3. A pico y pala

Narra Lesedi

La boda de mi hermano ha terminado, a sido una semana muy intensa, aunque Amalia se ha pasado casi toda ella intentando esquivarme y recharzarme

Cosa que no conseguira nunca por mucho que se empeñe. No hay un motivo real para rechazarme y si lo hay no me lo ha querido explicar.

Por lo tanto el que calla otorga, mañana temprano vuelven a su casa, tengo varias ideas en mente, no puedo permitir que se marche a la otra punta del país.

Primero voy a hablar con mi madre necesito saber si hay algún motivo en esa actitud, no quería decirle que éramos mates, pero no puedo ocultarlo por mucho más tiempo, sin exponerme a perderla.

Acabo de abordar a mamá, no ha sido fácil, papá es un poco acaparador y no le gusta separarse mucho de ella.

- Mamá.. hay algo que tengo que decirte..

- Por fin tienes novia! No sabes lo feliz que me haces, tu sentando la cabeza. He esperado tanto este momento..

- Mamá, no sigas, no es precisamente eso. No me interrumpas. Digo tapando su boca. - Amalia y yo somos mates, por alguna razón que desconozco está empeñada en rechazarme, le he intentado explicar por activa y por pasiva que no me importa que tenga una hija y menos que sea parte vampiro. Mamá estoy desesperado en apenas unas horas se marchara y siento que si lo hace voy a morir de dolor. Digo bajando mis defensas por primera vez muchos años.

Mi madre, se acerca a mi, pone sus manos sobre mis hombros y comienza a hablar.

- Vaya siento que estés involucrado en esta situación, no es algo sencillo y se que te pondrás en peligro, pero necesito que sepas unas cuantas cosas antes de avanzar...

- Mamá por favor deja de dar rodeos se clara ya! No entiendo nada y me siento estúpido.

- Está bien mi amor, Lesedi esto que te voy a contar apenas si lo saben un par de personas fuera del círculo familiar de Amalia. Es una situación muy delicada, Amalia fue engañada por alguien muy importante de la realeza de los vampiros nos sabemos bien qué clase de droga o de hechizo usaron con ella, tuvo relaciones con este personaje por llamarlo de alguna manera y el hizo que ya firmara un acuerdo en el caso de que quedara embarazada.

Tiene dos opciones la primera es estar con el padre de su hija y ser una familia. Y y la segunda es renunciar al amor y rechazar a su mate...

- Entiendo, si ella me acepta él se llevará su hija, esto me pone muy furioso. Supongo que habrán buscado soluciones y no habrá ninguna, aún así no me voy a quedar de brazos cruzados. Tengo una idea! por favor mamá retenlos hasta que yo vuelva. Si funciona lo que estoy pensando ella no podrá marcharse de mi lado, al menos por el momento y tampoco incumplirá el contrato.

- Está bien confío en ti. Dice mamá saliendo del despacho.

Es hora de poner en marcha mi plan, salgo a toda prisa hacia la biblioteca privada de papá. Hace unos años buscando nuestro linaje, descubrí documentos que en su día fueron leyes, aunque deben de seguir vigentes. Y creo recordar algo importante.

No se el tiempo que llevo encerrado aquí entre papeles, creo que me voy a volver loco, no los encuentro por ningún lado. Y si papá ha hecho limpieza? No, eso no puede ser, son papeles muy antiguos y tienen gran valor dada su antigüedad.

Me siento en el suelo, sujeto mi cabeza con mis manos, estoy abatido nada de lo que quiero sale bien.

Voy a perderla y no puedo hacer nada.

Levanto la mirada un momento y veo unos manuscritos tirados debajo de la mesa, me levanto y los sostengo.

Gracias a la Diosa, todo está aquí. Agarro fuerte los papeles y salgo corriendo hacia la casa de los abuelos, allí es donde se están hospedando.

Llegó exhausto estoy agotado, estos años en la universidad han hecho mella en mi, me he abandonado demasiado. A partir de mañana empezaré con los entrenamientos.

Todos están en la sala, me miran confundidos, Amalia a palidecido en cuanto me ha visto.

- Gracias mamá, digo susurrando muy cerca de mi madre.

- Es hora de marcharnos dice el padre de Amalia. Ya estamos todos, es el momento de la despedida.

- Un momento, digo tratando de recuperar el aliento.

Les explico la unión que tengo con Amalia, cosa que a mí compañera no parece agradarle demasiado. Continuo y les digo que se toda la historia pero que tengo un salvo conducto.

Sus padres se levantan y yo les acerco los papeles, ellos los leen atentamente y sonríen al ver el contenido.

- Amalia, la última palabra es la tuya. Dice su madre entregándole los documentos.

Amalia comienza a leer en voz alta:

Reunido el Consejo de licántropos en el día vigésimo del mes

martius del año 1659 y en acuerdo con el clan de los vampiros, formulamos este decreto.

Cualquier tipo de contrato vinculante podrá romperse siempre y cuando una de las partes sea heredero legítimo de las familias fundadoras y podrá llevarse a cabo, siempre y cuando se trate de mates. Si ninguno de los dos se rechaza, prevalecerá el derecho de los compañeros antes que el de los matrimonios o emparejamientos concertados. Sin que por ello ninguna de las partes afectadas pueda tomar represalias en contra del demandante.

- Entonces esto quiere decir que si acepto ser tu compañera el no podrá hacer nada en mi contra y menos llevarse a mi hija? Pregunta Amalia preocupada.

- Legalmente no tiene derecho a tomar ninguna represalia contra ti, pero no creo que esté contento al descubrir estos documentos..

Yo te he dado una solución, ahora la pelota está en tu tejado. Tú decides si quieres luchar por construir una familia a mi lado, o por el contrario prefieres rechazarme y seguir con tu vida.

Ya lo he dicho todo, ahora solo falta que ella tome una decisión, mi corazón va a salirse de la caja. Esto es algo que no puedo controlar. Solo acepta su decisión, sea cual sea.

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