CAPÍTULO 4

Matthew le abrió la puerta del auto para que entrara, a pesar de que no iba hacer nada malo se sentía sumamente nerviosa, y él sentía un gran hueco en su estómago. 

—¿Tienes algún sitio en especial que quieras conocer? — preguntó mirándola de frente, Samantha tragó en seco al mirar sus hermosos ojos que la miraban tan intenso. 

—Me gustaría conocer Space Needle o el mercado de pike place, he oído cosas fantásticas. — dijo con una gran sonrisa, una que hizo que el corazón de Matthew quisiera salirse de su pecho. 

—Pues tenemos toda la tarde, así que te mostraré un poco de la ciudad. 

—Perfecto. 

—¿Qué conoces de Seattle? — Matthew puso el auto en marcha mientras iniciaba un tema de conversación. 

—Solo dónde abrí mi restaurante. 

—¿Y cómo se llama el restaurante? — ¿quería saber más acerca de esa hermosa mujer que con sólo verla le estaba robando su tranquilidad. 

—Canlis, está situado en el barrio Queen Anne, tiene unas hermosas vistas al parque Gas Works y a las montañas Cascade. — Matthew la miró en un semáforo en rojo muy sorprendido.

—¿Es tuyo ese restaurante? — dijo bastante asombrado, mientras que Samantha asentí con la cabeza muy orgullosa de sí misma. — Vaya, he ido varias veces y la verdad es deliciosa la comida de ahí, te felicito. — Sam se sonrojó de inmediato. 

—Gracias — Matthew sonrió como tonto al verla tan dulce. 

—¿Y tú? ¿En qué trabajas? — Samantha se sentía llena de vergüenza, pero algo más poderoso quería saber sobre él. 

—Mi padre había fundado una empresa hace muchos años, es de software y mercadeo, por muchos años su mejor amigo estuvo a cargo de ella, y pues cuando tuve la edad suficiente me hice cargo yo, al igual que Nathaniel. 

—¿A qué edad murió tu padre? — Matthew la miró algo extrañado. — Lo siento, no debí preguntar, no quise hacerte sentir incómodo. 

—No estoy incómodo, es solo que me extraña que Micah no te lo contara. 

—Micah, nunca quiere hablarme de su familia, es muy poco lo que sé, como que ustedes no se llevan, que su madre es cariñosa y que su padre murió por un ataque del corazón.

—Así es, cuando él murió yo tenía 5 años, Micah 7, y Nathaniel tenía 3 años, recuerdo que mi madre lloraba por las noches, yo trataba de consolarla, de hacer que se sintiera bien, trate de llevar por el camino correcto a Nathaniel, y al menos no me arrepiento. 

—Eso habla muy bien de ti, para ser solo un pequeño de 5 años. — Matthew se encogió de hombros como restándole importancia. 

—¿Por qué no se llevan con Micah? —Matthew se quedó pensativo, no creía conveniente hablar de más. 

—Eres algo preguntona — dijo con una sonrisa — tenemos muchas diferencias, te las contaría sino fuera tu prometido, no quiero hacer que se te caiga el santo, y no quiero ser el responsable de que termines dejándolo, pero lo que sí te voy a decir es que nunca, pero nunca te dejes, ni hagas lo que él dice, se tu misma, y no confíes 100% en él, no es lo que dice ser. 

Samantha tragó grueso, no sabía el porqué, pero confiaba en las palabras de Matthew, estaba siendo muy sincero. 

—La verdad, no confío en él un 100%, hay muchas actitudes que me hacen desconfiar e incluso dudar en casarme, pero cuando se comporta como el hombre que me conquistó, tierno, cariñoso y amable, es cuando pienso que hago lo correcto. — Matthew sintió esa hoguera en su estómago que apretó fuertemente el volante. 

—¿Lo amas tanto para casarte? — Samantha quería decir que sí, que lo amaba demasiado, pero algo en ella no la dejó, que no lo hacía lo suficiente, por lo que Matthew sonrió. 

—¿Te puedo dar un consejo? 

—Claro. 

—Aprovecha estos meses para que conozcas al verdadero Micah, y si al final decides y ves que quieres casarte hazlo, pero si no déjalo y se muy feliz. —Samantha vio muy atenta el perfil de Matthew, ese hombre era realmente hermoso, además tenía razón, Micah se estaba comportando como alguien que no conocía, era mejor saber quién era realmente. 

—Seguiré tu consejo, voy hacer lo que dices, creo que mi padre será el primero en cancelar la boda. — eso llamó la atención de Matthew. 

—¿Y eso porqué? ¿Acaso es un padre obsesivo que no quiere que su niña se vaya de casa? — dijo sonriendo, Samantha sonrió y negó con la cabeza. 

—No, mi papá es el mejor del mundo y él quiere que sus hijas sean felices, pero nunca ha confiado en Micah, de hecho nadie de mi familia cree en él, no lo creen de verdad enamorado ni sincero. — dijo sumida en sus pensamientos. 

—¿Eres tú la que está enamorada? 

—Enamorada, enamorada, nunca lo he estado, bueno, en el sentido que nunca he sabido que es perder la razón por esa persona especial, que la piense todo el día, desde que me levanto, hasta acostarme, solo que me deslumbró, si vieras cómo actúa desde que lo conocí, respetuoso, cariñoso, atento, amable, pienso que con el tiempo, el aprecio y el cariño que le tengo iba a crecer, pero si sigue comportándose como un idiota, eso tendrá que acabarse. — desde ese instante Matthew supo que haría lo que fuera porque Samantha se diera cuenta que Micah era un imbécil. 

—Te entiendo, ¿cuántas hermanas tienes? ¿Por qué no me cuentas de tus padres? 

—¿Porqué te interesa tanto? 

—Solo curiosidad, además para hacer tema de conversación. 

—Sólo tengo una hermana, es menor, se llama Skyler, ella tiene 23 años, yo tengo 25 años, mi madre es una mujer cariñosa, amable, atenta, es una mujer única, creo que tu madre es como ella, ella es secretaria, de mi padre que es abogado y bueno Skyler está estudiando para ser diseñadora de modas. — se quedó mirando a Matthew y sonrió — Si eres dos años menor que Micah, entonces tienes 28 y Nathaniel 26.

—Exactamente — dijo con una gran sonrisa — hemos llegado al Space Needle. 

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