablo remarcando en su tono de voz el "TU" que parecía darle sentido a todo lo que había hablado. Entonces la novia era yo Esperen un momento abrí los ojos como platos. 

— ¿Yo que? – pregunte atragantándome con mis palabras, no estoy sorda he escuchado perfectamente lo que ha dicho, pero es lo único que he atinado a decir.

— No esta sorda, sé que has escuchado perfectamente bien todo lo que he dicho 

¿Que rayos le ocurre a este hombre?

— Si he escuchado, solo que estoy – solté una pequeña risita y quise golpearme, quien en su sano juicio se ríe de una situación como esta – no termino de procesar las cosas aún, es que no me lo creo 

— No hay mucho que pensar, estoy al borde de los 30 años, mis padres han estado insistiendo en que debo casarme y darles nietos sobre todo después que esa revista me pusiera como blanco perfecto para mujeres solteras – recordé el artículo que la revista "Time" había realizado de mi jefe hace un año, nombrándolo el soltero más codiciado del último tiempo y es que con 28 años, un cuerpo de infarto, una empresa que cada día se posiciona como la más importante del país y una riqueza que lo respalda quien no lo vería como un blanco perfecto – he estado expuesto a la opinión publica más que nunca desde entonces y eso ha hecho que algunos de nuestros inversionistas y clientes piensen dos veces antes de hacer algo con nosotros. Debo arreglar mi imagen y que mejor que casándome, además – hizo una breve pausa analizando mi expresión – yo - carraspeo – le he dicho a mi madre que estoy saliendo con alguien en una relación seria - un silencio se posiciono entre ambos 

¿Por qué había hecho eso? 

Por segundos no supe que decir, hasta que.

— ¿Por qué yo? – Pregunté, no había mucho que decir en una situación así, pero entonces mi boca se movió antes que mi cerebro pudiese detenerla – Tienes una chica distinta cada noche, no puedes simplemente elegir de allí. 

No estaba siendo en lo absoluto formal en mi trato por un momento olvide que se trataba de mi jefe, quien fácilmente me podría despedir si así lo desea, entonces mis ojos se abrieron al encajar las piezas del rompecabezas, soy su empleada por ende soy fácil de manejar, si no acepto podría amenazar mi trabajo y si acepto todo iría bien mientras..

— No saques conclusiones apresuradas no soy esa clase de persona. – detuve mi divagación mental. 

— ¿De qué hablas? — Pregunté 

— Eres tan transparente Chloe– dijo resoplando – No amenazare tu trabajo, no caería tan bajo como para chantajearte con ello, te has ganado donde estas y por otro lado mi padre no permitiría que te despidiera. 

— Entonces ¿Por qué yo?

— Yo, le he dicho a mi madre tu nombre cuando me ha preguntado con quien estaba saliendo, fue sin querer solo tenía que darle un nombre y tenía anotada una reunión contigo así que se me salió tu nombre – En ese momento quise golpearlo sin importar si era mi jefe o lo que sea, como se le ocurre meterme en algo tan personal. El seguro noto mi indignación por que de inmediato su actitud cambio totalmente a una seria y decidida – Además he estado pensando mucho y he llegado a la conclusión de que eres la mejor opción – hizo una pausa para beber un sorbo de su trago y continuo – por extraño que parezca has sido la única mujer constante en mi vida estos últimos 4 años me conoces mucho mejor que mi secretaria – rodé los ojos y como no, las pobres muchachas terminaban renunciando a los 3 meses de empezar ninguna chica ha pasado esa marca y cada vez que una chica renuncia, soy yo quien se encarga de buscar y entrenar a su reemplazo – y nuestra relación es buena, estamos de acuerdo en la mayoría de las cosas y en las que no, somos capaces de llegar a un acuerdo que nos deja a ambos contentos. Sé que eres una mujer trabajadora y eso me da seguridad en que no querrás aprovecharte de mi situación, eres hogareña lo cual te hace una perfecta esposa y claramente serás una gran madre para nuestros hijos. –  si hubiese estado tomando algo en esto momento lo hubiese escupido todo, MADRE él dijo que sería una gran madre. 

— Momento esto está avanzando demasiado rápido. Creo que necesito aire – comencé a respirar profundo y echarme viento con mis manos. – Has expuesto tus puntos, pero pese a todo ello no me conoces no sabes absolutamente nada de mi – me puse seria y busqué sus ojos para demostrarlo. – No puedes dar cosas por hechas, así como así 

— Claro que si, mira Tú nombre es Chloe Samantha Miller Pérez, tienes 25 años naciste el 2 de marzo de 1990 tu color favorito es el negro  inicias la mañana con una tasa de cafe, tienes adicción al café y a esas galletitas que venden en la tienda de la esquina. No suele tener las uñas pintadas, porque lo consideras una pérdida de tiempo, odias usar tacones tanto como yo las corbatas pero estamos obligados a vernos bien así que los usamos de igual manera. Tu maquillaje siempre es suave porque tienes la manía de refregarte los ojos y eso lo corre eres ambidiestra y pese a que has logrado escribir a la perfección con la mano derecha te he pillado muchas veces escribiendo con la izquierda y debo decirlo tu letra es mejor con la izquierda. Te gustan las cosas simples y no te complicas con las relaciones jamás le das muchas vueltas a las cosas y simplemente lo haces, mientras estabas en la universidad prácticamente no tuviste vida, porque te enfocaste en estudiar y trabajar, pero por más que lo intentaste no evitaste reprobar un ramo dos veces. – una sonrisa apareció entre medio de tanto, él se rio de mí. Es un idiota – ¿Qué tal voy hasta ahí? – enarco una ceja con suficiencia. Mientras se acomodaba en su escritorio 

— No son más que cosas superficiales, que pudiste leer en mi ficha o simplemente preguntarle a alguien más. Sigues sin conocer nada de mi – Estaba molesta con él, su "lista de cosas que se sobre ti" pese a ser detallada, seguía siendo superficial, algo que cualquiera en 4 años de trabajo aprende del otro. 

— Durante los últimos 2 años que has trabajado a tiempo completo en la empresa has salido cada martes y jueves 30 minutos antes, sin embargo, lo compensas haciendo horas extras el resto de la semana. Llegue a pensar que tenías una relación o quizás estabas estudiando algún magister, pero descubrí que llegabas justo a la hora de visitas de un hogar de niños, en ese entonces lo deje pasar, no quería meterme en tu vida privada ni mucho menos – se movió en su escritorio y tomo una carpeta - pero ahora es diferente hice mi tarea completa y descubrí a este niño – tiro la carpeta sobre la mesa más cerca mío – Dylan Jonás 7 años de edad, no pude descubrir tu relación con él pero sí sé que has intentado adoptarlo desde que tienes 20 años y en todas las ocasiones se te ha negado su tutela lo que si se te permite son las visitas y las salidas los fines de semana. – tome la carpeta con manos temblorosas, y al abrirla la ficha de mi hijo apareció frente a mis ojos, no salía mucha información, solo su nombre, edad, fecha de nacimiento, alergias, tipo de sangre y los datos del hogar donde se encontraba la siguiente hoja era una foto del hogar y luego solo fotos de él, jugando con sus amigos, comiendo, en otras aparecíamos los dos juntos jugando en el parque, o caminando por la calle, en una heladería y muchas en otros lugares, las fotos eran realmente recientes, reconocí la ropa que había llevado ayer. 

No había preparado con mucha anticipación esto y sin embargo acababa de pasar de lo raro a dar miedo

— No debiste hacer eso – dije cerrando la carpeta – no tenías ningún derecho a espiarlo, déjalo fuera de esto – estaba furiosa, como se atreve si quiera a acercarse a mi hijo o peor aún m****r a alguien a espiarlo – ¿Estos son los originales? – dije levantándome.

— No quise

—  Responde – grité serenamente y ni yo misma reconocí mi voz el pareció tan sorprendido como yo, pero lo disimulo rápidamente con su expresión seria y fría 

—  Si, lo son – respondió en tono tan frio que, si no estuviera tan molesta, me hubiese helado la sangre.

— Bien – dije algo más tranquila, pero seguía a la defensiva, tome un encendedor que se encontraba encima de su escritorio y prendí los papeles, lentamente el fuego fue consumiendo la carpeta de papel y todo su contenido, cuando ya solo quedaba la esquina que sostenían mis dedos, deje caer el pedazo al suelo y lo pise con mi tacón. – No es que no confié en ti, pero acabas de pasar el límite con lo que has hecho. Podría presentar mi carta de renuncia y acusarte de acoso – su cara que incluso mientras veía arder el documento no mostro ninguna pisca de impresión, en estos momentos se transformó a una de absoluta sorpresa – Pero necesito el trabajo tanto como tú me necesitas aquí. – con esa última frase di por terminada nuestra extraña reunión y procedí a retirarme. Pero antes de llegar a la puerta su voz me detuvo. 

— Si tu y yo fuéramos esposo, podrías finalmente adoptar a ese niño, ya no solo lo verías de vez en cuando podrías vivir con él y cuidar de él como debe ser. – no lo voltee a ver, su voz mantenía la calma de siempre, aunque se notaba molesto por que las cosas no lo hubiesen salido como el esperaba, estaba usando su última carta. Y yo hasta este momento no había pensado en ello, pero él tenía razón. Si me casábamos, por fin cumpliría con los requisitos para la adopción y nunca más podrían separarme de el, mi corazón comenzó a latir fuerte y mis manos estaban sudorosas, estaba comenzando con un ataque de ansiedad, mi respiración se empezó a entre cortar y mis piernas no me respondían – tienes estas dos semanas de vacaciones para pensarlo. – Hizo una pausa y pareció notar mi estado porque lo sentí acercarse a mí – Chloe ¿estas bien?– tuvo la intención de posar una de sus manos en mi hombro, pero se lo impedí y con la poca conciencia que me quedaba salí tranquilamente de su oficina, para luego correr al baño. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo