“Reunión familiar”

Capítulo  7

“Reunión familiar”

Marco llegó a la sede principal de Mundo Polioni, mientras se dirigía a su oficina su secretaría lo seguía dándole la agenda, al terminar le agradeció y se encerró en su oficina. Levantó el auricular y la secretaria le dijo:

–Voy enseguida señor Polioni…

De inmediato entró.

– 1- Llama al tío Dante y dile que lo quiero aquí arriba en presidencia en 5 minutos. 2- Pásame un listado de las mejores empresas de seguridad que hay en el país. 3- Cómprame una bolsa de chucherías, chupetes, chicles y de esas cositas y me las mandas a envolver. 4-Quiero un café con chocolate urgente y 5 ya la primera debería estar lista, la chica salió en carrera, a la brevedad le llamó:

–Señor Marco, ya está listo, su tío ya viene subiendo.

Cuando se quedó a solas pensó: “No puedo seguir arriesgándome con esos hombres del tío Dante. Tengo que hacer algo con esa gente de seguridad. Es una pérdida total. Fue una locura meterme así en ese barrio tan peligroso y de no ser por Nahomy ahí me hubiesen quitado hasta mi virginidad cultural. Me asombro de esa mujer,  en cómo le quitó el teléfono a ese muchacho, no sabe que me di cuenta, así como tampoco se imagina que sé perfectamente que ella estaba mirando cuando me saqué el bañador desde algún rincón de aquella cabaña. ¿Quién es ella? ¿Dónde aprendió todo eso? Me di cuenta que en ese barrio la respetan. ¿Por qué?

Entra tío Dante sacándome de mis cavilaciones. Respiro profundo, viene molesto y tengo que calarme eso también. Me tiene cabreado”.

–¿Y ahora qué?–le dice Dante.

–Tus gorilas me dejaron sólo en un lugar muy peligroso. Me puedes decir ¿De quién coño fue esa orden? –Los grises ojos de Marco se oscurecieron repentinamente.

–Ellos me llamaron. Tú tienes que entender que ellos tienen familia y no los puedes estar metiendo en esos barrios, eso es zona roja.

–¡Me vale m****a la zona! Ellos tienen que estar conmigo a donde se me dé la gana de ir. ¿Cuál es su trabajo? Cuidarme, son guardaespaldas. ¿Tú les dijiste que se fueran?

–No, yo sólo les dije que se mantuvieran alejados y que te recogieran cuando terminaras. Ellos dicen que nunca los llamaste.

–¡¿Como coño los voy a llamar si ni siquiera sabía que se habían ido?!

–Marco…

Marco se levantó y golpeó el escritorio. Dante cerró los ojos a lo que venía.

–¡Maldita sea! ¿Es qué no puedes entender cómo debes hacer las cosas? Mañana mismo quiero a esos ineptos fuera de mi empresa. Mete gente capacitada. Y si veo uno solo de ellos, te juro que serás el próximo desempleado de este país, no me verás la cara de tonto esta vez. Recuerda  que sigues aquí por la tía Galia… Recuérdalo.

Se volvió en su silla hacía la panorámica. Dante dijo entre dientes:

–Ahora eres superman –blanqueando los ojos.

–Soy mejor que eso. Te lo he demostrado siempre –giró la silla y lo vio de frente–.Mis padres hicieron sus negocios sin ocupar nunca a los abuelos y ahí ves. Todos están agarrados a lo que ellos me dejaron, mientras yo sigo produciendo. Vete preparando tío Dante, porque otro errorcito y contrato seguridad externa.

–¿Qué insinúas? Yo también me sudo en esta… Para dar frutos y sobre todo para cuidarte a ti. Y por otro lado me duele que me saques en cara lo que nos has ayudado. Pero si es así, yo también tengo mucho que demostrar de tus padres.

Sus puños se cerraron en un solo golpe sobre el escritorio por segunda vez.

–Mi padre no se parecía a ninguno de ustedes. Y por eso es que yo estoy aquí. No tienes nada sucio que decir de ellos y tampoco te lo voy a tolerar. Y ahora puedes irte. Espero que mis órdenes sean cumplidas a cabalidad.

–Este culí cagado, va  a saber quién soy yo –masculló al salir y cerrar la puerta tras de sí.

Durante la cena:

–Tíos he decidido tener a un guardaespaldas personal las 24 horas del día.

–Sí, eso es una excelente idea. ¿Ya lo pediste al tío Dante? –dice Galia.

–Ya contraté a ese guardaespaldas –le contesta Marco.

–¿Cómo que ya contrataste a ese guardaespaldas, Marco? ¿Sin habernos consultado antes? –le reclama su tío Poncio.

–Sí, ya tomé esa decisión. Mañana viene a vivir a esta casa.

–¿Cómo?  ¿Es que también lo piensas traer a esta casa? –Dijo Galia alarmada.

–Pero Marco, ¿Cómo crees que vamos a permitir eso? –dijoPoncio.

–Es mi decisión tíos. Esta persona fue quien salvó mi vida de esos matones en dos oportunidades ayer mismo. Y por la inconsciencia de Marissa se quedó sin empleo, teniendo una familia que cuidar. 

–Bueno, eso está bien, que quieras ayudarle –dijo la tía Galia–, pero no puedes traer gente extraña para meter dentro de la casa.

–No te preocupes tía Galia. Esta por graduarse en la universidad y tienen excelentes notas. Es una persona decente.

–Ah, ¿entonces porque no viene todos los días?

–Porque yo quiero que mi guardaespaldas este conmigo en todo momento, a mi lado noche y día.  Ya lo decidí. Punto.

Ambos tíos le dieron miradas reprobadoras, y se mostraron en total desacuerdo.

–Marco creo que tendremos junta familiar y decidiremos –le anuncio la tía Galia.

–Las juntas son sólo para decisiones que se relacionen con la familia, no con mis decisiones personales, y esta es una decisión personal. He dicho. Punto.

Marco era muy obediente pero también de carácter fuerte y decidido.

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