Narra Jessi Black

— Es Jessi, estudiaron juntos desde kínder… Tu mejor amigo, Wen — dice la castaña de Willa riéndose de manera nerviosa haciendo que Wendy la mire con confusión, la miro de más, realmente está muy cambiada, me mira.

— No recuerdo tener un mejor amigo, madre, creo que estas confundida, como sea, saldré — sale de la sala dejándome confundido, me levanto del sofá para largarme pero Willa me  detiene del brazo, la miro sin  ganas alguna.

— ¿Piensas acercarte a ella? — pregunta con cierto celo — Jessi, puedes estar con quien quieras pero ella no, aléjate de ella — sonrío haciendo que me suelte del brazo.

— Si me acerco o no es mi problema, pero si haces que se aleje de mí, dile a adiós a la empresa de tu esposo, por lo que escuche están a nada de caer en una deuda grande — salgo de la sala al igual que ella.

— Wendy — la llama al ver que baja con un rubio que no conozco, la rubia voltea a mirar a su madre — ¿A dónde… irán? — pregunta mirando más al rubio que a la rubia, ambos tomando de la mano.

— Le mostrare la ciudad a Nico — responde con sequedad.

— Vayan con Jessi, él conoce la ciudad — sugiere Willa, miro a la mujer sin entender que se trae ahora.

— No es necesario, el señor debe estar ocupado — excusa jalando la mano al rubio saliendo de la casa, escucho un carro salir, camino a la salida sin antes mirar a la castaña.

— Willa, cuidado con  lo que haces — salgo de esa casa para ir a la mía, por suerte mande al chofer a la casa vecina en donde vivo yo, entro a mi casa, miro el lugar y suspiro, subo las escaleras y saco el teléfono para llamar Ryan.

— ¿Qué tal? — pregunta apenas me recibe la llamada.

— Nico, unos 32 años, rubio, ojos claros y suizo — hablo sin responder la pregunta.

— Bien, ya te mando información… necesito… — lo interrumpo.

— Llegó hoy en la mañana con Wendy Moon — cuelgo entrando a mi cuarto para bañarme cuando el teléfono suena, miro que es mi secretaria. — ¿Qué sucede, Valentina? — pregunto sentándome en la cama.

— Necesito que firme unos papeles que dejó el vicepresidente Richard — respiro profundo levantándome de la cama.

— Voy para allá — salgo de mi cuarto para bajar las escaleras y tomar las llaves de mi carro e ir a la empresa.

(…)

Willa me entrega unos papeles con propuestas para que la empresa no caiga más en deudas de lo que ya está.

— Pudiste dejarlo con mi abogado, señora Sun — se ríe mientras se sirve una copa, se escucha la puerta abrir y ella sale de la cocina, salgo botando la carpeta en el basurero escucho risas en el lobby de la casa y justo la veo a ella con el rubio.

Willa los invita a comer pero Wen se niega subiendo las escaleras hasta desparecer en el segundo piso, suspiro y me voy por la puerta trasera antes de que me siga insistiendo Willa, abro la puerta escondida entre los rosales pero me detengo antes de entrar a mi casa desolada en donde pase toda mi vida.

Escucho voces al otro lado de la puerta haciendo que me entre la curiosidad por saber que sucede, abro la puerta y entro otra vez al jardín de los Moon, camino un poco encontrándomela frente a un fogata quemando lo que no quiero creer, me acerco sintiendo el frio de la noche y ahí está.

— ¿Por qué finges? — pregunto viendo las fotos de nosotros quemarse y volverse nada — Sé que finges no conocerme, Wen — no me mira solo mira una foto con marco, nuestra primera foto yendo a clase, la miro esperando que no la queme pero en su mirada no hay emoción.

— En realidad no te conozco, señor Black — tira el marco en la fogata, se empieza a quemar haciendo que la barrera dura que he forjado en los últimos 10 años se debilite un poco — Sea lo que sea que le haya dicho mi madre, más le vale alejarse de mí — toma su papelera y se va.

Hecho tierra a la fogata y tomo el marco de foto que por suerte no se quemó todo, era la única foto que no tenía entre mis cosas. Miro la puerta por donde entró y siento que me odia tanto que finge no conocerme.

Me regreso a mi casa y subo a mi cuarto en donde me siento en el escritorio sintiéndome como un adolescente, miro el marco de madera medio quemado al igual que la foto. Me volteo a mirar por mi ventana y veo que su ventana ha sido tapada por la cortina. Escucho mi teléfono viendo que es Ryan y contesto.

— Es un hombre de suiza, al parecer muy amigo de William desde hace más de 10 años, no es un mal tipo… pero — me levanto caminando a la ventana viendo el pequeño balcón.

— ¿Pero?

— Parece que el hombre juega para el otro equipo, Jessi — cuelgo cruzándome de brazos sin dejar de mirar su ventana.

(…)

Viernes, 18, diciembre, 2026.

Tomo una copa de champán mientras miro a los invitados, hoy es el cumple de Wendy, me ha costado no hacerle un regalo, yo ya estaba acostumbrado a darle regalos pero hace 5 años que dejó de ser así hasta que regresó.

Me volteo para salir al jardín cuando la veo bajar junto al rubio, una sensación extraña me domina haciendo que no deje de mirarla, ese vestido rojo le queda increíble, no creí que tuviera un cuerpo tan bien, se ve hermosa que empiezo a sentir celos por los hombres que la miran.

Termino mi copa y tomo otra sin dejar de mirarla, sin perderla de vista, veo que se aleja después de bailar con su padre y era entendible, nunca le gustó este tipo de fiestas, siempre lográbamos escapar. Willa comienza a acercarse a mí pero logro evitarla cuando veo que Wen se va, asi que intento seguir pero la pierdo dentro de la casa, escucho los tacones de Willa y termino por esconderme en el garaje en donde veo a Wen entrar en un carro y entro de copiloto.

— Sal del auto, idiota — escupe enojada pero la miro con seriedad, está totalmente cambiada de ropa, solo que aun carga el peinado y el maquillaje.

— Tu madre sabe que me he ido contigo, así que si no quieres llamadas ni que te busquen, arranca el carro, Wen… — excuso mirando el parabrisas.

— Como gustes — escucho, tomo el cinturón de seguridad y lo abrocho aferrándome al asiento recordando que tuvo que hacer 5 veces la prueba de manejo para tener la licencia.