James

Dos días han pasado desde aquella fiesta y la situación no mejora, algunos contratos han sido cancelados y otros ya no quieren renovar, me voy a volver loco, la verdad es que ya no tengo ni la más mínima idea de lo que voy hacer. En un final y por desespero accedí a la idea de Javier, aquí estoy esperando a que me llame para saber como le fue en la cita que logró concertar con la tal Eli. En situaciones extremas, medidas extremas y la verdad aunque no quiero reconocerlo en mi interior es que creo que la única ayuda sería esa, si ella no acepta tendré que ponerme a buscar a alguien más.

Suena mi celular distralléndome de los documentos que tengo en frente y al revisar la pantalla veo que es una llamada de Paula.

-Dime Paula.- digo una vez que descuelgo la llamada.

-Hola James, quería ver si tenías un momento en la hora de descanso, quiero hablar contigo respecto a una cosa que puede que te ayude con tu trabajo.- me dice y al momento le digo que sí, que no hay problema alguno.

La escucho dar la dirección y nos despedimos, rápido recojo las cosas y luego de arreglar unas cosas pendientes salgo para subirme a mi auto e ir a donde sería el encuentro con Paula.

Estando e el auto manejando suena mi cel y lo pongo en alta voz.

-Nada.- es Javier algo desanimado.- Lo intenté, le propuse de todo pero niña es sumamente dura de roer, es mejor que tú y que yo juntos negociando.- dice con fastidio y la verdad es que me da algo de gracia.

-Oye tranquilo, que se le va ha ser.- le digo pero la verdad estoy un poco curioso por saber porqué no aceptó.- Y te dijo por qué no quiere?.-

- Sí, muy simple y llanamente me dijo que no le interesaba trabajar para nosotros.- suspira.- Creo que no debí tratarla así, seguro piensa que somos unos.. que se yo valla.. no tengo ni la más mínima idea de lo que piense de nosotros.- dice.- Voy a colgar, chao.-

Después de esa llamada me quedo pensando y la verdad es que de seguro no ha de tener una impresión nada buena de ninguno de los dos. Recuerdo cuando la conocí, pensé que era una muchachita mal educada y resulta que estaba defendiendo a su familia y a ella de las amenazas de aquella señora, la traté de loca y mal educada pero fue porque no me puse a pensar en ningún momento por lo que podría estar pasando.

En mi juventud me caía sumamente mal que las personas mayores me juzgaran tan solo por ser joven, que no se pusieran a pensar que mi forma forma de actuar pudiera ser a justificada, me juré mil veces no hacer lo mismo y resulta que me he vuelto igual a aquellas personas que tanto odiaba...

Llego al sitio donde Paula me había citado, es un restaurante bastante bonito y sencillo, nada mal. Empiezo a buscarla entre las personas y no me cuesta mucho dar con ella. La veo y la sonrisa sola sale de entre mis labios como cada vez que la veo, camino hasta ella y después de saludarla me siento.

-Y bien, aquí estoy.- le digo una vez que me acomodo.

-Si, ya veo.- dice algo nerviosa.- La verdad es que he escuchado sobre las cosas en la empresa y por lo que veo no están mejorando.-

-Paula..-

-Escucha- me interrumpe- no quiero verte caer, así que busqué ayuda y puede que no te agrade mucho pero es la única opción que encontré.- yo frunzo mi ceño ya que no se a lo que se refiere.

Veo que quiere comenzar a hablar de nuevo cuando es interrumpida por una voz que por desgracia conozco muy bien.

-Buenos días.- lo escucho decir mientras pone una mano encima del hombro de Paula con familiaridad.

-Alexis.- digo con enojo su nombre.- Qué haces aquí?.- le pregunto y aunque mi subconsiente sabe la respuesta quiero seguir negándolo, pero como dicen por ahí el que lo niegos no significa que no sea verdad.

-Tu novia me contó sobre cómo te va en el trabajo, así que decidí darte una mano.- me dice con la misma actitud arrogante de hace ocho años a tras.

Miro a Paula y en mi rostro se deja ver el estado en el que me encuentro, enojado, desepcionado, mil sentimientos encontrados y revoloteando por todo mi cuerpo así que antes de decir o hacer algo de lo cual me pueda arrepentir salgo de allí como alma que leva al diablo.

-James.- escucho la voz de Paula llamándome con desespero pero a la vez es opacada por un estruendo que sonó.- James- vuelve a llamarme pero esta vez cuando me agarra de la mano para que la enfrente.

-Por qué eres así?.- me pregunta.

-De verdad me lo preguntas, en verdad me estás preguntando eso.- la cuestiono ya que quiero asegurarme de que de ella salieron esas palabras.

-A este paso vas a caer en la ruina, tus contratos están cancelados y los que te quedan no van a renovar. - me dice

-Lo sé, lo sé perfectamente.- le respondo enojado porque no me gusta que me recuerde en la situación en la que me encuentro

-Se que lo sabes pero no tienen que ser así si recibes ayuda.- me mira como si yo fuera el que está equivocado en todo esto.

-Prefiero morir a aceptar su ayuda.-

-ES tu orgullo?, es tu orgullo que no te permite aceptar ayuda, es más importante que tú empresa y que la promesa que me hiciste?- me dice con una expresión de no entender nada.

No le respondo, solo la escucho.

-Eres un empresario, los negocios y la vida privada son separadas, deberías de saberlo.-

-Lo sé, pero en mi caso no es así cuando se trata de ese hombre que destruyó a mi familia.- la señalo con enojo.

Ella suspira porque sabe que lo que le digo es verdad, que tengo razones de sobras para aborrecer a ese hombre.

-Lo entiendo, en verdad lo entiendo pero si tan solo lo dejas una vez más...- y exploto.

-¿Solo una ve? Y cuántas veces más viene después. Una y otra y otra y otra.- le digo en voz alta porque ya no puedo con esto.

Tomo aire para intentar calmarme.

-Puede que me ayude, es verdad pero entonces después me sentiré sumamente asquiado de tener que recurrir a la persona que por sus mentiras y acciones por poco causa la muerte de mi madre, que por su culpa hoy por hoy mis padres se encuentren separados, que por su envidia y celo por poco mi familia se viera en la ruina.- le recuerdo todo lo que pasó.

-Te entiendo, de verdad lo hago, pero si sigues así no habrá trabajo.- dice desesperada.

-Cerrar, la ruina, no importa, puedo empezar desde cero. Prefiero eso a pedirle ayuda a esa escoria de ser humano.-

Suenan unos aplausos a lo lejos y al alzar mi mirada de Paula lo veo venir hasta mi.

-Idéntico a tu padre,el mismo orgullo, la misma prepotencia.- me dice sonriendo y en respuesta cierro mis puños.-Pero en tu caso puedo entenderlo, por mi causa tu padre por poco pierde su empresa, por mis inigualables estrategias tus padres se divorciaron y tu querida madre, el amor de mi vida por poco y pasa a dormir con los angelitos cuando le enseñé aquellas fotos de tu padre con otra.- se burla en mi cara y quiero partirle la cara pero conociéndolo se que algo ha de estar tramando así que intento por todos los medios que mi vista no se vuelva roja.

-Alexis.- le digo serio y aguantándome las ganas de enterrar mi puño en su cara.

-Dime, a ver, qué quieres decir.- me dice.

-Es cierto que por no aceptar que mi padre es mucho mejor que tú te dedicaste a destruirle la vida.- comienzo diciendo y su sonrisa desaparece.- Es cierto que lo engañaste, engañaste a mis dos padres y eso fue lo que los llevó al divorcio y destruyó su matrimonio. Es cierto que por poco llevas a la ruina a mi padre pero mira tú, no pudiste porque eres una escoria,solo eso. -

-Maldito mal nacido.- dice entre dientes.

-De todo lo que más te dolió es que no pudiste quitarle nada.-

-Te equivocas muchacho, lo único que en verdad quería quitarle, sí se lo quité y eso era tu madre. Si no me crees porqué no le preguntas a tu padre sobre las fotos de tu madre y mías, estoy seguro que te encantará verlas.- dice y mi puño se cierra.- Qué pasa, quieres golpearme?.- Y se ríe a carcajadas.- Venga, golpéame, dale, no te contengas, adelante. De muestra que no...- y es interrumpido cuando un bolso lo golpe de lleno en la cabeza.

Yo me quedo sin palabras y sorprendido y más al ver que la dueña del bolso es Eli.

-Huy lo siento viejo, pero es que como estabas pidiendo tanto que te golpeen yo decidí complacerte.- le dice con una sonrisa enorme en su cara...