2- Saqueo

Arturo

Un día después hice vigilancia en la frontera con la tribu del ayer, o sea, los moky. Saquearon uno de nuestros campamentos y asesinaron a tres guerreros. Lo peor del caso es que no atraparon a nadie y solo uno quedó con vida.

Cristóbal fue el afortunado y de inmediato me contó todo lo sucedido. Dice que fueron siete u ocho guerreros, pero que no identificó de que tribu venían, si del este, del oeste o del sur. Esto puede traer graves consecuencias porque mi padre odia al rey Roberto de la tribu del sur.

Salimos corriendo para el palacio y nos encontramos con el comandante Mauricio. 

— Tenemos malas noticias, fue bueno que te encontremos primero que mi padre— de tanto correr apenas podía hablar porque casi estaba sofocado. 

— Dime de una vez, sabes que nunca me ha gustado esperar— ordena Mauricio. 

— Padre, anoche una manada entró a uno de los campamentos se llevaron provisiones y asesinaron a tres guerreros chirü, no pude identificar de qué tribu eran— le dice Cristóbal al comandante. 

— Han pasado muchos años desde la última vez que hicieron algo como eso, seguro que fueron los moky, nadie más podría ser — esa es la respuesta del comandante a lo dicho por Cristóbal. 

— Será mujer que tú le cuentes a mi padre, porque sé que se anojará bastante— es lo único que se me ocurre decirle al comandante, pero él hace algo inesperado. 

— Lo mejor es que vayamos los tres, así Jocán puede brindar una mejor información de lo sucedido, pero antes tengo una pregunta ¿Hay algún otro sobreviviente? — Mauricio tiene la osadía de hacer esa pregunta. 

— No, sólo yo quedé con vida, por el camino encontré a Artemisa y decidí contarle todo— la respuesta de Cristóbal le pone un final a la conversación. 

De inmediato nos dirigimos hacia donde está nuestro rey para contarle todo lo sucedido, sin embargo, dejaré que sea Cristóbal el que hable porque yo no estaba en ese lugar y por eso mismo no daré muchos detalles al respecto. 

Al llegar vemos a mi padre muy tranquilo, como si todo marcha normal. Lo malo es que no tenemos buenas noticias. Le hacemos reverencia y Mauricio toma la palabra. 

— Fernando, Cristóbal tiene algo que decirte, así que escucha con mucha atención — le dice el comandante a mi padre y se cruza de brazos.

— ¿Qué tienes para mí, Cristóbal? Dímelo de una vez porque me suelo desesperar rápido — Fernando le exige a Cristóbal que hable. 

— Mi rey, anoche uno de los campamentos fue saqueado, además de eso tres guerreros que me acompañaban fueron brutalmente asesinados y lo peor de todo fue que no pude identificar de qué tribu eran los saqueadores — Cristóbal habla y sala se queda en completo silencio, hasta que mi padre decide hablar. 

— ¡Saquearon un campamento! No lo creo, eso no puede ser un simple saqueo. Para mí que es un mensaje que nos acaban de enviar y eso solo puede ser obra de una sola persona. Así que no me vengas con que eso fue un saqueo ¿En algún momento pensaron en otra posibilidad? Su silencio me dice que no — un poco enfurecido, Fernando responde a lo que le informa sobre lo sucedido en uno de los campamentos. 

— Creo que debes calmarte, aunque puedes tener razón en que sea un mensaje. Pero no debes olvidar que tenemos muchos años de paz y no hemos tenido ninguna batalla significante, así que no tienes más opción que quedarse tranquilo— el comandante es uno de los pocos que puede calmar a mi padre cuando algo le molesta, por esa misma decidí no hablar. 

— ¿Quieres que me calme y que me olvide de lo que pasó? Ni más faltaba, y eso que eres el gran comandante de los chirü— grita y se escucha hasta en las afueras del salón, así es el rey  enfurecido. 

— Podemos ir a ver el lugar, si así usted lo desea mi rey— Cristóbal no podía ser más idiota, su idea me parece muy estúpida, pero no soy el que toma las decisiones aquí. 

— Claro, vayamos allá, quiero verlo todo— esas son las últimas palabras que se dicen en la sala.

Al salir todos los guerreros ponen la vista en nosotros,  se imaginan que algo sucedió e incluso ya hasta pueden saberlo porque a los que asesinaron les tocaba cambiar con otros.

No vi a Artemisa por ningún lado, no tengo ni la menor idea de dónde puede estar. Ella siempre ha sido así de rara, ahora no puede estar aquí y de repente se aparece sin dar el más mínimo aviso.

Durante el trayecto todo se ve muy normal, como si nada hubiese pasado. Así andan las cosas por aquí, sin embargo, algo muy grave pasó. 

Me dejó muy pensativo lo que dijo mi padre sobre que pudo ser un mensaje que nos enviaron. Se puede asimilar como que es una invitación a la guerra, decir que pudo ser Fernando el rey moky es algo muy grave porque es el archienemigo de nuestro rey.

Fernando

Cuando llegamos al campamento Cristóbal tenía miedo de abrir la puerta porque sabe lo impulsivo que soy, por suerte para él su padre Mauricio vino con nosotros. 

La puerta está abierta y todo se torna de rojo debido a la sangre derramada, marcas de garras en las paredes que indican que algo muy malo pasó en este lugar. 

Pudimos identificar a los que murieron, aunque ya lo sabía con anticipación. Algo muy extraño vi en una de las paredes y había un nombre escrito que decía (IRF) esas son las iniciales de Isabel, de Roberto  y la mía. Fui el único que se percató de eso, al menos del mensaje oculto porque cuando éramos unos cachorros hacíamos eso en muchos lugares.

Continuamos inspeccionando y cada vez todo me queda más claro porque uno de los muertos tenía un pedazo de tela en una de sus manos. Y esa tela es la de la tribu del sur, los moky. Ya sabía que eran ellos, pero oculté el pedazo de tela para que los demás no lo vean.

— Es momento de irnos, aquí no hay más nada que buscar, cierren todo y que nadie venga a ese lugar porque no quiero que corra el pánico en la aldea ¿Entendido? — les digo a todos porque es lo mejor al menos por ahora. 

— Cristóbal y Arturo, hagan lo que les dice su rey, cierren las puertas y vámonos de aquí— Mauricio les da una orden directa y ellos hacen lo que les dijo de inmediato. 

Nos marchamos y me quedo pensando en cuál será el siguiente paso que dará Roberto, siempre fue muy inteligente y ese es mi mayor miedo. Quiero proteger a todos y debo estar un paso adelante a sus movimientos. 

Arturo

Luego de ver el desastre que dejaron los saqueadores en el campamento, Mauricio decidió elegir algunos de los mejores guerreros para custodiar la zona, ya que espera a que lo intenten nuevamente. 

Los seleccionados fueron como siempre la mejor de todas, aquella que es considerada tan excelente guerrera al igual que Samuel mi querida hermana Artemisa, también mi mejor amigo Apolo, Cristóbal, su hermana Fernanda y por último guerrero que no era yo. Jajaja, sonreí porque pensé que me elegirían, sin embargo, ese no fue mi caso. 

Antes de que se vayan le pedí información a Apolo y lo único que me dijo es que estarían cerca de la zona sur debido a que los moky son los principales sospechosos. 

Los guerreros se marchan, pero no les sigo el paso. Me voy al castillo como si nada hubiera pasado y me quedo un poco pensativo. 

Por un momento me pasa por la cabeza en que soy el actual rey de los chirü, cuál sería la forma correcta de actuar al respecto. Y después de tanto pensarlo decidí ir también a hacer vigilancia con los demás, a pesar de que no fui seleccionado para dicha misión. 

Tomo mi espada y todo lo que necesito para combatir en caso de que ocurra un enfrentamiento. Pero antes de eso hago un poco de calentamiento y luego me marcho.

Pasan prácticamente una hora para llegar al lugar en que están los demás, y todos se sorprenden al verme. 

—¿Qué haces aquí? Puedes dañar la misión, así que lo mejor es que te vayas de inmediato— Artemisa hace su comentario, pero no me interesa lo que tenga para decirme porque no me iré de aquí. 

— No creo que hay ningún problema en que Arturo se quede, él fue el primero en ayudarle después del ataque— Cristóbal me defiende ante el comentario de mi hermana. 

— No sé a quién se le ocurrió decirte dónde estaríamos, espero que no estropee la misión príncipe Masted ¿entendido? — Artemisa me señala con su dedo índice y solo asiento con la cabeza. 

— No se preocupen, Imagínense que soy invisible para todos ustedes o para el que no quiera que esté en este lugar— les digo y luego me quedo en total silencio porque la princesa es muy temperamental y se enfurece rápido. 

Seguimos patrullando y Fernanda solo me mira de reojo al igual que Apolo, no sé porqué todos le temen a Artemisa. Esto de que las leónidas sean más dominantes que los leónidos me tiene sin cuidado porque algún día cuando sea rey de todos los leónidos voy a cambiar con eso. 

Artemisa decide que debemos parar porque casi cae la noche, no quiere correr ningún riesgo y considero que es una muy buena decisión; debido a que solo somos seis guerreros y no sabemos cuantos nos podrían atacar. 

Coloco mi espada al lado mío, Cristóbal y Fernanda hacen guardia, mientras Apolo yo nos vamos a conversar para un lugar más privado. Artemisa y el otro guerrero se quedan preparando algo de comer. 

— No tenía idea de que vendrías detrás de nosotros. Ese loco objetivo que tienes de demostrarle a tu padre que eres tan buen guerrero como Maslan, te llevará a tu perdición. No debes luchar para ser aceptado por tu padre, de todos modos serás el rey de los chirü; así que deja de actuar como un cachorrito sin escrúpulos— las palabras de Apolo me hacen quedar pensativo, siempre me gusta pensar en todo. 

— Gracias por todo, amigo mío. No sé qué haría sin ti, sin esos consejos tan buenos que siempre me das; no obstante, ese loco objetivo como le llamas es lo que cada día me hace entrenar más duro ¿crees que es fácil vivir con eso? Mientras ella es considerada una guerrera legendaria, yo solo soy uno del montón — dicho esto Apolo me da un fuerte abrazo y nos quedamos callados. 

No sé cuánto tiempo pasó, pero Artemisa llama para servir la comida y ambos salimos corriendo al escucharla. 

Al terminar de comer, que por cierto estaba muy rico y le agradezco a mi hermana por ello. Llega el momento en que me toca hacer guardia. 

Artemisa

Al principio estaba muy enojada porque mi hermano, el gran príncipe chirü vino sin ser seleccionado para la misión. Después me sentí mucho mejor porque sé que está empeñado en demostrarle a nuestro padre que es un excelente guerrero. 

Como líder del grupo no me toca hacer guardia, pero me quedo vigilando desde el lugar en el que estoy. No porque desconfíe de los guerreros, sino porque no puedo fallar en esta misión.

Ya había pasado casi una hora después  de que Arturo está haciendo vigilancia y de repente nos hacen una emboscada. Grito muy fuerte para que todos me escuchen ¡Nos emboscaron, es hora de luchar por el honor chirü! 

Después de decir eso salí corriendo a la zona defensiva para poder tener una mejor visión de lo que sucedía. Una manada de más o menos diez leónidos son los que nos atacan, por un momento llego a sentir que podríamos morir hoy mismo. Sin embargo, al ver que Apolo asesina a uno de ellos mis esperanzas suben.

Uno de ellos viene hacia mí, me lanza varias veces con su espada. Me intenta acorralar, pero no se lo permitiré, así que lo ataqué de forma horizontal y pude hacer que su espada caiga. Esa fue su perdición, de inmediato le di un golpe mortal con mi espada. Justo antes de que llegue a transformarse porque no quería que se alargue el enfrentamiento. 

Vi a lo lejos que uno de ellos escapaba, me sentí feliz porque no hemos sucumbido ante la emboscada, llamo a todos los guerreros y solo uno de ellos murió, es una pena. 

Registramos a los que nos atacaban y sin lugar a dudas son de la tribu moky, mi padre estará muy feliz porque no se equivocó al pensarlo desde un principio.

Mando a que reúnan los cuerpos y los pongan del lado de la frontera, moky para que puedan sepultar a sus muertos. 

Arturo

Minutos antes del final de la emboscada, pude matar a uno de los dos guerreros que me atacaban. Sin embargo, uno de ellos cayó y lo atrapo. No sé porque con solo mirarla a los ojos me llegó la loca idea de dejarla ir.

Espero que ninguno de los demás la haya visto porque no quiero ningún problema con el comandante Mauricio, no más del que ya tengo por irrumpir en una misión a la cual no fui seleccionado. 

Cuando Artemisa hace el llamado para saber si estamos bien, me voy por otro lugar para que no sospeche de mí. Después de estar reunidos y llegar a la conclusión de que son los moky, los de la tribu sur los que nos atacan. Ella quiere ir lo más rápido posible para brindar esa información, pero gracias a Sinja decide no irse ahora. 

Nos quedamos vigilando por si ocurre otra emboscada, lamentamos la muerte de nuestro guerrero. Le guardamos un minuto de silencio porque luchó con honor hasta el final. 

Nos dice que nos iremos con el alba para estar en el palacio lo antes posible, y todos aceptamos su decisión. 

FERNANDO PIENSA QUE SU ARCHIENEMIGO LES ENVIÓ UN MENSAJE, Y TODO APUNTA A UNA GRAN BATALLA.

¿QUÉ SUCEDERÁ?

¿POR QUÉ MASTED DEJÓ IR A ESA LEÓNIDA? 

LOS GUERREROS LLEGARÁN A LA TRIBU CON BUENAS NOTICIAS, A PESAR DE QUE UNO DE ELLOS MURIÓ. 

CONTINÚEN LEYENDO LA HISTORIA, GRACIAS A TODOS LOS LECTORES..♤

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo