Capítulo 5 “Esto no es un simulacro”

Estaba acostada en mi cama buscando una buena película en N*****x cuando el sonido de un sinsajo proveniente de mi celular llamó mi atención, como tributo que era levanté mis tres dedos y silbé la corta melodía.

Vi el reloj en la pared indicando que eran las 7:32 pm.

Mi cuerpo estaba agotado por el entrenamiento con las animadoras así que a penas llegue del instituto me lancé a mi cama y me dispuse a ver tres temporadas de The Vampires Diaries sólo para ver al guapísimo Ian Somelhader.

Tomo mi teléfono y veo el mensaje.

El Nerd: ¿Cuándo vamos a hacer el trabajo para el lunes?

Amélie: ¿Tenemos un trabajo para el lunes?

El Nerd: Si, de historia, ¿no te acuerdas? Lo dijo ayer.

Amélie: Ni siquiera recuerdo el nombre de la profesora.

El Nerd: Su nombre es Lauren Lassarre. Tenemos que hacer un ensayo con la biografía de diez personajes destacados de la Segunda Guerra Mundial. La señorita Lassarre dijo ayer que la mayoría de sus evaluaciones iban a ser en parejas y que los compañeros de asiento serían las parejas por lo que queda de año.

Amélie: ¿Cómo haces para acordarte de los nombre de los profesores? Hace dos años tenía un pez y a los tres meses se me olvidó el nombre que le había puesto así que lo llamé pez durante todo un año.

El Nerd: La señorita Lassarre es guapa, siempre recuerdo el nombre de las chicas guapas, Amélie Jussieu.

Amélie: ¿Qué insinúas, Lucas Aleggre?

El Nerd: Insinúo que tenemos que hacer el ensayo.

Amélie: De acuerdo. El jueves después de la preparatoria venimos directo a mi casa, aquí podemos hacer todo.

El Nerd: Perfecto.

Amélie: Perfecto.

Y ese fue el final de nuestra conversación.

Me acomodo en mi cama. Como no conseguí una buena película coloco la cuarta temporada de The Vampires Diaries.

¡Volví Ian hermoso!

***

- Hey, ¿no vas a comer postre? - Me pregunta Adam.

- No, estoy bien con mi ensalada.

Adam tomó mi postre de la mesa y comenzó a comerlo desesperadamente.

Estábamos todo el grupo de populares en nuestra mesa de siempre justo al centro de la cafetería, habían algunos chicos del equipo de soccer, algunas de las animadoras y por supuesto, Adam, Chloe, Nathan y yo.

- Tenemos que entrenar mucho estos días, chicos, tenemos la primera competencia de este año este viernes. Es nuestro último año en preparatoria, tenemos que empezar con buen pie y demostrar que somos los mejores.

- Nathan tiene razón tienen que dar el máximo, son los mejores y tienen que demostrarlo - Les digo a todos.

- Tan bella mi novia apoyándome - Me dice Nathan.

- Para eso estoy, amor - Me acerco para darle un beso.

- Oigan oigan, dejen sus cursilerías azucaradas para cuando estén solos, por favor, los solteros también sufrimos - Bromeó Adam.

- Búscate una novia - Dijo Chloe con molestia en su cara.

- ¿Quieres ser mi novia? - Adam hizo un pico con sus labios y se acercó a Chloe para darle un beso pero ella puso un bagels en su boca.

- No, torpe - Chloe rodó los ojos.

Así era todos los días, sus peleas me causaban mucha gracias pero a veces me sentía mal por Adam, Chloe lo trataba muy mal algunas veces.

- ¿Por qué no quieres estar conmigo? Soy guapo, gracioso, deportista y sobretodo latino. - Le guiñó un ojo.

Si, Adam era latino, nació en Venezuela y vivió allá hasta que cumplió 8 años luego su madre se casó con un francés y se vino a vivir a Francia donde nos conoció a Chloe y a mí y un año después conoció a Nathan, su mejor amigo. Creo que por esa razón es tan gracioso, según he oído los latinos son muy divertidos.

- Porque... me gusta alguien más. - Respondió Chloe con indiferencia, pero eso en definitiva llamó mi atención.

- ¡¿En serio?! - Preguntamos todos en la mesa sorprendidos.

Chloe no se había enamorado desde hace años cuando su novio la dejó por otra, después de eso decidió no sufrir más y ella pasó a ser la que hacía sufrir a los demás. Tiene relaciones de una noche y listo, muchos quedan enamorados de ella pero ella ni siquiera recuerda sus nombres; por eso me impresiona que alguien haya logrado enamorar de nuevo ese corazón de piedra.

- No te creo - Habló Adam - Ver para creer. Preséntanoslo.

- Después, él está... ocupado, después se los presentaré.

- Lo que dejes para después, para después se queda. - Dice Adam.

- Pero está muy ocupado, además no es de su incumbencia. No tengo porque presentárselos.

- Pues yo no creo que ese alguien sea mejor que yo, o sea mírenme ¡Soy fabuloso! - Adam se levantó y se colocó sobre la silla del comedor, todos en la mesa reímos cuando trató de sentarse de nuevo y se tropezó cayendo sobre el pudín de chocolate.

Definitivamente Adam era fabuloso.

***

- ¡El tiempo pasó demasiado lento en esa clase! - Exclamó Nathan mientras todos salíamos de nuestra última clase del día.

- Al que espera desespera - Dijo Adam.

- Pareces un abuelito diciendo todos esos refranes, Adam.

- Mi abuela de Venezuela siempre me los decía y recuerda "El que no toma consejo, no llega a viejo".

- Muy sabio - Me reí. Me acerco a Chloe - Hey, tenemos tiempo sin tener un momento de chicas ¿Qué tal si vamos de compras hoy?

- Oh me encantaría, vi unos zapatos increíbles en "Chaussures"

- Entonces vamos, Phillip nos está esperando en el auto - Me dirijo a los chicos - Hey chicos, ¿quieren venir? Vamos de compras.

- Oh no, la última vez que fuimos de compras con ustedes salimos del centro comercial a las 9:00 de la noche ¡Y entramos en la mañana! - Dijo Nathan.

- Yo ni siquiera se la diferencia entre unos tacones y unas plataformas, para mí todas son iguales de mortales - Dijo Adam.

- Es muy sencillo, los tacones son...

- No gracias, no quiero saberlo tampoco - Interrumpió Adam- ¿Tú quieres saber la diferencia entre unos tacos para fútbol y unos comunes zapatos deportivos?

Negué con la cabeza.

- Exacto. - Dijo Adam.

- Ustedes se lo pierden.

- Adiós chicos.

- ¡Vayan y vengan que nadie las detengan! - Gritó Adam.

Reímos.

***

- Hey Amélie, pruébate este vestido, es hermoso. - Chloe me pasa un vestido rojo por encima de la puerta del vestidor en el que estoy, me queda perfecto. Salgo para que Chloe lo vea.

- ¿Qué opinas?

- Oh amiga, envidio esas piernas, te ves ¡fabulosa!

- ¿Fabulosa cómo Adam? - Pregunté divertida.

- No, no me hables de ese tonto, por favor.

- ¿Por qué? Adam es increíble, no entiendo porque lo tratas tan mal.

- Es demasiado infantil, es molesto.

- Es divertido. - Repliqué - Hey, ¿quién es ese chico que mencionaste hoy? Soy tu mejor amiga, necesito todos los detalles, tengo que saber quién se robó tu corazón.

- Oh eso, era mentira, nadie se ha robado mi corazón. Soy un hueso duro de roer. Prefiero las relaciones de una noche.

- Esa es la Chloe que conozco.

Seguimos probándonos ropa, zapatos y accesorios.

- Chloe, pruébate estos pantalones, son increíbles.

Chloe tomó los pantalones de cuero y entró al vestidor, luego de un rato asomó su cabeza por la cortina del vestidor.

- ¡No me quedan! ¡Estoy gorda!

- No estás gorda. Déjame verte.

- No, me veo horrible.

- No creo, sal y te digo.

Chloe salió para que pudiera verla. Los pantalones se le veían bien, bastante ajustados pero no se veía gorda.

- ¿Ves? Te ves increíble - Le dije. A Chloe se le cayó una de sus pulseras así que se inclinó para tomarla - No estas gord...

¡Oh no! ¡Necesitamos ayuda!

El pantalón se rompió cuando Chloe se inclinó.

- ¡Soy una vaca obesa! - Chloe corrió llorando al vestidor.

Repito ¡Necesitamos ayuda!

¡Esto no es un simulacro!

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