Capítulo 2

Alana despertó un poco desorientada al escuchar un fuerte ruido, el corazón se le quiere salir en ese momento, sin embargo, la luz de un computador me hace salir de mi susto, ella miró a su alrededor y se dio cuenta de algo

-¿usted me colocó en la cama?

-No sería de caballero dejar a una dama dormir en un incómodo sillón - menos mal él no podía verla  bien porque de no ser así podría ver mis mejillas rojas como un tomate

-Gracias, ¿qué fue ese fuerte ruido?

-No lo sé, supongo que algo del tren pero siga durmiendo

 -¿Usted no piensa dormir?

-soy un hombre de poco sueño y no creo que pueda dormir mucho en este sillón - en ese momento Alana se sintió algo mal, porque el sillón si se veía bastante incómodo

 -si quiere yo puedo …

-olvídelo señorita …  

-Alana, mi nombre es Alana García - veo una pequeña sonrisa

-mucho gusto, Adal

Adal ... Bonito nombre

 -y no aceptaré que duerma aquí - en ese momento Alana se le pasó por su cabeza una idea descabellada, pero le daba algo de pena decirlo, aunque le daba pesar dejarlo dormir en ese incómodo sillón

-si no le molesta puede dormir aquí - los ojos del Alemán se posaron en la castaña que se encontraba en la cama muerta de vergüenza por lo que acababa de decir, aunque Adal también estaba algo nervioso, ya que jamás había dormido con nadie, era algo nuevo, su costumbre siempre fue acostarse con mujeres y luego irse. Él suelta un suspiro luego de haberlo pensado mejor y decide aceptar su propuesta, debía estar descansado y si duerme en ese sillón lo último que iba a hacer sería descansar

-creo que aceptaré su propuesta, mañana tengo un día bastante pesado y tengo que estar descansado - deja su computador a un lado, se mete al baño y a los minutos sale con un pantalón de pijama y ¡SIN CAMISA!, es inevitable para Alana no ver el pecho tan bien trabajando de aquel hombre desconocido, pero la voz de Adal la saca de su trance

-acostumbro a dormir sin camisa, pero si le incomoda me la puedo poner - la chica llena de vergüenza de inmediato me acuesto

-No se preocupe, descanse, señor Adal

-descanse, señorita Alana

A la mañana siguiente Alana se siente extremadamente cómoda, tanto que ni quisiera despertar. Al abrir sus ojos ella queda el shock al ver que está completamente  pegada al cuerpo del señor Adal y este no se queda atrás. Él pánico le empieza a entrar a Alana, mientras se pregunta qué debe hacer, ella intenta  moverlo  sin despertarlo, pero es inútil.

Luciano, siente cómo está siendo movido por unas manos pequeñas, pero  no entiende qué está pasando hasta qué cae en cuenta de dónde y con quien está, abre sus ojos de golpe  viendo en la situación en la que se encontraban, ve como la chica se logra liberar parándose rápidamente

-señor, lo siento mucho yo … - para Luciano intenta no reírse al ver lo nerviosa que se encuentra  

-Alana, respira te dará algo

-es que no pensé que fuéramos a despertar de esa forma, no entiendo qué pasó con las almohadas

-desaparecieron en la noche porque cierta persona se mueve mucho - ahora si Luciano no puede evitar soltar su risa, cuando ve a Alana más roja que un tomate llena de vergüenza

-Dios, como lo siento no lo deje dormir

-Alana, ya le dije soy un hombre de poco sueño, no es su culpa - Alana ve cómo este se para, pero rápidamente retira su mirada porque no quiere seguir sintiendo vergüenza si observa el cuerpo de ese hombre  

-me ducharé ya estamos por llegar

Al fin, luego de largas horas llegaron  a Alemania. Hace un frío del carajo, pero Alana está feliz,  sólo tiene  algunas horas para instalarse  en el hotel donde se quedará y luego asistir a la empresa para presentarse  

-Bueno, señorita Alana que tenga una excelente estadía

-lo mismo digo

-¿viene de turismo? - pregunta curioso

-mmm si - miente - solo estaré un tiempo

-está bien, ya llegaron por mí ¿desea que la lleve a algún lugar?

-No se preocupe señor Adal, fue un placer - extiende su mano para despedirse  y este la recibe

-adiós, señorita Alana, feliz estadía - y así fue  como Alana lo vi partir sin esperar que esa no sería la última vez que lo volvería a ver

-abue ya estoy en el hotel

-Qué Bueno hija, ¿qué tal el viaje? - cuando lo menciona ella de inmediato se acuerda  del señor  Adal

-todo estuvo bien abuela - responde  mientras desempaca  la ropa

-¿Estás nerviosa por conocer a tu nuevo jefe?

-Si abue, la mujer con la que hablé me dijo que el señor Muller era un hombre muy exigente, me da miedo que no sea lo que él busca

-oh vamos cariño, tú eres muy buena en lo que haces estoy segura de que te va a ir muy bien y que el famoso señor Muller quedará encantado con tu forma de trabajar

-eso espero, abuela

Al llegar Alana no puede dejar de mirar sorprendida el lugar en donde va a trabajar, cuando llego pensó quería en un edificio o algo así, pero esto es una gran casi mejor dicho un palacio

-es enorme - susurro mientras entro al lugar con algo de miedo

-Buenas tardes, señorita ¿a dónde se dirige? - pregunta el vigilante de la entrada

-buenas tardes, vengo a ver al señor Muller, soy la nueva asistente de arte

-Espere un momento - toma el teléfono marcando un número mientras la castaña observaba  un poco el sitio, todo allí gritaba elegancia y belleza, creo que seré muy feliz en este trabajo, pensó ella   - ¿su nombre? - pregunta el vigilante sacándola  del trance

-Alana García

-puede pasar, segundo piso a la derecha al final

-Gracias -

Al llegar al piso la recibe una chica alta, de cabello rubio como todos aquí en Alemania, raro encontrar alguien con el color del cabello de Alana

-usted debes ser Alana García

-así es - ella estira su mano

-un placer, Tania Weber, asistente del señor Muller. conmigo hablaste durante todo este tiempo, déjame decirte que estamos muy sorprendidos por tu currículum

- muchas gracias, para mí es un honor estar aquí

-ya el señor Muller te va a recibir.Tuvo un pequeño percance con su avión y le tocó venirse en tren, pero tampoco pudo venirse en primera clase así que está entre buen genio y mal genio, nadie lo entiende - genial no lo agarre de buen genio decía Alana. Al mencionar el tren por la cabeza de Alana pasó el nombre de Adal,¿qué será de él?

 El teléfono de la asistente suena haciendo que ella salga de sus pensamientos

-señor Muller, llegó la señorita García… Ok, ya la hago pasar - cuelga el teléfono y después me mira - ya puedes pasar, mucha suerte

-Gracias, señorita Weber

Camina hasta la oficina con su corazón casi al punto de salirse, tomando el valor necesario toca la puerta escuchando un adelante. Alana entra y nota que el señor Muller está de espaldas mirando hacia el jardín

-buenas tardes, señor Muller - cuando el hombre se gira ambos quedan en shock, en especial Alana que no espero volverse a encontrar con el sujeto del tren, mientras que el sentía un rara sensación al volverla a ver.

las cosas del destino

 -que Pequeño es el mundo, mira donde llego a encontrar a la chica del tren … - Alana traga duro, mientras es observada por la mirada penetrante de aquel hombre que lograba intimidarla

-Adal…


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