25 de junio de 2013

El vuelo ha sido muy tranquilo, tengo boletos en primera clase, la universidad se ha lucido con ese presente por mi partida y por la investigación que voy a realizar para ellos, las comodidades fueron su prioridad para mí. Hace semanas me di a la tarea de rentar un departamento por 6 meses, la investigación va a durar desde inicios de julio a finales de febrero, podré recuperar y reincorporarme a mis cursos como si nada hubiera pasado, no apareceré en la matriculación de ese semestre en materias, pero si en el periodo siguiente y al parecer tengo clase llena. Espero que estas vacaciones me sirvan para relajarme, llegar con buena actitud, pero sobre todo con más conocimientos para compartir con mis alumnos.

Se me ocurrió tomar el vuelo en la madrugada, mi avión saldrá a las 2:45 de la mañana y llegará 7:20 a.m., a Roma, será un vuelo corto de poco menos de 5 horas, arribando el 26, así tendré lo que resta de este mes para acomodarme, terminar de amueblar el piso y conocer la ciudad. Comenzaré con investigación y mercadeo, estaré ayudada por una empresa de publicidad, y de varios medios de comunicación Londinenses pero que radican en Roma por enlaces con el país, tengo que hacerle publicidad a la Universidad, atraer nuevos interesados en el departamento de Marketing y Negocios para que así este departamento crezca un poco más, ya que es uno de los relativamente nuevos de la Universidad, pero ya está tomando gran importancia y demanda estudiantil.

Trato de dormir esas pocas horas, la azafata me trae desayuno y uno que otro café para cuando vi que no puedo dormir, el corazón lo traigo a mil, no sé si es por la nueva aventura que voy a comenzar, es una sensación extraña, algo que no puedo descifrar, tengo la fortuna de ir en el espacio doble para mi sola, ya que por alguna razón el pasajero de a un lado, nunca llegó, así que no tengo ni ruido ni que estar incomoda, ni mucho menos poner cara de tranquilidad para que no se me vea que tengo nervios, ¿por qué? No lo sé, supongo que es por estos cambios y tener vacaciones de manera solitaria.

Cierro los ojos por 5 minutos para el aterrizaje, la aeromoza me avisa que hemos llegado, antes de bajar le pido un tequila, aunque no se si lo quiero para brindar o para darme ánimo.

—No creas que es por nada más, es la primera vez que salgo de vacaciones yo sola desde que era estudiante y es para brindar.

—La entiendo, a mí me pasó lo mismo en mi primer vuelo, espero disfrute su estancia, este es un hermoso lugar.

—Lo sé, lo conozco aunque no como yo quisiera, pero sé que esta vez podré hacerlo. Gracias por el tequila.

—De nada, espero que haya disfrutado el vuelo y que ahora lo haga con esta bella ciudad.

Tomo mi equipaje de mano, mi bolsa y bajo del avión, el cielo se ve hermoso, nada nublado como en casa, está amaneciendo en todo su esplendor, voy a buscar mi maleta, algunas de otras cosas ya las había mandado con anterioridad, no quería sufrir de exceso de equipaje, estos 6 meses involucra también cambio de estación así que mis abrigos por supuesto que vienen conmigo.

Salgo del aeropuerto con mucho entusiasmo, un empleado del aeropuerto me ayuda con el equipaje y a poder localizar un taxi.

Grazzie —le digo al muchacho en su idioma.

Perdere nulla —me contesta él.

El taxista me ayuda con las maletas, es un hombre algo mayor, puedo decir que unos 60 y algo, me recuerda a mi padre. Una vez montada, me pregunta hacía donde voy, le digo la dirección y como algo normal en los taxistas me comienza a hacer plática, después de contarle algunas cosas, ni siquiera personales sólo del vuelo, el mundo se hace oscuro y todo pierde sentido.

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