Capítulo 2 - Un contrato

—Así que ya te enteraste por lo que veo. —Se aproxima Melany con una sonrisa de oreja a oreja, se la ve emocionada.

—Aún no asimilo la noticia Mel. —Reposo mis brazos en el pequeño mesón de granito, mientras resoplo un suspiro...

—Es normal amiga, yo también me sorprendí cuando me dijo que separemos una partida presupuestaria para ese viaje, y todo por la firma de ese inversionista, —comenta, llenando su tasa con agua caliente del dispensador, coloca un té de bolsitas.

—Pensé que la firma era aquí en la ciudad, pero cuando Chris me dijo “viaje a Dubai” te juro que no lo podía creer. —respondo con asombro mientras ella toma una cucharita para revolver su té, parece que es de manzanilla, por el delicioso aroma.

Me hace un gesto como preguntando si deseo té, al que niego amablemente.

Asiente y sonríe.

—Me imagino tu gesto de sorpresa pero tranquila, después de todo lo vale, el tipo esta bañado en dinero según cuentan, así que es tu oportunidad Sanaya, convéncelo de esa firma y tráenos ese contrato millonario, la empresa lo necesita para seguir expandiéndonos. Además he escuchado que Chris está pensando en ascenderte. —Guiña un ojo, me sorprendo al oír eso, pero a la vez me tenso.

—Pero hey, no te estreses antes de tiempo, ya lo irás digiriendo. —lo dice mientras le da un sorbo a su taza con cuidado, soplando un poco para apartar el humo de lo caliente que está.

«Es inevitable no estar nerviosa, por un lado es Dubai, nunca he estado allí, así que una nueva experiencia nunca está de más, pero el hecho de saber que debo regresar con una firma de la que depende el futuro de la compañía no es nada divertido.» Pienso.

—¡Hey Sanaya! —Aterrizo al escuchar los chasquidos de sus dedos cerca de mi rostro.

—¡Disculpa Mel! —Dejo mi vaso de vidrio sobre el mesón. Ni siquiera me di cuenta en qué momento me terminé el agua.

—Todo saldrá bien, te conozco y sé que eres muy capaz en lo que te propones. —Expresa con un tono comprensivo y alentador.

—Gracias por tu voto de confianza, y nada, yo también espero que todo salga bien. —Me llevo las dos manos al rostro, soltando una sonrisa algo nerviosa.

—Ánimo, quien sabe y conozcas al amor de tu vida en Dubai. —comenta mientras me da un golpecito en el hombro que logra sonrojarme un poco, niego divertida. Ella no sabe, mejor dicho nadie en la oficina sabe que empecé a salir con el jefe de marketing, Henry. Espero comentárselo más adelante, cuando me sienta lista.

Nos retiramos de la cafetería y cada una se dirige a su puesto de trabajo, ya faltaban dos minutos para la salida, noto que algunos ya se están despidiendo.

—Hasta mañana. —dicen casi al mismo tiempo.

Me asomo por si Chris desea algo más, pero lo escucho hablar por teléfono aún, así que me retiro sin interrumpirlo.

Reviso mi móvil y leo un mensaje de Henry: «Te espero donde siempre.» —sonrío, salgo del edificio Lux, y camino algunas cuadras evitando que alguien me vea subiéndome a su auto. Reconozco su placa y abro la puerta enseguida. Me subo y lo saludo con un beso en la mejilla, mientras coloco mi bolsa sobre mi regazo, él arranca el vehículo.

Me pregunta cómo ha estado mi jornada pero, le hago señas de que no quiero hablar nada del trabajo. Hago una mueca de “por favor hoy no”.

—¡Okay cariño, pero por favor ponte el cinturón! —Me miro y era cierto, no me lo había puesto. Me lo abrocho con algo de dificultad, pone música en el auto, enciende el aire, sus manos siguen en el volante.

Ladeo mi cabeza del cansancio cerca de la ventanilla del auto.

—Hoy ha sido un día agotador. —susurro.

Estudié ingeniería en comercio exterior, y él marketing digital, nos conocimos hace un año, casi al graduarnos de la universidad para ser exactos, tiempo después nos enteramos que trabajábamos en la misma empresa, pero en diferentes pisos, ¡claro!

Apenas llevamos dos meses saliendo como algo más que amigos, pero la verdad no sé por cuánto, admito que Henry sí me gusta, pero parece que él quiere ir un poco más rápido, incluso quiere hablar con mis padres para formalizar la relación, pero siento que es demasiado pronto; en este tiempo he descubierto que sus planes parecen ser la de formar una familia, etc y está bien lo respeto, pero en la mía ni siquiera se asoma esa idea, quiero seguirme realizando de manera personal y profesional, siento que hay un mundo por explorar. Pero bueno, estamos intentándolo. Como dice mi madre: “Se nota que aún no te has enamorado, porque cuando eso sucede, no ves “peros” simplemente quieres incluir a esa persona en todo lo que hagas, en todo...” Supongo que eso lo iré descubriendo con el tiempo. ¡No!

Minutos más tarde, estamos aparcados en su auto fuera de mi departamento, he decidido no comentarle sobre el viaje a Dubai.

«Estoy agotada, mañana con más calma.»

 Me despido, bajo de su auto, agito mi mano en el aire mientras se retira, entro enseguida.

***

A la mañana siguiente en la oficina. Compañeros de diferentes áreas me miraban mientras me dirigía al piso 4, era inevitable no notar la forma en que lo hacían, algunos como si hubiesen visto a alguna celebridad, otros con desdén y otros con compasión.

—¿Qué sucede aquí? —me cuestiono, camino discretamente en dirección a Sandy, la recepcionista, quien me recibe con un semblante muy agradable, levanto mis cejas, ella nota mi curiosidad e interviene con cautela.

—Srta.Sanaya el joven Chris acaba de anunciar que usted viajará mañana a Dubai, y pidió  apurarnos con los pendientes porque a su regreso arrancaremos con la construcción del nuevo hotel de allá. Parece que en sus manos está el contrato millonario para Lux! —Abro mis ojos sorprendida.

—¡Qué!

—¡Sí! —Escucho su repuesta y afirma contenta con su rostro, arqueo una ceja, la noticia me ha tomado por sorpresa... tanteo mi celular que esta vibrando en la cartera que cargo, lo saco, es un mensaje de Henry.  «¿Cuándo pensabas decírmelo?» —no me lo creo, se ha enterado.

—¡Rayos! Hoy pensaba platicárselo pero en el almuerzo...

Me quedo quieta con algo de ansiedad en mi lugar, pero escucho la voz de mi jefe.

—Hola Sanaya, por favor comunícate con el departamento de compras, para que gestione tu boleto de viaje “como para ayer”. —Ordena con un tono de seriedad, su mirada sigue fija en unos papeles que carga en mano, parece fatigado.

—Buenos días Chris, enseguida. —asiento y me pongo en marcha, me dirijo a mi puesto, enciendo el computador, reviso mi agenda, me comunico con compras...

Horas después

La jornada de trabajo transcurre de una manera tan agobiante, papeles por aquí y por todos lados, la firma de Mr.Watson, la salvación de esta cadena hotelera, y Henry como si fuera poco.

Ya son casi las 16h00, veo como todos se retiran, me quedo un momento más frente al computador revisando un estado de cuenta personal en mi correo, escucho a Chris llamarme, me acerco a su oficina pero antes de entrar tomo un respiro profundo para no explotar de la presión laboral y emocional que cargo ahora.

Abro la puerta, lo encuentro agitando un boleto en su mano, al parecer es el de Dubai. Niego algo nerviosa, él sonríe parece que está mejor de ánimos. Me encantaría que él se encargara de este trámite, pero recuerdo que él viajará a Panamá, para una reunión importante de accionistas de la filial hotelera de allá.

Luego de algunos minutos, me ha entregado el boleto y me ha dado las indicaciones para la negociación con Mr.Watson, además de pedirme que esté en contacto con él en lo que dure mi estancia en Dubai. Veo cómo se levanta de un solo movimiento, y se aproxima a darme un abrazo que no esperé.

—Tú puedes hacerlo Sanaya, confiamos en ti. —Admito que eso me ha animado un poco, acomodo un mechón de cabello detrás de mi oreja, bajo mi mirada un momento, ajusto mis lentes, sonrío.

—Gracias Chris. Me aseguraré de que todo salga bien.

—Así será ¡Que tengas buen viaje! —lo dice caminando a su asiento; percibo que su mirada está puesta en la pantalla de su monitor.

—¡Gracias Chris, que te vaya bien en Panamá! —replico, él levanta su mirada hacia mí, y se le dibuja una sonrisa y agradece asintiendo.

Abro la puerta de vicepresidencia, y para mi sorpresa, me encuentro al abuelo de Chris casi frente a frente, retrocedo unos pasos, me coloco de costado para darle acceso al despacho.

—Buenas tardes Sr.Sander. —Saludo con una sonrisa agradable, él corresponde de una manera afable y una mirada cálida.

—¡Con su permiso! —indico, parece que tendrán una reunión familiar, me retiro con prudencia. El señor Sander es el presidente de la compañía, acostumbra a inspeccionar lo que hace su nieto desde que está a cargo de la administración de Lux, pero él prefiere llamarle “visitas familiares”.

Me dirijo a mi puesto, me cala el cansancio, me retiro los lentes, los acomodo en su estuche y los guardo en mi bolsa, me dejo caer en mi silla operativa de rueditas por unos segundos, luego me giro de un lado a otro en lo que rebusco en los cajones de mi escritorio, repasando en mi mente qué más me puede hacer falta en el viaje, tengo en mis manos el boleto a Dubai y no me lo creo, lo guardo en la carpeta que contiene el contrato de Mr. Watson y demás. Me levanto de mi silla, suspiro fatigada masajeándome la sien con una mano.

—Creo que eso es todo. —Escucho unos tacones aproximarse a mi puesto.

—¿Sanaya lista para mañana? —Es Melany la jefa de presupuesto con la que me llevo bastante bien aquí.

—Sí Mel, supongo que sí. —acerco la carpeta de Watson a mi pecho, aprieto mis labios haciendo una mueca de preocupación y la miro fijamente.

—Quita esa cara mujer, disfruta el viaje mírale el lado bueno, conocerás otra cultura, otro ambiente, y chicos —Se lleva una mano a la boca con risa contenida, me guiña el ojo.

—Aprovecha que estás soltera, yo ya no puedo hacer más. —Suelta una sonrisa mostrándome su anillo de compromiso. —Niego divertida.

—Por cierto lo de tus viáticos ya está resuelto, solo necesitas indicar que eres de Lux y mostrar ésta credencial corporativa, los encargados del hospedaje ya saben lo que tienen que hacer.

—Muchas gracias Mel, qué haría sin tu ayuda. —Tomo la tarjeta que me acaba de entregar.

—Descuida Sanaya, disfruta esa experiencia, demuéstrales a todos que puedes hacerlo bien y sin tener tantos años aquí como se creen las otras. —Me deja unas palmadas en la espalda dándome ánimo.

Minutos más tarde, seguimos conversando, caminamos en dirección al ascensor para bajar al lobby, las puertas se abren, salimos y se despide no sin antes regalarme un cálido abrazo al que sin duda incumbo.

—Muchas gracias Mel. —Ella asiente y se adelanta pues parece que su esposo la ha venido a recoger en su auto, éste me saluda desde la acera agitando su mano, correspondo.

—¡Que te vaya bien querida! —replica Melany, mientras su esposo le abre la puerta del copiloto, yo camino con cautela al encuentro con Henry, pero para mi sorpresa su auto no está aparcado donde siempre. —¡Será que aún no ha salido! —En mi mente se empiezan a formular tantas suposiciones y nada buenas.

De repente escucho su voz detrás de mí, volteo rápido.

—Sanaya mi auto tuvo un contratiempo y debo recogerlo mañana, tomemos un taxi ¿te parece? —Mira su reloj de mano.

—Claro, es más agradezco que me hayas esperado, tenemos que hablar.

—Sí, tenemos que hablar. —Usa un tono serio que consigue incomodarme, su rostro es algo frío, supongo que aún sigue molesto por haberle ocultado lo de Dubai. —Pienso.

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