Episodio 5. Malos entendidos

Ashley entró por la puerta trasera del hotel pasando completamente desapercibida, porque los trabajadores que la dejaron entrar supieron de inmediato con tan solo verla, que ella era una invitada del evento que se realizaba en el salón de fiestas del hotel. Es por eso que la joven sin perder tiempo se dirigió a ese lugar, viendo todo a su alrededor, y observando como su padre en ese mismo instante se encontraba hablando con un canal de televisión, acerca de quién sabe qué, y ella que no deseaba salir en ningún medio de comunicación, simplemente comenzó a caminar por ahí para ver todo lo que exponían en esa fiesta, que parecía mas que todo una exhibición de tecnología, porque habían muchos inventos y artefactos modernos que a la joven le llamaron un poco la atención, incluido el modelo a tamaño real, del auto que su padre sacaría al mercado en algún momento que Ashley desconocía.

—Es un lindo auto, venderá bien —murmura la joven mientras rodea tranquilamente, el modelo en tamaño real del Fénix 2025.

Así mismo, pasa el tiempo y Ashley observa a lo lejos que ya su padre se encontraba alejado de la prensa y fotógrafos, es por eso que ella decide acercarse a él para cumplir por la parte del trato, sin embargo la joven se detiene abruptamente, cuando observa como su progenitor besaba y abrazaba a su esposa, al igual que su hijastro Kurt, un joven que ni siquiera era su hijo verdadero. Ella comprendía que todo era una fachada para fingir que él tenía una familia feliz ante los medios de comunicación, sin embargo la pelinegra no podía evitar sentir algo de tristeza y envidia, porque ella sabía que cuando su madre estaba con vida, su padre ni siquiera se tomaba la molestia de fingir de esa manera.

«Si tanto detestabas a mi madre, ¿por qué te casaste con ella?, además es obvio que no me quieres, deberías dejarme en paz de una vez por todas »piensa Ashley con el ceño fruncido.

No lo podía evitar, pero Ashley sentía molestia por la forma en la que actuaba su padre, sin mencionar que ese evento lo encontraba demasiado aburrido, es por eso que la joven cogió una copa de champagne que uno de los meseros traía, mientras buscaba con la mirada un lugar para sentarse, para disfrutar de su bebida alcohólica con mayor comodidad, al mismo tiempo que sacaba su celular, para comenzar a buscar apartamentos decentes y baratos en renta, y otro trabajo.

«No me quedaré en esa casa por mucho tiempo »piensa la orgullosa joven, sabiendo que no deseaba pedirle un centavo a su padre, y tampoco quedarse en esa mansión que no consideraba su hogar.

—Necesito tomar aire fresco. Saldré de aquí —susurra Ashley levantándose de su asiento.

De esa manera, la joven sale del salón de fiestas caminando hacia el lobby del hotel, pensando que no seria mala idea pasearse por la terraza principal de ese lujoso lugar, y así relajarse un poco. Es por esa razón que Ashley va hacia el elevador, y al entrar marca el ultimo piso que la dirigía hacia donde ella quería ir.

«Debe estar solo, escuché de un trabajador que alquilaron todo el hotel para este evento, es perfecto »piensa la muchacha con una mínima sonrisa, viendo como los números que marcaban en el elevador, le decían que estaba subiendo rápidamente.

***

Austin se encontraba sentado solo en una mesa, su secretario Daniel estaba atendiendo unos asuntos, mientras que él en ese momento se sentía aburrido, asqueado, asfixiado y hasta incluso molesto, por tener que soportar todo ese tiempo al lado de Brandon Lewis. Sin embargo, tenía que ser fuerte y acostumbrarse, porque para cumplir su venganza debía convivir más tiempo con ese infeliz para que él le tomara confianza, y en el momento que menos se lo esperara, el rubio le quitaría absolutamente todo lo que construyó a base de la idea que le robó a su padre, junto con su vida. En eso, mientras el acaudalado hombre tenía esos pensamientos, bebía lentamente un vaso de whisky hasta que sin que él se lo esperara, se sienta frente a él, la persona que menos deseaba ver: el asesino de su padre y su hermana.

—¿Qué haces aquí tan solo, Austin? ¿Ya te cansaste de tu propia celebración? —comenta Brandon, mientras un mesero se acerca para darle un vaso de whisky.

Austin lo mira con una falsa sonrisa diciendo:

—Estoy algo cansado si es verdad, pero jamás de mi propia celebración. Nuestra asociación está siendo todo un éxito ¿No has revisado nuestras acciones?, van subido considerablemente después que todo mundo se enteró de nuestra unión. IA Corp., y Lewis Motors son las empresas mas rentables a nivel mundial en ese mismo instante—comenta Austin extendiendo su vaso de whisky, para chocarlo con el de Brandon.

De esa forma, ambos hacen un rápido brindis, para después continuar bebiendo mientras el rubio no le quitaba la mirada de encima a Brandon.

—Tienes una linda familia —comenta Austin de repente, mientras bebe un sorbo de su bebida alcohólica.

—Gracias, eso me dicen todo el tiempo —responde Brandon entre risas.

—¿Pero no me habías dicho que tenias una hija?, me quedé con ganas de conocerla.

—¡Oh! Si, mi hija Ashley. Ella también vino conmigo, pero es algo escurridiza, no le agrada la prensa ni los medios de comunicación, con decirte que ni siquiera tiene redes sociales.

Austin estaba al tanto de eso, porque él en secreto, ya se había encargado de hacer una búsqueda sencilla de la familia de Brandon, sin embargo, nunca había dado con la hija de aquel imbécil. Lo único que si conocía de ella, era que su madre era asiática, y murió hace diez años en extrañas circunstancias. Es por eso que el rubio suponía que la hija de Brandon era mitad asiática, no obstante eso era lo menos que le importaba, porque él nunca se había tomado en serio aquella investigación, porque su mente siempre estuvo como principal objetivo Brandon, y luego como efecto colateral, caería su familia.

—Que interesante, ¿no le gusta estar en el ojo público? Eso resulta casi imposible viniendo de una familia tan poderosa como los Lewis, debe esforzarse mucho para ocultarse —dice Austin entre una risa forzada que Brandon también imita.

—Sabes, me recuerdas a un gran amigo que tuve. Su nombre era Max Baker.

Luego de escuchar esas palabras, Austin entrecierra sus ojos porque esa confesión lo tomó por sorpresa.

«¿Por qué de repente nombró a mi padre?, es imposible que pueda reconocerme, cuando era niño nunca me vio, y además no me parezco físicamente a él »se dice Austin en pensamientos, sin mostrar una pizca de preocupación o sorpresa en su rostro.

—¡Oh! ¿en serio, y dónde esta su amigo Max ahora? —pregunta Austin con una fingida curiosidad.

—Él murió hace unos veinte años atrás. Lastimosamente unos ladrones entraron a su casa y lo asesinaron para robarle sus pertenencias, fue un suceso terrible.

El rubio al escucharlo,  se indignó tanto que esconde una de sus manos bajo la mesa, para empuñarla lo mas que puede, porque no logra soportar la ira que siente en ese instante.

«¿Un suceso terrible? ¡¡Tu mataste a mi familia con tus propias manos, y disfrutaste cada segundo, malnacido!! »grita el rubio en pensamientos, mientras hace una expresión de pesar en su rostro.

—Que terrible, mi mas sentido pésame por lo que le sucedió a su amigo ¿Usted lo quería mucho, señor Brandon? —pregunta Austin, mientras le hace una seña a un mesero, para que le traiga otro vaso de whisky.

—Era mi mejor amigo—revela con una expresión triste en su rostro —, sufrí mucho por su muerte, pero debo seguir adelante y desearle lo mejor en la otra vida.

—¿Qué le parece si hacemos un brindis? —pide Austin, cuando tiene su nuevo vaso de whisky.

—¿Y de que será esta vez?

—¡Hagamos un brindis por la vida, mientras estemos aquí, podemos hacer lo que deseamos, el cielo es el límite! —exclama Austin al instante que choca su vaso con el de Brandon, el cual sonríe gustoso por esas palabras.

—Así es, el cielo es el límite…—responde el hombre mayor, viendo con una sonrisa maliciosa al rubio mientras ambos beben de su copa de whisky.

Luego, en ese mismo instante aparece el secretario de Austin diciendo que debía atender algo que se había presentado repentinamente, fue ese el momento perfecto para que el rubio se levantara de esa mesa en la cual se sentía asfixiado, pero en ningún momento lo demostró. Es por eso que con una amable despedida el rubio se levantó siguiendo a su secretario, que en ese instante le explicaba que varios accionistas deseaban comprar la tecnología que vieron de IA Corp., pero aunque Austin deseaba prestarle atención a las palabras que le decía su secretario, él aun continuaba con su mente dispersa, ya que escuchar el nombre de su padre, de la boca del hombre que lo asesinó, lo había dejado algo desconcertado, le resultaba demasiado irreal ver lo psicópata que era Brandon, por la forma como habló de su padre llamándole “mejor amigo”.

«Solo espera un poco, pronto te haré pagar el crimen que cometiste hace veinte años. Te permití crecer económicamente, y que la ley no se hiciera cargo del asesinato, solamente para tener la dicha de destruirte con mis propias manos, en el momento que menos te lo esperes »piensa Austin sin saber que su secretario le estaba hablando.

—¿Señor Austin me está escuchando? —pregunta el secretario, viendo como su jefe parecía estar disperso en sus pensamientos.

—No, no te estaba escuchando —confiesa sin rodeos —, estaba pensando en otra cosa. Encárgate de todo, Daniel. Estoy algo cansado, iré a fumar un cigarro en la terraza, llámame si ocurre algo importante.

***

Ashley se encontraba viendo la hermosa vista que se mostraba en la terraza, sintiéndose algo melancólica porque ella recordaba lo mucho que su madre le encantaba ver los paisajes citadinos, alegando que los encontraba mas “románticos” que cualquier otro. Ese pensamiento ella nunca lo compartió, pero en ese instante no podía evitar pensar en esos recuerdos, mentalizándose que si ella llegaba a suicidarse al igual que su madre, lo mas probable era que su padre no le iba a importar en lo absoluto su muerte.

—Se sentiría molesto, porque perdería a un objeto valioso; pero no creo que él llore por mi muerte —susurra Ashley de forma deprimida, sentándose en el barandal de esa terraza, solamente por diversión, dejando que sus pies estuvieran colgando en el vacío

Ella no sentía temor por las alturas, y tampoco miedo a la muerte, es por eso que en ese momento cometía aquella imprudencia diciendo:

—Se siente muy bien —susurra Ashley con una pequeña sonrisa muy enfocada en el paisaje nocturno.

Sin embargo, ella no se da cuenta que alguien en la distancia la estuvo observando, y esta persona corre a toda prisa para jalarla con una fuerza increíble hacia atrás, al punto que ambos caen al suelo. La caída de Ashley es amortiguada por esa persona que la jaló de esa forma, y ella cuando se voltea para ver quien es, lo reconoce al instante: era el engreído del auto que le hacia echado agua sucia ayer en la mañana.

—¿Te ibas a suicidar no es así? ¡Acaso te volviste loca! —exclama el hombre cuando la chica se voltea a verlo, y él de inmediato la reconoce —, eres la mujer del impermeable amarillo ¿Qué haces aquí?

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