La Bella y La Bestia
La Bella y La Bestia
Por: Patricia P
El comienzo

La vida no es perfecta y no tiene intenciones de serla, muchas veces te va a lanzar un balde de agua helada, justo cuando crees que nada podría pasar.

Te lo digo yo, que siempre he sido una chica muy centrada. Con una familia de la cual no me puedo quejar en absoluto. Mi padre por amor a mi madre se vino a Venezuela donde crecimos mis hermanas, mi hermano y yo.

Todo era tan perfecto.

Crecí en una buena ciudad, estudiando en los mejores institutos, fui aceptada en una buena universidad.

Siempre mantuve mi vida tan planificada, me veía un futuro maravilloso junto a mi novio de toda la vida y el apoyo de las personas que me aman.

Pero no todo siempre sale como la planeamos, en muchas ocasiones la historia cambia.

Y esta es mi historia... La historia de cómo la vida me hace nadar en una piscina de agua helada y me hace ver cómo estar en tu zona de confort te hace daño.

Todo comienza esa noche...

Voy caminando directo a la entrada de aquella discoteca que conozco muy bien luego de recibir las fotos que me han hecho llegar hasta acá.

—Identificación—.me habla el guardia de seguridad.

Nota mi rostro menor a la verdadera edad que tengo.

Le entrego mi identificación y me deja pasar sin ningún problema, voy furiosa.

Mi estómago se remueve al ver la escena. Están Valeria y Matías besándose, están bailando y seguramente alcoholizados.

Camino hasta ellos.

Cuando los ojos de Valeria se topan con los míos se separa de él inmediatamente.

—Bella...—dice sin aliento.

—Tenías que estudiar—. murmuro con sarcasmo.

Matías se gira y me ve de pies a cabeza.

—Amor...—habla este.

—¡Amor las nalgas mías, mamaguevo! —grito por encima de la música llamando la atención!

Mis ojos se llenan de lágrimas, pero me rehúso a soltar alguna estando frente a este par de traidores. Doy la vuelta para poder salir del lugar, no creo que tengamos nada que decir.

—Bella...—vuelve a hablar la pelinegra siguiéndome.

No quiero estar más ahí, me quiero ir a casa.

Valeria era la única chica la cual confié y le di tantos años de amistad desde la primaria. Y conseguirla en un lugar como este besuqueándose con mi novio me ha roto el corazón de tantas formas.

Cuando estaba en casa y me llegó un W******p con fotos de ellos aquí y la dirección no lo quería creer, pero tomé mi auto y gracias al cielo vine a verificar con mis propios ojos.

—Bella—esta vez me llamaba el castaño.

—¿Saben qué? —me volteo para verlos—Váyanse a la m****a, hagan lo que quieran, no sé, cásense, pero no quiero saber más de ustedes, déjenme en paz. —las lágrimas salen de mis ojos sin permiso, me siento realmente traicionada.

Me monto en el auto y salgo de ahí a toda velocidad, dejando a una Valeria sumergida en lágrimas y un Matías realmente enfadado, pero la verdad ya no me importa.

Mañana seguramente todos en la universidad estarán halando de esto.

No me gusta manejar rápido, pero es la única forma que tengo de alejarme lo más pronto posible.

A veces es necesario escapar de los lugares que te hacen daño, y aunque yo tuve que escapar de él hace tiempo, como toda persona tonta, y que cree que está enamorada apenas abro realmente los ojos.

Necesito irme, volver a comenzar, volver a sentirme libre y conseguirme nuevamente.

________

Hola, ¿Que tal? mi nombre es Patricia, pero pueden llamarme Paty con confianza. Bienvenidxs a mi primera historia en esta plataforma, espero les guste y si pueden RECOMENDARLA se los agradeceria muchisimo.

A mi lectorxs lxs llamo Vainillita, sientete bienvenidx. 

Quiero invitarlxs a que me sigan en mis redes sociales. Intagram: Hopefulwriter_

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¡Mil millones de gracias por llegar aqui, espero no te arrepientas!

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