Capítulo 8 Compromiso

Narra Wendy Moon

Miro a Jessi como si estuviera loco, nos encontrábamos caminando por el jardín de la mansión.

— Solo porque un papel dice que estamos comprometidos no significa que nos tenemos que casar — ataco molesta.

— La empresa está por caer, al igual que la de tu padre, si no nos casamos para fortalecer las empresas los enemigos nos atacaran y los inversionistas se irán, nos denunciaran y caeremos en banca rota terminando así en la cárcel por fraudes, los inversionistas han estado esperando esta unión desde hace más de 10 años, Wendy — ruedo los ojos.

— ¿Y? Yo trabajo en una empresa, tengo mi propio dinero y no necesito caer con ese barco — niega.

— Wen, creo que no estas entendiendo, tu padre no piensa darle la empresa a tu hermano ya que la empresa es tuya, pero creo que no lo sabías — frunzo el ceño — Hace 6 años que escuche a tu padre hablar con un abogado en donde decía que la empresa te pertenece, al parecer hay otro documento, si tu padre le da la empresa a William, sería el fin de los Moon y los Black ya que nosotros tenemos un 10 por cierto en esa empresa, aunque nadie lo sabe — me siento en la banca.

— Bien, tendré que ingresar al despacho — me mira sin entender.

— Dudo que eso este ahí — niego.

— No voy por eso nada más, debo encontrar algo de esa Wendy Sun — asiente, me levanto pero me detiene.

— ¿Entonces? — pregunta.

— No me voy a casar contigo — me mira con seriedad.

— Esta noche es noche vieja, así que prepárate — se va y no lo entiendo, mio la hora y sé que nadie está en la mansión, investigare sobre W. Sun y sobre lo que me dijo Jessi.

Entro a la mansión revisando a todos lados antes de entrar al despacho, abro la puerta y enciendo la luz notando que no hay nadie, comienzo a revisar cajón por cajón sin encontrar nada que me llame la atención o que tuviera que ver con W. Sun.

Me levanto y suspiro, reviso los libros hasta que de un libro cae una foto, la tomo y pongo el libro en su lugar en eso entra alguien y oculto la foto bajo mi suéter. Veo a mi papá con el ceño fruncido.

— ¿Qué haces aquí? — pregunta entrando a sentarse frente a su escritorio, me siento.

— Vine a hablar contigo — asiente esperando que prosiga — ¿Quién es Wendy Sun? — pregunto, veo que palidece, carraspea y se pone a revisar unos documentos.

— No sé de quién me preguntas — me esquiva la mirada — Como sea, ¿Vas a asistir a la cena? — pregunta, asiento, me levanto y me voy, corro a mi cuarto cerrando la puerta tras de mí, saco la foto para revisarla.

Frunzo el ceño, había tres personas, una de ellas se parece a mí, la otra es obvio mi papá y la otra chica es Willa por el parecido con mi hermano pero yo no me parezco a ella, volteo la foto viendo los nombres, Wendy Sun, Alfonso Moon y Willa Sun.

Trago saliva viendo aquello, papá conoce a Wendy pero hace que no, camino de un lado a otro pensando en lo que estoy viendo, hay muchas cosas que no concuerdan y Wendy Sun tiene que ver con todo. Una llamada telefónica hace que deje de ver la foto y conteste.

— Ponte tu mejor vestido, nos vemos hoy en la noche — escucho decir a Jessi, frunzo el ceño a punto de responderle pero me cuelga, no sé cómo consiguió mi nuevo número pero no hay tiempo de pensar en eso en estos momentos.

(…)

Salgo de mi habitación vestida con un vestido terciopelado verde oscuro, bajo las escaleras encontrándome con Jessi en traje y corbata verde oscuro, lo miro hasta llegar a él.

— ¿Cómo sabias…? — pregunto pero no sigo con mi pregunta ya que debió de ver por la ventana lo que me pondría.

Se ríe por primera vez, salimos de la mansión, me abre la puerta de su Ferrari amarillo y nos vamos al hotel donde será la cena navideña de las empresas, si, exactamente la noche del 24. No hablamos en todo el camino pero no me sentía para nada incomoda con el silencio, al cabo de unos minutos llegamos al hotel y nos estacionamos frente a la entrada, me abre la puerta el botones y me bajo, Jessi le da la llave y se llevan el Ferrari, entramos al lugar, por mi mente solo pasaba la foto que vi esa mañana.

Entramos al salón donde están la mayoría, por suerte no tenía que saludar a nadie ni ser el punto de atención de nadie ni de los periodistas pero aun así no dejaban de mirarme haciéndome sentir incomoda. Nos sentamos casi cerca de la tarima en donde estaba mi padre junto a mi madre dando un discurso por los años de la empresa junto a la madrastra según escuche decir de Jessi.

El pelinegro sube a la tarima y yo tomo de mi copa de champán de lo más relajado cuando pasa a dar su discurso, todos se voltean a mirarme y no entiendo por qué me miran.

— Wen, sube — me señalo sin saber para que me llama a subir ahí, me levanto y subo con nervios, Jessi debe saber que odio ser el punto de atención de todos y aun así me hace subir hacia allá. — Como todos saben o pocos saben, Wen y yo nos conocemos desde hace muchos años…

Sigue hablando y no entiendo que es lo que está haciendo hasta que lo veo arrodillarse frente a mí y todo el mundo, saca una cajita en donde muestra un anillo de compromiso, siento las mejillas caliente en seguida pero lo que no puedo creer es que haga esto cuando le dije que no esta mañana.

— ¿Te quieres casar conmigo? — pregunta dejándome en pánico total, me lo pregunta delante de 200 invitados y el resto del mundo porque encima esto está siendo trasmitido por internet y televisión.

Trago salida y solo asiento, toma mi mano con cierto alivio, no podía negar nada delante de tanta gente, me pone el anillo que me queda a la medida como si ya lo tuviera planeado todo.

(…)

01:15 a.m.

Detiene el carro y lo miro.

— Estas totalmente loco, Black, ¿Cómo se te ocurre hacer aquello? Encima frente a millones de personas — suspira mirando la carretera desolada como un perro regañado — Eso es presión social — se ríe como si pareciera gracioso eso.

— Bien, ahora hay un compromiso — niego mirando la carretera — Nos casaremos y podremos obtener todo — lo miro como si todo eso fuera fácil de hacer como de decir.

— Tú solo quieres dinero — niega, me mira — ¿Qué quieres? — pregunto.

— Cumplir todo lo que le prometí a mi padre, Wen — suspiro mirando la ventana — Solo finge por lo menos por 2 años, por favor — lo miro suplicar, algo dentro de mí decía que lo ayudara a pesar de no recordarlo.

— Bien…

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo