Los brujos y hechiceros no esperaron aquel ataque por parte del grupo más fuerte y peligroso que tenía esos alrededores. Una furiosa manada de hombres lobos atacaban con premeditación.

— ¡Corran! — Se escuchan gritos y casas se encienden al paso de los hombres lobos— ¡Corran! ¡Salven sus vidas!

Los hombres convertidos hasta la fase dos aterrorizaban a las personas que corrían de un lugar a otro para proteger sus vidas y algunos de sus bienes.

— Vamos a la casa principal de los brujos — dijo el beta a los hombres que arremetía contra aquellos guardias débiles de los brujos.

La horda de hombres lobos se dividió en cuatro grupos que rodearon toda la aldea. Sudorosas y enfurecidas los hombres lobos rodearon a cada integrante del pueblo destruyendo viviendas sin hacer daño a la vida de los de las personas. Era la orden dada por el alfa solo hacer notar su presencia y su poder más no su bestialidad.

Varios hombres lobos guardianes iban delante del alfa derribando a cuánto un brujo tratara d