3. Lobos al acecho.

Llegó el día de la fiesta de quince de las chicas y al final no acepté ir con ninguno de ellos, no me pareció nada adecuado escoger y además soy bastante indecisa. Además ambos son más humanos que vampiros y sería absolutamente peligroso, es mejor ir simplemente con André. Pero la verdad es que no es algo que me guste demasiado, siempre evito indudablemente ciertas cosas como las fiestas y bailes.

Mi madre me envió hace unos días, el vestido que usarían en la fiesta. Aunque siendo honesta no es lo mío, lo que menos me gusta es usar vestidos y asistir a fiesta. Prefiero usar bonitos vestidos florales y salir a recorrer el campo que rodea mi casa. De todas maneras, me sentí una total y absoluta princesa, cuando me tocó bajar por las escaleras y que todas las miradas se pusieran sobre mi.

Lo más traumante fue ver, que incluso David, tenía sus ojos clavados en mi. La fiesta transcurrió bastante normal al comienzo, pero entre baile y baile, todo se volvió intenso y caótico. ¿En qué momento las cosas se descarrilaron? Cuando misteriosamente, recibimos un ataque de hombres lobo, por muy raro que suene.

Tal vez nunca expliqué detalladamente, que en nuestro mundo no somos los únicos. Muchos años antes de que los humanos mutaran, existieron los hombres lobo y ellos nunca fueron humanos, sino animales que mutaron hasta poder tomar forma humana. Lo sé, un poco diferente a lo que los humanos conocen debido a películas como "Crespúsculo" "The vampire diaries" entre otras. 

Los hombres lobos matan vampiros, creo que eso es lo único acertado de estas series y películas, aunque también podemos detallar, que pierden su total conciencia humana al tomar su forma animal. Los animales por lógica no son racionales y eso no cambia para estos seres mutantes. Pero sea cual sea el caso, los hombres lobos irrumpieron en la escuela y comenzaron una persecución asesinando vampiros.

Todos comenzaron a correr desesperados, incluyéndome.  Aunque nosotros tengamos una velocidad superior a la de ellos, eso no cambia que ellos posean ciertas habilidades animales que son superiores. Como un perro persiguiendo a un humano, es casi lo mismo. Lo que si puedo decir, es que las cosas se torcieron y no se en que momento acabé metida dentro de una de las paredes de la escuela, totalmente separada de André.

Fue en ese momento, en el que me sentí perdida y aterrorizada, en que me encontré con alguien que aunque sabía que me odiaba, me hizo sentir segura. David estaba escondido en la misma pared que yo, solo que el no estaba en el pasillo sino en el hueco, ese hueco que era una pequeña habitación. El me vio y me dio una mala mirada, luego de eso simplemente me ignoró.

—¿Qué haces acá? —preguntó de repente, luego de estar dos horas encerrados en silencio.—Lo mismo que tú, supongo —contesté yo y el solo rodó los ojos.

—Eres una asquerosa impura con padres vampiros, ¿acaso no puedes pelear contra hombres lobos? —preguntó de repente con algo de ironía en su voz.

—No, lo siento. No me enseñaron persecución con hombres lobos, cuando estudiaba en casa con la tutora —solté con sarcasmo y el simplemente asintió.

—Esa habría sido una buena materia y bastante útil para ser exacto —comenzó a decir y algo en mi se alegro, me estaba hablando amablemente, eso no suele pasar— Es bueno que estés aquí, alguien tiene que morir primero y ese no seré yo —terminó de decir y yo sentí ganas de lanzarlo a los hombres lobo para que lo devoren.

—Eres demasiado malvado.

—Y tú un parasito que no debió nacer, ¿por qué no solo te mueres y le ahorras un problema al mundo? —espetó con molestia y yo simplemente giré mi cabeza y lo ignoré por bastante tiempo.

Las horas pasaban con una increíble velocidad y yo ya me sentía totalmente devastada, la verdad es, que todo esto estaba resultando una tramoya terrible y ya quería que acabara de forma urgente. Como vi que el tiempo no pasaba, decidí levantarme y ponerme en marcha. Decidí continuar por los pasadizos y ver si encontraba a alguien más vivo por aquí y David pareció seguirme, a los minutos estaba gateando tras de mi.

El tiempo era incesable en ese momento y las cosas se pusieron más complicadas. Con David dejamos esa pared y tomamos la intención de refugiarnos en el laboratorio, el cual era a prueba de lobos y si teníamos suerte, salvaríamos nuestras vidas. La idea era hacer un poco de tiempo y esperar a que el ministerio vampiro, lo solucione. Aunque sabíamos que era algo digno de aterrarse, pues los licántropos suelen ser muy aterradores.

De repente, un hombre lobo, se lanzó furiosamente contra y sus dientes feroces podían ser vistos a larga distancia. Una mordida de estos animales y no contaríamos el cuento, son realmente feroces. Aunque pensé que no la contaba, alguien me salvó y ese fue mi compañero de escapada, David. Quedé totalmente sorprendida por su acto, más porque me deseo la muerte en varias ocasiones. 

—¿Estás bien? —preguntó el mientras nos alejábamos.

—Si, solo algo conmocionada —contesté sin dudarlo y el pareció asentir con la cabeza.

El ambiente se había vuelto algo tenso y simétrico, realmente no estaba completamente segura de que las cosas terminarían bien, pero de todas formas intenté esforzarme para que las cosas fueran más sencillas. Comenzamos a golpear desesperadamente, solo queríamos que alguien nos ayudará y nos sacará de ese oscuro pasillo que nos estaba asesinando.

Dentro no parecía haber mucha gente, pero claramente había la suficiente como para sofocarme. La situación a mi alrededor claramente no era buena y pudimos sentir que había gente dentro de esa habitación, solo que no nos querían abrir y con el paso del tiempo, todo se volvió más complicado.

—Abran —dije yo aterrada. Los ruidos fueron constantes dentro, pero nadie abrió.

—¿Van a abrir o tengo que tirar la puerta abajo? —preguntó David y automáticamente la puerta fue abierta.

Cuando la puerta fue abierta, finalmente vimos quienes estaban dentro y se trataba de André, Ashley y dos chicos más, que no pude reconocer. Me senté a un lado con André, el parecía bastante cansado y sus ojos estaban claramente enrojecidos. No fue el único, David se acercó a mi y se quedó muy pegado. Al mismo tiempo estaba Ashley, quien no despegaba su cuerpo de mi mejor amigo. 

¿Cómo entraron estos lobos?

El resto del tiempo continuó normal, todos esperando que finalmente las cosas se acomodaran y poder salir como si no pasara nada, pero lamentablemente las cosas no parecían mejorar. Comencé a sentir un cansancio agotador y un hambre que ni te cuento, la sed se incrementaba en mi estomago y me sentía incapaz de contenerme. David estaba a mi lado, su parte humana atraía a mi parte depredador y poco a poco me consumía por completo.

Me agarré la garganta con las manos, quería que la situación se tranquilizara. Tal vez sepan que los vampiros nos alimentamos de sangre, pero normalmente usamos sangre animal o una artificial en caso de esos que no pueden consumir la sangre animal. El problema es que encerrados en esa habitación, para nada teníamos nuestra sangre y sin ella, probablemente las pulseras dejen de funcionar y nuestros instintos asesinos saldrán a flote y acabaremos matando a todos los que tengan una alta humanidad, como David y Ashley.

Me alejé un poco de David, quien me observó bastante confundido. No creo que no sea consciente de peligro que corre, tanto André como yo, somos un peligro para el y para la chica junto a mi amigo. No se quienes son los otros, pero claramente humanos no son y ellos también serían un fuerte peligro. Dos humanos-vampiros indefensos, al merced de cuatro vampiros-humanos. Definitivamente es una cuenta que da malos resultados.

—¿Qué te ocurre? —preguntó el en voz baja.

—La sangre, necesito sangre —contesté sin dejar de agarrarme la garganta y el abrió los ojos de par en par.

—¿Tienes sangre artificial? —preguntó de nuevo y yo lo pensé unos minutos. Mi madre suele ponerme sangre de reserva por si acaso.

—En mi habitación, siempre tengo un poco en caso de necesitarla —contesté intentando calmarme y el asintió saliendo de la habitación.

No es tonto, sabe que mataremos muchos inocentes sin la sangre, en especial a el. Claramente no va a permitir que nos lo comamos, ir por la sangre es la mejor solución en está ocasión. Pero fue cuando el no apareció, que comencé a preocuparme y decidí ir por el. Dejar esa habitación me aseguró inseguridad, pero algo dentro de mi me exigía ir por el, ir por mi excepción. Observé a todos lados antes de cruzar el pasillo y lanzarme con todo a la habitación, pero al parecer estaba trancada y David no se encontraba allí. 

Continué corriendo con la esperanza de hallarlo, pero estas esperanzas poco a poco se fueron perdiendo y ya no me sentía totalmente segura de que le encontraría. Al mismo tiempo, huir de los lobos se estaba volviendo muy difícil, pero mi sed por asesinarlos estaba saliéndose de control. Ya no podía controlar mis ganas de matar a esas ratas peludas. Todo estaba siendo demasiado complicado para mi, mi cuerpo ya no lo soportaba y simplemente dejé de resistir y me entregué a esa tentación.

El tiempo fue pasando muy rápido y cuando menos me lo esperé, era una completa mancha roja y repleta de sangre, con varios cuerpos a mi alrededor. Los hombres lobos eran peligrosos, pero yo era una vampira con demasiada sed, eso simplificaba que ellos no podrían conmigo ni aunque se esforzarán. La realidad se estaba distorsionando para mi y me estaba cegando por completo.

Ellos no eran humanos, claramente no lo eran. De todas formas, me afectaban internamente como si lo fueran y su sangre era incluso más apetitosa y sabrosa que la sangre humana. Los hombres lobos eran otro nivel, absolutamente otro nivel. Estaban por fuera a lo que estaba acostumbrada y me encantaba, tal vez no fuera lo mejor, pero me encantaba.

—Delia —dijo una voz a lo lejos, al parecer era David y estaba asustado.

Sentí que me tomaba del brazo y me acorralaba contra la pared, quería evitar que siguiera matándolos, pero algo en mi se negaba a ceder. Estaba tan fuera de mi misma, tanta locura me invadía, que no había nada que pudiera detenerme. Lo lancé a un lado y el se quejó notoriamente tomando su estomago, a los minutos eran más los vampiros que intercedieron para sujetarme y fue ahí cuando noté que la guerra parecía haber acabado.

Los lobos nos miraban fijamente y todos estaban junto a los fallecidos. Al mismo tiempo, yo parecía una loca sacada de un psiquiátrico y sabía que esto me costaría a la hora de obtener mi liberación vampira. De todas formas sabía que tenía que intentar parecer normal, pero mis facciones debieron cambiar bastante y mi rostro estaba más pálido, mis ojos se habían teñido de rojo y estaban hundidos, junto a unas venas protuberantes alrededor de todo mi contorno.

Los lobos no parecían querer terminar esta guerra por la paz, tenían la intención de atacar ferozmente y acabar con nuestras vidas, pero las cosas se volvieron algo más fáciles. Al parecer, los vampiros más importantes de nuestro mundo, intercedieron por nosotros y echaron a los lobos con puño de acero. Estos huyeron antes de que fueran castigados por los vampiros y todos nos quedamos pensando en que pasaría luego, aunque honestamente, es algo que no quiero pensar.

En ese momento, siento un fuerte dolor en mi brazo. El dolor que sentía era tan pero tan profundo, que el miedo me invadió de pies a cabeza. Me tomé unos minutos para observar la herida en mi brazo y unos afilados dientes marcados en este. Fue en ese momento, en que me di cuenta de lo que estaba pasando. Un lobo me había mordido, ahora el veneno de sus colmillos atravesaría todo mi cuerpo y acabaría con mi vida en cuestión de segundos.

—No entiendo, no hay forma de que me hayan mordido —dije yo calmándome y mis amigos me observaron con cuidado.

En ese momento, veo un colmillo ensangrentado a varios metros de ahí y finalmente fuimos consientes. Alguien nos había traicionado y me había apuñalado el brazo. La pregunta es; 

¿Por qué tengo dos dientes afilados, si me clavaron uno?

¡Esta vida y sus misterios!

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