Capitulo 3: Veneno

Leila

Mi cabeza se siente oprimida, recuerdos tras recuerdos vienen a mí, pero ninguno puedo captarlo con claridad por mi confusión, ¿Qué estoy haciendo aquí? No recuerdo haberme quedado en ese lugar del castillo, según lo último que recuerdo estaba en mi lugar oculto, respirando la tranquilidad que abundaba ahí, incluso quería traer un poco conmigo.

Ahora me encuentro en una piedra grande, rectangular, estoy acostada en ella, lo cual está muy cómoda para ser piedra; el techo es confuso, parece un hoyo negro infinito, lindo. Me levanto, pero no completamente, apoyo mis codos en la roca, observo que alrededor se encuentran enredaderas de flores pequeñas de color rosas y negras, muy bonitas. Continúo observando a mi alrededor, creo que estoy en la parte alta del castillo, nunca había entrado aquí, me siento y bajo de la piedra, camino hacia una pequeña ventana, la limpio un poco y solo miro nubes abajo, todo lo que veo son nubes grises; ¿Dónde estoy?

- Al fin despiertas Diosa – di un pequeño salto cuando la escuché hablar

- ¿Quién eres y que hago aquí? - le pregunte rápidamente

- Porque siempre las Diosas quieren todo rápido – pregunto con decepción

- No soy una Diosa, habla ahora

- Pero si eres mi Diosa favorita – me dijo con entusiasmo – te eh adorado siempre

- No me importa

- Perdiste el humor Diosa

Era pérdida de tiempo, así que bajé mi vista a mis manos, porque un cosquilleo extraño empecé a sentir, ¿Quién está necesitando mi poder? Esto es extraño, deje de verlas y empecé a caminar para poder salir de ese lugar y llegar a mi trono, pero no logre llegar muy lejos

- Alto ahí Diosa, no tienes permitido salir de aquí - me advirtió

- ¿Estás prohibiéndome hacer algo? - alce una de mis cejas con sorpresa – ¿desde cuándo los patos les tiran a las escopetas? - le pregunte

- Perdóname Diosa, yo solo obedezco deseos

- ¿Deseos? - dije en susurros

- Si, deseos; de los más anhelantes y placenteros deseos – me confirmo

No iba a discutir con ella sobre salir, era pérdida de tiempo igual, así que di media vuelta y me acerque nuevamente a la ventana, para ver si algo había cambiado haya afuera y pudiera darme una pista para saber en qué parte del castillo me encontraba, sabía que ella no me daría respuestas, era inútil hablar con ella, al seguir observando las nubes grises mi mente recordó a alguien

- ¿Dónde está Kin?

- ¿Hablas de tu sirvienta de ojos azules y piel color gris? - pregunto – se fue, no ha regresado desde hace un milenio, no te fue fiel – dijo con burla

- ¿Un milenio?, ¿eh estado aquí un milenio? – algo útil a dicho

- Si Diosa, y yo eh estado cuidando de ti, durante ese tiempo – se sintió orgullosa

- Kin es mi dama, cuida lo que dices, huye – le advertí

- Como desees – me sonrió y desapareció

No era posible que Kin se haya ido, y por tanto tiempo, algo no estaba bien, mis memorias no son claras, por más que intento darles sentido, espero que Kin se encuentre bien, por ahora necesito encontrar la manera de salir de aquí, sigo observando por la ventana, pienso en la idea de saltar por ella, pero es muy alto si acierto en donde me encuentro, volteo a ver la puerta, y se por lógica que está cerrada; dos puntos en contra, ¿Dónde estás Kin?

||°||

Kin

Llevo más de un milenio intentado escapar, pero no lo eh logrado, esa m*****a serpiente me tiene aquí, mi memoria fue borrada, pero tengo la necesidad de ir a proteger a alguien, y eso me está consumiendo y ahora más; siento que está en peligro y me siento inútil. Escucho ruido detrás de la puerta, tal vez esa serpiente regreso, tenía algunos años que me había dejado de visitar; el ruido cada vez se hace más fuerte, como si quisieran abrirla, pero no tuvieran la llave. Después de unos minutos al fin la puerta se abrió y esperé ver a la serpiente, pero no fue así; era un chico, al entrar al lugar donde estaba solo miraba sombra, ya que estaba en un lugar oscuro que muy apenas entraba la luz, estaba esperando que dijera algo, pero lo que hizo fue abrazarme y decirme – te encontré – yo estaba en shock; llevaba un milenio encerrada y escuchar esto, ¿Será otro sueño raro? El noto mi confusión así que se separó rápidamente, se escuchó un ruido afuera, tal parece que se habían dado cuenta que alguien entro a este lugar, así que él sin dudarlo me cargó como princesa y me saco de ese lugar. Al salir tuve que cerrar mis ojos y poco a poco abrirlos para poder acostumbrarlos a la luz, - realmente extrañaba ver la luz – él seguía corriendo, la verdad no sé dónde estaba o a dónde iba, solo sabía que…

  - te encontré –

||°||

Liam

Después de explicarle y decirle todo lo que pasó a Kuyen con la Diosa Lilja, íbamos de camino a nuestra casa del árbol; los humanos vivían donde sea y como sea ya no había de que preocuparse. Kuyen y yo cumplimos nuestro sueño de niños, el de vivir en un árbol, batallamos un poco, ya que no éramos expertos en la materia, pero aprendimos y la verdad estoy orgulloso de lo que logramos.

Kuyen ha estado raro desde que salimos del palacio, como si algo ocultara

- Kuyen, ¿Algo que deba saber?

- Sí, pero no sé cómo explicarlo – menciono nervioso

- ¿Hiciste de las tuyas mientras no estaba?

- Puede ser, pero fuera malo o bueno lo que hice, no me arrepiento – me aseguro

- Solo dilo – insistí

- La encontré – me dijo orgulloso

- ¿Te refieres a ella?

- Si, encontré a mi luna – dijo sonriente

- De verdad me alegro por ti, llevas décadas buscándola

- Es mucho más de lo que imaginé Liam, ella es perfecta, mi perfecta luna

- Amor a primera vista, y ¿Dónde está ella?

- Ella está esperándome en casa, mientras no estabas, sentí la necesidad de aventurarme en el palacio y por mi instinto que cada vez se hacía más fuerte logré encontrarla; pero ella no está bien, se encontraba encerrada en un cuarto oscuro, no sé por cuánto tiempo estuvo ahí o que le habrán hecho – me dice con preocupación y tristeza

- ¿Ya hablaste con ella?

- Si y no, no quiero abrumarla con preguntas, parece que estuviera en transe y esperaré a que se le pase para poder preguntarle, por lo mientras le dije que se quedara en casa, que nada malo le pasaría, que yo la protegería

- Así que está en nuestra casa, ¿Habrá hecho algo terrible para estar encerrada en ese lugar? ¿La Diosa Lilja la habría encerrado ahí? Esto está muy raro

Ya habíamos llegado a nuestra casa del árbol, ahora era momento de saber quién era “la luna” de Kuyen.

Entramos, y el lugar era silencioso, como siempre, solo que está vez había una luz encendida y bajo está, la luna de Kuyen se encontraba ahí, realmente era perfecta para Kuyen, su piel era color gris, su cabello era corto, es un tono blanco entre plateado, tiene ligeras manchitas en la cara, tal como la luna los tiene; ella representaba lo que era mi amigo.  

Kuyen cuidadosamente se fue acercando poco a poco, ya que ella parecía haberse quedado dormida en el piso, cuando Kuyen estaba por tocarla para despertarla, ella de un rápido momento lo tiró al piso y se puso en modo de ataque, tenía ojos color azul y ellos brillaron con intensidad, pero antes de que hiciera algo le hable…

- Detente - En cuanto escucho mi orden, ella lo soltó y se arrodilló frente a mí con la cabeza baja

- Perdóname mi señor

- No soy tu dueño – ella alzo su cabeza y me miró a los ojos

- Mi señor, jamás me equivocaría – me aseguro

- ¿Por qué aseguras que yo soy tu señor? – ella se levantó y continúo mirándome

- Mi nombre es Kin que significa sol, si estoy en lo correcto él es Kuyen – lo señaló – que su nombre significa luna – volvió a verme – su nombre es Liam que significa protección firme

- ¿Y qué tiene que ver los nombres y significados?

- Oh, veo que a mí señor también le borraron la memoria – menciono preocupada - ¿De verdad no recuerda nada?

- ¿Kin? – ella asintió – hace poco tuve una plática con la Diosa Lilja…

Cuando mencione el nombre de la diosa, Kin corrió abrazar a Kuyen, como si quisiera protección

- Kin, ¿Estás bien? – ella no contesto

Kuyen la abrazo, y mire reflejado en la preocupación, al parecer a él también le estaba afectando lo que sentía Kin en este momento.

Nos quedamos así por un tiempo, hasta que Kin decidiera hablar, como menciono Kuyen no se sabía que le habían hecho o que había pasado.

Pero necesitaba más respuestas, así que continúe hablando, omitiendo el nombre de la Diosa…

- La diosa… menciono algo parecido, dijo que se había pasado un poco con mi falta de memoria, pero que fue necesario hacerlo  

Ella seguía abrazada de Kuyen, pero estaba más tranquila por qué Kuyen me permitió seguir

– después de eso la diosa me enseñó un recuerdo, me enseñó el momento en dónde recibía mi destino – ella al fin voltio a verme

Se separó de Kuyen, pero tomo la mano de él, al parecer eso le daba seguridad, así que continué  

- En el recuerdo había un ser, un ser que mostraba gran autoridad, él me decía que mi nombre sería Liam, como tú mencionaste significa protección y que mi deber era proteger a la vida y finalizó con que yo sería su espada

- ¿Solo eso te mostró? – me preguntó confundida

- Si, solo eso, la Diosa quería que supiera mi destino

- Es correcto lo que te dijo aquel ser, pero había más, no lo recuerdan, pero yo sí, mi memoria también fue borrada, pero no pudieron eliminar mis recuerdos de mi creación, alguien los protege, al parecer no quiere que sean borrados por algo, escucha mi señor, la verdad te será revelada…

"No hay veneno más puro que el de la venganza... El veneno te hace masoquista..."

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