CAPITULO 2   “Preparando una Subasta.”

(Agosto 5, 2015 Jacksonville, Carolina del Norte)

(Victoria Ángel Ivanna Jhons)

            Es temprano y estoy desayunando, gracias a la intervención del Secretario de Defensa, Alex no ha tenido problemas y con la resolución del comité del congreso yo tampoco, así que estoy en casa, solo con Sophía para variar algo de paz en todo esto.

            Así que tras terminar de desayunar y teniendo la mañana libre me voy a mi oficina y pongo un poco de música y me puse ante la computadora conectándome con la universidad, había estado flojeando mucho, llevando una o dos materias pero eso no me va muy bien, así que retome mi ritmo y hoy presentare tres exámenes con ciencias Políticas con lo que tras todo este tiempo solo quedaran por presentar seis materias y mañana o por la tarde si puedo presentare cuatro exámenes de Economía quedándome así solo cuatro materias por estudiar.

            Así que poniéndome en acción entro al link para presentar mi primer examen; una hora después envió el examen con respuestas, sabiendo que el sistema registraría mis respuestas, me preparo para presentar el segundo que es relativamente fácil y no tardo mucho, para medio día estoy terminando el tercer examen para Ciencias Políticas y es cuando escucho que llaman a la puerta y veo a Sophía asomarse a mi oficina.

-Que pasa Sophía?- le pregunto pues se ve nerviosa

-Es otra vez ese hombre que la vino a buscar, parece terrorista con esa facha que tiene, lleva un vestido y un turbante.- me dice Sophía y recuerdo que no he hablado con el enviado del Rey de Ajman.

-Voy Sophía y no es terrorista y tampoco lleva un vestido, es una camisola o chilaba y no es un turbante, es un  keffiye.

            Salgo de mi oficina con Sophía siguiéndome y al llegar a la sala veo como está dándome la espalda un hombre vestido a la usanza árabe.

-Buenas tardes, me busca usted?- le pregunto; el hombre se gira dejando ver su rostro.

-Perdone Alteza, me ha enviado su majestad el Rey para entregarle la invitación a la boda de la princesa Alhelí y recordarle que tiene la obligación de asistir a las festividades las cuales duraran una semana.

-Y quién eres tú?- le pregunto pues no lo conozco

-Yo soy Anuar, su mayordomo Alteza, el Rey me ha nombrado el encargado de la casa de su Alteza, la cual ya está lista para recibirla.

-Pero yo no tengo casa propia!

-Ya la tiene Alteza, su majestad el Rey lo ha dispuesto todo, su doncella la espera.

-Vaya, gracias.- le digo cuando el me hace entrega de un sobre beige con letras doradas.

            Al abrirlo veo el contenido de la invitación con mi nombre oficial y el completo así como él de Alex como consorte, cielos.

-Alteza, tengo esperando el avión real en el aeropuerto para Usted, para cuando quiera partir.- me informa Anuar.

-Pero yo no estoy lista para irme, tengo cosas que arreglar aquí aun, al menos necesito unos días.

-Su Alteza puede disponer del tiempo que necesite, yo estaré esperando a que ordene partir, este es el número del hotel en donde me encuentro, ahora me retiro.

-Gracias Anuar

-Es un honor servir a la Dama real “Almas Faisa”.- dijo y haciendo las típicas genuflexiones se retiró a una limusina que lo estaba esperando, con placas de Washington.

-Tengo que hacer maletas mi niña?

-Eso creo pero hay que prepararlo todo muy bien, por lo pronto hay que arreglar el uniforme de gala del Coronel.

-Si mi niña, yo me encargo, pero ya es casi hora de comer, mientras esperamos al Coronel vayamos a su habitación para ver que ropa llevara!- dice Sophía llevándome a la habitación.

            Sacamos varios vestidos de gran gala que aún no he usado y que Maritza me regalara, así como lencería fina y medias de seda para esos vestidos, zapatos y bolsos.

            Sophía todo lo fue poniendo en la cama, también el Uniforme de Gala de Alex que gracias a los Dioses tiene dos y varios trajes, corbatas y camisas, yo agregue a todo algunas prendas ligeras para el uso diario, así como Jeans y camisas para Alex.

            Estábamos en eso cuando escuchamos una risa y vemos hacia la puerta, viendo a Alex recargado en el marco de la puerta.

-Acaso nos mudamos de nuevo?- pregunta riendo

-No, vamos a una boda real, Señor Consorte.- le digo y le entrego la invitación. Él me ve serio pues no entiende hasta que lee la invitación.

-Lo había olvidado.

-Pues ellos no; enviaron a mi nuevo mayordomo con el avión real para recogernos, ahora estamos preparando las maletas, pero tengo muchas cosas que hacer.

-Yo no puedo ausentarme un par de días sin permiso Ángel.

-Los festejos duran una semana y hay que irse al menos una semana antes.

-Cielos dos semanas, que bueno que tengo dinero y mi pensión ganada que si no, tendríamos problemas, he faltado tanto a mi trabajo.

-El general te dará permiso y si no me alcanzas allá, no te preocupes, pero debes estar presente como mi pareja.

-Si, me llamarón Consorte!

-No te enojes.

-No lo hago, vamos a comer que después debo ir a hablar con el general.

            Sophía al escuchar eso, salió inmediatamente a servir la comida, comimos tranquilos y en relativa paz, hasta le dije que había presentado tres exámenes a lo que muy serio me dijo.

-Ángel no quiero que te agotes, ve despacio.

-Eso hago Alex de lo contrario habría acabado ambas carreras hace meses.

-Bien, solo no te agotes.

-Alex, tengo que hablar con el general.

-Para qué?

-Para ver si permite a algunos de los solteros del comando tiburón se ofrezcan para la subasta.

-Ángel, deberías hablar primero con ellos

-Lo hare, pero quiero hablar con el general para que les permita participar.

-Bien, terminemos de comer y vamos.

            Terminamos de comer y voy por mi celular, para después subir a la camioneta de Alex para ir a la oficina del General.

            Una vez ahí esperamos a que el general pudiera atendernos

-Buenas tarde Coronel, Ángel en que puedo ayudarlos.- pregunto el general al vernos

-Vera General, esta mañana ha llegado un mensajero de Ajman con esto.- dice Alex enseñándole la invitación

-Vaya esto es oficial.- dijo el general tras leer la invitación

-Si señor.- le responde Alex

-Y necesita tiempo para poder ir?

-Así es señor

-Cuanto tiempo necesita Coronel?

-Dos semanas, poco más señor

-Vaya, deberé arreglarlo

-Gracias General

-De nada coronel, es usted ahora algo importante a nivel social ya que según esto es el consorte de una Dama Real.- dice el General sonriendo a modo de burla pero es verdad, algo que se no hace muy feliz a Alex.

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