CAPITULO 4

─Está bien padrino, me quedare con ella hasta el matrimonio y luego me marchare contigo.

─Bueno, entonces hare que te arreglen un cuarto acá en el palacio ─ hable, para luego llevar a mi boca un trozo de fruta.

─ ¿en el palacio? ¿No debería quedarme con Amber? ─ Nieves arrugo su frente, mientras me miraba, Alexander igual me miraba con desconfianza

─Tranquila, Jack y Amber también estarán en el palacio, Jack vive junto conmigo ─ escuche como Alexander soltaba el aire retenido, mientras su esposa le acariciaba el brazo.

(…)

Después de despedir a todas las manadas, las cuales se fueron contentas con sus nuevos tratados. Me fui a mi despacho a terminar un poco de trabajo que había acumulado estos días que ellos estuvieron aquí.

Había estado toda la tarde metido en mi despacho, organizando unos pequeños detalles de los nuevos hoteles.

La puerta de mi despacho se abre, dejando entrar a Leah.

─ ¿Qué quieres? ─ hable sin dejar de mirar mi computadora

─ ¿Por qué hay dos mujeres alojándose en el palacio? ─ Levante mi mirada, ella se encontraba de brazos cruzados en medio del despacho.

─ ¿Me estás haciendo una escena de celos?

─Claro que no, me jode que yo nunca me pueda quedar a dormir aquí, pero unas desconocidas si pueden ─ gruño alzando su voz

─Punto uno no me grites soy tu jodido rey ─ gruño alzando mi voz, dejando salir mi aura ─ y punto dos no tengo que darte jodidas explicaciones.

─Lo siento Hunter, solo estoy un poco celosa y molesta ─ camino, mientras movía sus caderas seductoramente, se posiciono frente a mí sentándose al borde de mi escritorio, su vestido se levantó un poco dejando a la vista esas hermosas piernas.

─No tendrías por qué estarlo, tu y yo no somos nada, solo follamos, Leah.

─Lo sé, y me encanta tenerte entre mis piernas Hunter ─ se levantó del escritorio, se acercó a mí, para luego sentarse sobre mi regazo─ ahora mismo te deseo tanto ─ susurro en mi oído

Sentí como el bulto entre mis piernas crecía, con cada movimiento de sus caderas sobre mí. Comenzó a besar mi cuello, mientras que sus manos recorrían mi pecho, comencé acariciar sus muslos descubiertos, pase mis manos por debajo de aquel vestido subiéndolo hasta su cintura, dejando su trasero al aire.

Apreté ese hermoso y trabajado trasero, ella soltó un jadeo, sabía lo que le gustaba, sabía que le gustaba duro. Sin dejar de apretujar su trasero, comencé a dejar un rastro de besos y pequeñas mordidas por su cuello, bajando hacia su escote, baje su vestido dejando a la vista sus hermosos senos, venia sin brasier, siempre tan dispuesta y lista para mí. Tome uno de sus pezones entre mis labios pase mi lengua por su excitado pezón, para luego acariciarlo con mi lengua, para luego volver a succionar, mientras con mi otra mano apretaba su trasero logrando que ella moviera sus caderas, rozando su húmeda vagina, con mi erecta polla.

─Hunter, queríamos saber si… ─ la puerta del despacho se abrió de golpe, Leah giro suavemente su cabeza mientras yo aún estaba metido entre sus tetas ─ Lo sentimos, nos vamos.

─joder ─ dije tomando a Leah para bajarla de mis piernas

─tranquilo bebe, solo era Jack junto a las mujeres esas ─ dijo ella con una sonrisa en su rostro, mientras se arreglaba el vestido ─ ¿supongo que ya no quieres seguir con esto?

─No, Leah vete ─ ella beso mi mejilla, para luego salir de mi despacho dejándome solo.

Punto de vista de Nieves

Después de terminar el desayuno, y despedirnos de nuestra manada con amber, nos dirigimos hacia mi nueva habitación, hunter había enlazado con una empleada mientras estábamos en el desayuno, y ellas ya tenían mi habitación lista.

Al entrar era hermosa y grande, muy grande.

En medio de mi habitación había una enorme cama, las paredes estaban pintadas de un color crudo, tenía una enorme ventada, con un balcón con una hermosa vista del bosque y las montañas.

─Está jodidamente hermosa ─ hablo amber, mientras se dejaba caer en la cama

─Si, es demasiado, solo me quedare algunas semanas.

─No me jodas nieves, es obvio que el rey te quiere tener cómoda y no muy lejos ─ ella subía y bajaba sus cejas

─él no está interesado en mío, y yo no estoy interesada en el

─ ¿y porque no se rechazan? Tú también lo puedes rechazar nieves.

─Porque, no lo sé, no tengo idea porque no lo he rechazo, hay algo que me lo impide ─ dije tocando mi pecho, porque era cierto algo dentro de mí me lo impedía y no solo era mi loba, era otra sensación algo extraño

─ ¿estas segura que no sientes nada por él? ─ pregunto amber arqueando una ceja

─No, no claro que no, apenas nos conocemos dos días, solo es el lazo que hace esto, es solo eso, yo jamás me podría enamorar o sentir algo por alguien como él, y lo sabes ─ alzo un poco la voz

─hey, tranquila, solo quiero que tú te sientas segura con lo que estás haciendo.

─ lo sé, solo no sé, me siento algo extraña ─ me recosté a su lado, mirando el techo al igual que ella ─ es extraño tenerlo tan cerca, después de no poder sacármelo de mi cabeza por dos años tu sabes que espere meses por si volvía a parecer, tenía esta absurda idea del amor a primera vista, que no se, todo iba hacer maravilloso, pero el solo se fue y nunca más volvió, eso rompió mi corazón y mis ilusiones ─ solté un suspiro ─ y joder, lo que más rabia de da es que solo me dejo “porque pensaba que era común”, cielos tú no eres común tu eres malditamente única Amber.

─Si, es algo único de mi ─ ambas soltamos una carcajada ─ Solo, no te cierres nieves ─ ella tomo mi mano, mientras con su pulgar comenzó acariciar mi piel ─ solo no te cierres a alguna posibilidad

─Lo intentare.

Después de terminar de empacar, salimos de mi habitación para recorrer el enorme, palacio, si era enorme tenia pasillos y habitaciones por todo el lugar.

Al salir al jardín quede con la boca abierta, era todo tan jodidamente hermoso, habían flores de colores, plantas por todo el alrededor del palacio, mientras que había un camino con tulipanes plantados a su orilla, llegando al final hacia una pequeña terraza moderna que dejaba a la vista una piscina.

Nos sentamos en unos sillas que más bien, parecían unos columpios con amber nos sentamos en ellas, mientras comenzábamos a balancearnos mientras reíamos.

─Cariño te he estado buscando ─ hablo una voz gruesa detrás de nosotras

─ Oh, lo siento con nieves queríamos conocer el palacio ─ amber se levantó, para abrazar y besar a su nuevo compañero Jack, quien por cierto ya habíamos hablado después del desayuno, es un gran sujeto.

─ ¿Qué les pareció?

─Es, hermoso Jack, amber y tú serán muy felices aquí, es un lindo lugar para hacer una familia.

─si, ya imagino nuestros cachorros junto a los de hunter y tuyos corriendo por ahí ─ hablo con una sonrisa en su rostro, mientras que en la mía había una mueca de horror, el me miro y se dio cuenta de su error ─ lo siento…yo…no quería decir eso.

─Si, cariño no la cagues ─ Jack miro Amber, con un puchero y luego a mí con una mirada de lastima

─Tranquilo, Jack no me incomodas, porque no me interesa ─ me encogí de hombres, restándole importancia a sus palabras

─Cariño, ahora que estas aquí con Nieves necesitamos, unos libros y algunas cosas más para la organización del matrimonio, también necesitamos, el permiso del rey para ver cuantos invitados podemos dejar entrar al palacio.

─justo, iba a verlo también, vengan vamos a pedirle todo.

Seguí a los chicos detrás de ellos, me encantaba ver a mi amiga así de feliz, su compañero la adoraba en sus ojos podía ver, ese amor tan grande que el sentía por ella, aunque se conocieran solo dos días, pero ellos ya se entendían, su lazo era fuerte, su corazón era fuerte, por algo la diosa los había juntado.

Al llegar al despacho Jack solo abrió la puerta, dejándonos con una horrible escena, había una mujer sentada en las piernas de hunter, con el trasero al aire, y estoy segura que con sus tetas igual, ella giro su rostro dándonos una sonrisa, pero no una sonrisa de vergüenza, sino una sonrisa de advertencia, hunter tenía la cara metida en sus tetas.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo