CAPITULO 1.2  “Audiencia ante la comisión del Senado.”

-Entonces no sabe para qué oficina trabaja, solo llega un oficial con una grabación, usted hace la traducción y la transcribe y le pagan ¿ eso es lo que hace?- pregunta la Senadora Sanders.

-Básicamente sí.

-Pero podría estar trabajando para el enemigo o un espía.- Comento el Senador Fraser que apenas hablaba

-Eso sería imposible, a Fred lo enviaron y se identificó y solo tengo contacto con él, sé que es confiable porque así me lo indicaron. En la Casa Blanca solo trabajo para el presidente y el visitante en turno, claro si hablo el idioma y bueno para el sistema de justicia depende del detective a cargo y el fiscal que lleve el caso.

-Entiendo, dijo que estaba en peligro su vida, por qué?- pregunto el Senador Fraser

-Eso quisiera yo saber, verán se supone que mis traducciones son a puerta cerrada, es decir a mí no se me ve, solo escucho y traduzco para un micrófono, mi voz está en una bocina, eso por seguridad, pero ya he tenido problemas con la mafia Rusa y las triadas chinas, y con lo que parece ser un grupo o célula terrorista, alguien debió filtrar mi nombre porque tras acabar dichos juicios mi cabeza tiene precio. Por lo que me veo en la necesidad de Proteger a mi familia, con ayuda de Alex que me ha protegido y enseñado artes marciales.

-Pero vive con su supuesto prometido y duerme con él o no?- pregunta la Senadora Sanders.

-Senadora, deje mi casa por el lugar más seguro que encontré, tengo dos hermanos y muchos primos, no puedo ir a casa de la bisabuela porque sería ponerla en peligro. Yo siempre he querido a Alex, es mi mejor amigo desde pequeña, él entiende como me siento cuando tratan de hacerme encajar en un molde cuadrado, cuando saben que soy una esfera. Mis padres, mis abuelos y mi bisabuela entienden que dentro del cuerpo de una adolescente de dieciséis años está el cerebro de una mujer mucho mayor, por lo que no me van los niños.

-Pero es treinta años mayor? -Dijo el Senador Callaghan

-veintitrés, solo veinte tres años mayor y no me voy a casar mañana, sino en dieciocho meses, les guste a ustedes o no, eso lo decido yo, no he venido a pedirles permiso, ni a tratar mi vida privada, pero si eso quieren adelante, disparen pero si acusan de algo, más vale que tengan pruebas y se los advierto, soy a prueba de balas.- les digo sonriendo ya que la discusión esta donde la necesito.

-Señorita Ángel, tiene usted mucho valor para insultarnos aquí en Capitol Hill.- dijo el Senador Mc Clintoch

-Valor si, insultarlos no, solo digo la verdad, se lo pueden preguntar a mi padre o a mi abuela, o si quieren al mismo Alex, yo no acostumbro mentir, si la verdad no les gusta, no es mi problema, mejor duras verdades que tiernas mentiras.

-Bien Señorita, díganos y que sea con la verdad, la han obligado a tener sexo con su prometido Alexander Stuart?- pregunto el Senador Mc Clintoch

-No, nadie me obliga a nada.

-Pero han tenido sexo entonces.- Vuelve a preguntar el Senador

-No, ni he tenido sexo ni me han obligado a tenerlo.

-Pero duermen juntos o no?- pregunto la Senadora Sanders

-Si, desde que fui atropellada, sufro ocasionalmente de pesadillas y no logran calmarme si él no está cerca.

-Por qué?- pregunto el Senador Fraser

-Vera Senador, Alex como buen amigo de la familia cada fin de semana cenaba en casa y se hizo costumbre que tras cenar, viéramos películas de terror, claro cuando era pequeña no terminaba de verlas porque me quedaba dormida en brazos de Alex, apoyando la cabeza sobre su corazón, no soy miedosa ni me dan miedo las películas de terror, pero todo comenzó cuando vimos aquella asquerosa película llamada “El despertar del Diablo”, no me espanto, pero si me altero y Alex al darse cuenta solo me abrazo y recuerdo  que me decía “Todo está bien, yo te cuido, nada te pasara” y me quede dormida, desde entonces si algo me altera nada me calma salvo el fuerte y pausado ritmo de su corazón y ese tono de voz duro pero a la vez suave que solo usa  conmigo, pobre se las he hecho pasar negras

-Explíquese?- pidió la Senadora Sanders

-Vera, eso de que te atropellen cuando regresas a casa de la biblioteca y no queriendo alarmar a mis padres, pues lo llame a él, tuvo que salir de su casa rumbo al hospital para recogerme y después llevarme a casa, pero como el médico le dio instrucciones el pobre paso la noche vigilando mi sueño y despertándome cada dos horas por la contusión en la cabeza que sufría, así que casi no durmió y cuando casi lo hizo le he despertado con un grito que casi lo infarta, a lo que respondió brincando del sillón en donde estaba, pistola en mano, solo para darse cuenta de que era yo gritando que no me lastimaran, para colmo mi padre entra en la habitación y vaya circo que se armó.

-Por qué?- pregunto el Senador Fraser curioso

-Bueno senador, imagínese yo sentada en la cama gritando que no me lastimen, Alex con ropa de civil pistola en mano cerca de la cama, pues se acababa de levantar como un resorte del sillón junto a la ventana abierta y que mi padre entre en calzoncillos pistola en mano seguido de mi abuelo en sus pijamas con la escopeta en las manos, era para reírse de verdad.

-Me imagino y que paso? – pregunto la Senadora Sanders sonriendo

-Pues al verme mi padre puso el grito en el cielo, un fuerte golpe en la cabeza, la mejilla y el ojo morados y un brazo en cabestrillo, tuvimos que explicarle todo lo que paso, tardamos más de una hora en que se calmara. Pero cuando a la noche siguiente lanzaron una piedra con una amenaza por mi ventana y al siguiente medio día trataron de atropellarme al salir del instituto. Así que tuvo que creerme que esto era serio, así que me mude con Alex, era la única manera de mantener las amenazas al mínimo y tenerme lejos del alcance de mi atacante, hasta que lo capturaran, pero como venía la graduación y el baile y las semanas de la moda, bueno resulto que el atacante me disparo en el baile de graduación y me ataco en Nueva York nuevamente hiriendo a Alexander, para entonces yo había pasado tres días en coma por un golpe en la cabeza. Así que bueno, nos dimos cuenta de que ni yo puedo  vivir sin Alex y Alex no desea vivir sin mí, por lo que, con el permiso de toda la familia nos hicimos novios y nos hemos comprometido oficialmente.

-Pero eres una niña?- dijo el Senador Callaghan

-Legalmente no y como no planeamos casarnos mañana, sino después de mis dieciocho años, la familia no tiene problemas, además se hizo público que soy la sucesora del matriarcado Worthington y por lo tanto la heredera de todo, así que los cazafortunas no se hicieron esperar y mire que aparecieron dos algo mayores que mi padre que es mayor que Alex, así que definitivamente fue necesario anunciar nuestro compromiso.

-Vaya, entiendo, entonces son novios oficiales, Usted es virgen y trabaja para el gobierno, pero de todo lo dicho por el señor Scott, qué es verdad y que es mentira?- Pregunto el Senador Fraser.

-Senador de todo lo escrito por ese sujeto, lo único que es verdad es que soy novia y prometida de un hombre mayor que yo, con el que vivo; lo que no dijo es que es por mi seguridad y por decisión propia, fuera de eso todo es mentira, por eso es que he venido hoy. Se que él presidente me reconoció como adulta, pero exijo que se respete eso y que si Marvin Scott puede escudarse en la libertad de prensa para atacarme, denigrarme, insultarme y humillarme no solo a mi sino a mi familia entera y a mi prometido, yo pueda escudarme en mi derecho a la libertad personal y a la privacidad para protegerme y defenderme no solo yo sino a mi familia y a mi prometido.

-Señorita entendemos su problema y es por eso que debemos deliberar sobre nuestro parecer. Nos tomaremos un momento y volveremos en dos horas.

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