Capítulo 3

Dos semanas transcurrieron después de llevarse a cabo la inseminación y ahora todo marchaba sobre ruedas, el embarazo había sido posible y según los cálculos de Joe en 38 semanas aproximadamente tendría lugar el nacimiento del pequeño Lombardo. Nada malo podría suceder o eso era lo que todos pensaban en esos momentos.

Una semana después Joe decidió que ya era hora de realizar el primer ultrasonido y conocer a su nieto, el segundo que tendría la fortuna de consentir – Pensó, pese a los nervios de Alina o la euforia de Victoria – su familia estaba a la expectativa y daban gracias a la vida al tener la oportunidad de recuperar el tiempo perdido con Dean, el hijo de Travis; pero en esta ocasión todo sería distinto. Debería avisarle a su hijo sobre la hora del ultrasonido – se dijo a sí mismo – pero antes decidió que debía monitorear los signos vitales de su nuera, para así evitar posibles complicaciones. Sí, definitivamente de paso, saludaría a un par de amigos en ese sector de la clínica.

- Buenos días, Johana – Saludó cortésmente - ¿Cómo amaneció la paciente? – Indagó nada más ingresó a la habitación 214. La enfermera en jefe sonrió ante su jefe y procedió a informarle que todo estaba en orden, según los últimos estudios.

-Bueno, me alegra que sea una buena chica – Se refirió a su nuera – claro que aún me parece increíble que todo cambiara drásticamente – Mencionó casi para sí mismo -¿Sabes? Desearía conocer tu opinión respecto al caso, como verás no es algo que conciba aun – Sus labios emitieron una escueta sonrisa – ¿Qué crees que haya cambiado de repente para que estemos "en estas"? – Cuestionó a su amiga.

- ¿Quiere la verdad oficial o mi opinión, jefe? – Le increpó la enfermera. Lo que logró alertar a Joe de inmediato.

-Quiero saber tu opinión, Johana – Mencionó seriamente - si quisiera una retahíla técnica habría llamado al médico a cargo – Respondió Joe con tono mordaz.

- Pues, en mi opinión –Recalcó la mujer – no existen condiciones clínicas para que la joven Johnson permanezca en coma –Sus palabras hicieron eco en los oídos de Joe - de hecho me parece demasiado extraño que justo después de entregar mi guardia, donde la joven pidió ver a su madre, simplemente entrara en estado vegetativo – Finalizó la enfermera.

- ¿Dices que Abril habló? – Estaba quedó estupefacto, si bien por su especialidad no llevaba el caso, sabía por Santos que la joven no volvió a tener conciencia desde el accidente.

Por lo que ese panorama le resultaba increíble ¿Qué demonios sucedió entonces? Llegaría al fondo del asunto, aunque probablemente se tratara de un malentendido.

- Así mismo –Insistió la mujer - y peor es que cuando di a conocer mi opinión, el médico encargado me trató de ignorante, menospreciando mis catorce años de experiencia laboral – Espetó indignada la enfermera.

- ¿Aun tienes el acta? - Cuestionó Joe - Quiero ver esa historia por favor Johana, necesito comprobar esa información lo antes posible – Decretó genuinamente preocupado.

La enfermera asintió y le entregó varios archivos para verificar la información, dos horas más tarde se encontraba exhausto, convocó una junta de emergencia al encontrar un hallazgo aún más preocupante y finalmente trascurrieron más de seis horas hasta develar la verdad tras toda esa historia.

¡Era inaudito! Joe estaba indignado, más bien furioso ¿Cómo pudo pasar algo así de terrible? ¡Por todos los dioses que rigen el universo! Tremenda sorpresa se había llevado mientras revisaba su historial, se topó con un medicamento que era prohibidos en el embarazo y preocupado por este hecho inició la investigación que aunada con el reporte de Johana desató una hecatombe en su propia clínica.

Resultó ser que ese medicamento había sido administrado aproximadamente tres semanas atrás y sin tener relación alguna con el diagnóstico de la paciente; en resumidas cuentas éste era el responsable de que la joven permaneciera inconsciente, razón por la cual indagó todo el día y llamó a las personas encargadas de dichos procedimientos; no obstante, salvo una persona, nadie sabía que estos eran administrados a su reciente nuera. De inmediato solicitó su presencia y luego de otras dos horas de conferencia con las directivas de la clínica, el implicado y por supuesto él como propietario de la misma, se conoció la verdad.

¡Por Dios! Era aberrante y extremadamente inhumano, aquello era un delito y lo peor de todo, no era que hubiese pasado en la clínica ¡No señor! Sino que afectaba directamente a su familia, ¡A su hijo!

Esa mujer era el mismísimo demonio, nunca había pensado que semejante maldad existiera en un cuerpo tan pequeño. ¡Maldita fuera, ella y su jodida avaricia! De solo pensar en los alcances de esa... Señora.  Le daba náuseas y se le erizaba la piel ¿Qué no tenía sentimientos? No, Bárbara era una arpía, una persona arribista y calculadora, que gestó toda esa estrategia para conseguir un poco de dinero y casi lo habría conseguido. De no ser tan desconfiado, nunca la habrían descubierto; la mujer logró seducir al médico encargado de la custodia de su hija y después con lisonjas lo indujo a administrar un medicamento que le impidiera volver en conciencia, sólo hasta lograr su cometido: Embarazar a su hija de Santos y así garantizar una fortuna sí misma, como su familia política en aprietos.

Joe dio gracias al cielo, de la acertada información que le brindó Johana con la cual pudo resolver el misterio de "la bella durmiente" como le decían a su nuera, eso y que pese a acceder a los chantajes de Bárbara, su hijo tomó las previsiones pertinentes y aseguró la custodia del pequeño. Ahora, era el esposo de la muchacha y como tal estaba en su derecho de exigir una orden de restricción contra esa m*****a mujer; pero éste aun no tenía idea del lío en que estaba metido, definitivamente no la iba a tener nada fácil y menos si la joven ni si quiera le conocía.

Abril Johnson lo iba a aborrecer; de eso no había duda, porque sí, una vez disminuyera los efectos del medicamento, ella volvería en conciencia y después de eso ¡Que Dios los ampare!

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