Una bellísima joven de piel apiñonada cabellera azabache y hermosos ojos verde mar, llegaba a su cita con el heredero Mandujano, la hermosa princesa del CEO mexicano, Daniela Altamirano había quedado flechada por Sercan desde hacía años, a él le pasaba lo mismo, después de la boda de Cristóbal y Camelia, habían comenzado a verse, Sercan no la había cortejado antes por qué el Ceo mexicano tenía rivalidad con su padre, pero había llegado el momento en que se enfrentaría a todos por ella

Hola mi princesa! ven siéntate

Daniela se sentó pero ante dió un beso a su amor, Sercan por qué sigues siendo tan formal? sonrió Dani

Para el joven Ceo Mandujano verla sonreír le iluminaba el mundo, a Sercan su padre lo había educado como un alto aristocràtico en toda la palabra, Sercan era demasiado caballeroso, un hombre culto y excelentemente preparado, había quedado prendado de la belleza de Daniela y la amaba con loca pasión, eso lo había llevado a tomarla antes del matrimonio, cosa que si sabía el C